“Todas las batallas perdidas” nos remite a la proyección de un mural cultural, aquí, película, episodio histórico, otra vez una película; ante la cual, una vez concluida, quedamos tan tranquilos como desollados. Jirones de cultura de los que Penalva ha rescatado un enésimo, aunque entrañable, personal anacronismo. Proceder de la inteligencia y de la poesía que se hacen urgentes. Deconstruir sin sustraer a la cosa su cuerpo; filosofar sin que en nuestro tamiz se excluya la sangre; en fin, recordar aquello que continúa vivo y presente. Tratar una puesta en escena cotidiana desde las tablas y hacia el espectador y, de modo simultáneo, socializar aquello que sucede entre bambalinas. Este ejercicio de autonomía y gracia lectora, creemos que debería fomentarse como una práctica ciudadana de hoy y hacia el futuro. No creer de buenas a primeras en ninguna de las múltiples aristas de lo que vemos o que nos dicen (que veamos), previo a nuestro soberano desmontaje. Sobre todo, si se guarda la propia temperatura de las cosas que se desmontan; es decir, si nuestro procedimiento nos es mero eslabón de una agenda teórica más, y mayor manipuladora todavía. P.G.
Juan Penalva, Joaquín
Profesor en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Autor, junto a Luis Bagué, del libro de poemas cinéfilos Babilonia, mon amour (accésit del V Premio Dionisia García/Universidad de Murcia, 2005) y la plaquette Día del espectador (2009). Autor asimismo de otros cinco poemarios, La tristeza de los sabios (accésit del Premio de Poesía 2006 para Jóvenes Creadores de la Academia Castellano-Leonesa, 2007), hiberna, hibernorum (2013), Anfitriones de una derrota infinita (Huerga & Fierro, 2015, Premio de la Crítica Literaria Valenciana), Cronología de Tarkovski (Huerga & Fierro, 2018) y Todas las batallas perdidas (Huerga & Fierro, 2019). Y codirector de la revista de poesía Ex Libris y colaborador en el suplemento Arte y Letras del diario Información y en la revista de cine online El espectador imaginario.
