-Sinceramente, hay que ser muy gilipollas para actuar de esta manera, enviando correos a todo el mundo y creando confusión para vender un puto libro que a nadie interesa. Si vuelves a enviarme un correo te empapelo con abogados. No me conoces y no sabes hasta dónde puedo llegar. Eres un tipo indigno y miserable.
Presumía Juvenal que su relación con España, bueno, con seguridad hasta antes de 2000 (agudizada la migración latinoamericana, la propia crisis de España y, por ende, exacerbada la xenofobia ibérica), siempre fue positiva. Tanto en el amor, la poesía y el estudio. En 1988 asistió becado al curso para “Profesor de Lengua y Literatura Española” (Instituto de Cooperación Iberoamericana). Su “tesina” de Master of Arts para Brown University (1993), “El mar como tema estructurante en la Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora”, la asesoró el distinguido profesor gallego, Antonio Carreño. Aprendió mucho de este trabajo y creo, asimismo, le permitió aportar al campo de los estudios del barroco. Tan es así que Luis Jaime Cisneros, luego de publicarse su ensayo en la revista Lexis (1994), lo convocó a ofrecer un curso sobre “Barroco Hispanoamericano” para la Maestría en Literatura de la PUCP. El 2016 le fue otorgado el Prêmio Mario González (Associação Brasileira de Hispanistas) por su ensayo “Trilce/ Teatro: guión, personajes y público”. Y, volviendo a España, no es menos de ambas orillas el “Tributo a Trilce con motivo de su 100 aniversario” que, para el año 2022, Juvenal preparara junto a la Fonoteca de Poesía. Y, así, podríamos continuar con otros ejemplos que desmienten la malísima leche del correo de más arriba. Entonces, la pregunta se cae de madura, qué es lo que le hubo ardido tan fuerte a aquel cabreadísimo tío. P.G.
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