Archivo por meses: agosto 2024

La sonrisa de Adán

-Adán sonríe y eso es raro (Gaspare Alagna dixit).  Muy probablemente están en “El Cordano”, lo digo por el laminado de mármol sobre aquellas sencillas mesas, entre otros detalles.  Una tacita de café expreso, una cerveza pequeña a medio consumir y apenas nada; vaya combustible celebrativo.  Va a ser un encuentro muy breve esta suerte de sutil humorada que, Adán y Juan, le juegan al conocido libelista Alberto Hidalgo; hay que ser justos, único encargado de la selección  de aquel famoso Índice la de la nueva poesía americana (1926), anti rubeneano y vanguadista, que asimismo firmaran, aunque “en ausencia”, Jorge Luis Borges y Vicente Huidobro.

-Martín pareciera hallarse a gusto entre sus contemporáneos y, sobre todo, en medio de ese, aunque discreto, bien aderezado garbanzal de ironía.

-Sonrisa muy distinta, la suya, de aquella mueca en los labios que corta transversalmente toda la entrevista, “Travesía de extrabares”, que le dedicaran, al bohemio poeta, Gregorio Martínez y Juan Ojeda.

-Es que en San Marcos, por lo menos desde los años cincuenta del pasado siglo (“poetas puros/ poeta sociales”), se nos domesticó para reaccionar, ante todo, a todo aquello hipo real: las nuevas vías de penetración que explican tal poema indigenista, la tabla del costo de vida en la vena de aquella narrativa de vanguardia, la toma del poder político como intriga principal de aquella puesta en escena, etc.  Algo que Adán se pasaría por el forro de su único abrigo.

-Ojo que en la Católica también se han cocido, aunque ahora sólo un tanto distintas a las de la UNMSM, otra selecta porción de habas verdes; la mayoría de las veces entre políticamente correctas y, a la larga, absolutamente insignificantes. Ante lo cual Martín Adán se hubo catapultado siempre en busca de mejor compañía, por ejemplo, la del puneño Víctor Humareda: “Atentos los dos a su ponche de invierno/ Tanto como Góngora, en aquella inolvidable letrilla,/ Lo estaba a sus castañas sobre el asador”.  Martín Adán que no identifica más indio que el que inventara, junto con la idea misma del Cusco, Luis E. Valcárcel.  Martín Adán que no reconoció, en la obra del Cholo César Vallejo, más que otro vivaz y paralelo remolino de polvo y sol.

-Adán reacciona atento a un ocasional fotógrafo.  Mientas Juan Mejía Baca dirige el rostro hacia Alberto Hidalgo, a quien acaba de publicar su Historia peruana verdadera (1961) –“Garcilaso”, “Túpac Amaru”, “Mariátegui”, “Yomismo”–; y este último, en efecto, como pillado entre las sonrisas de sus contertulios, no pareciera mirar sino más que al interior de sí mismo.

– Acaso se han congregado en “El Cordano” para celebrar la publicación de Nuevas piedras para Machu Picchu. Pablo Neruda, Alberto Hidalgo, Martin Adán (1961), iniciativa de la librería de Mejía Baca.  Es decir, el chiclayano parecería mirar hacia Hidalgo, sin oculto interés por saber cómo les iría tal emprendimiento editorial.  Por su parte, Martín Adán, sabedor de lo que pasó con aquel Índice de la Nueva Poesía Americana, es del todo indiferente ante cualquier “piedra nueva” para Machu Picchu. Sin embargo, junto a su gran amigo librero, ríe de las travesuras que, en esta oportunidad, no puede acometer Hidalgo, ocho años mayor en pillería que el autor de Diario de poeta.   Alberto Hidalgo, como no era su costumbre, cayó suavecito en esta breve celada.  Aunque, en la foto, parecería acabar de darse cuenta.

© Pedro Granados, 2024.

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Poesía peruana: Ni problema ni posibilidad

Escultura del hostoriador  Jorge Basadre, en Tacna

“El problema del sol son los helados”

Luis Hernández Camarero lo decía

Al que le gustaba Vallejo por aquello de

-“Di mamá”

Aunque debemos admitir que Martín Adán

Escribía mejor que el Cholo

O también el propio Eguren

Aunque puestos en paralelo ambos limeños

Preferimos al de La Mano desasida

Canto a Macchu Picchu

Sin haber pisado ni un minuto aquella ruina

Y brindarle tan sólo una oreja

Al pregón de Luis. E. Valcárcel

Lo que pasa es que el Cholo no escribe

En términos de representación

Sino que en su poesía encarna

Sino que su literatura constituye

La cabellera misma de Inkarrí su barba

A nivel de la tercera moldura de plomo

Aunque no su rostro que es

El de cada uno de nosotros

Cuando leemos Trilce o Escalas

De este modo en la literatura nacional

No existe problema ni posibilidad

Escenario superado por César Abraham

Con beneplácito del tan circunspecto

Jorge Basadre Grohmann

Todo es cuestión de modular nuestra escritura

O a nosotros mismos o a Inkarrí o al Cholo

Es igual

Y por la abundancia hablará nuestra boca

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CÉSAR VALLEJO: NATALIDAD

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Desconocida hasta ahora (dos hojas con fechas, respectivamente,  15 y 19 de noviembre de 1918), aunque filtrada por manos confiables a este blog, la autora de esta carta astral es Zoila Pajares, viuda de Villanueva, madre de la famosa Otilia Villanueva Pajares.  Iniciada aquélla en las ciencias ocultas, a imitación de Madam Blavatsky, desde adolescente y en su terruño,  Cajamarca. Por lo tanto, completaría y justificaría el real motivo por el cual el poeta se ligó de tal manera a ambas o a aquella casa.  La hija le deparaba un amor “apasionado, vehemente, incontrolable” (Juan Espejo Asturrizaga); mientras la madre, aunque honrada y púdica, hondamente  le comprendía.  Y, no menos, también el motivo  –no únicamente el anecdótico del embarazo, decepción y posterior fuga de Otilia– por el cual se desligó de  aquella familia de modo tan abrupto o intempestivo.  La madre sabía muy bien quién era César Vallejo y el inevitable dolor que venía para la novia.  Intentó, desde un inicio aunque  muy a pesar suyo,  alejar al poeta de la vida de su menor hija.  El viaje o los viajes, con Vallejo solo, aparecía por todo el ámbito del radix.  Que sepamos, el cholo desconoció esta –su propia– íntima y privada misiva.

Tiene usted una mente sintética, capaz de concentrar el sentido de un libro en una sola frase, el sentido de muchos libros en una sola página. Es por eso que usted impresiona con sus certeras frases, que resumen toda una situación o desarrollan toda una estrategia, juego para el que usted está naturalmente dotado. Usted ve lejos y grande, lejos y fuera, y todo lo que es extranjero tendrá una gran importancia para usted desde su juventud, y los viajes tendrán una importancia decisiva para su formación profesional y espiritual. Porque es posible que usted encuentre en el extranjero lo que su país a veces le niega: el reconocimiento, la instrucción, la cultura, el trabajo, y usted es capaz de aprovechar al máximo su estadía en otro país para realizarse y renovarse, regresando transformado al suyo propio, si es que decide regresar. Cuando por alguna razón usted siente que ha agotado un período, para bien o para mal, le haya ido bien o le haya ido mal, es capaz de terminar con todo lo que lo ligaba a esa vida, y comenzar de cero en otro lugar. Renace pues de sus cenizas como el Ave Fénix, para comenzar una vida nueva, cuando todo el mundo lo daba por terminado. Este es un rasgo extraordinario que le permite tener muchas vidas, cambiar varias veces de orientación profesional, de amigos, de país, manteniendo sin embargo muchas fidelidades. A veces, lamentablemente, deja usted transparentar una altiva autosuficiencia que suele ganarle antipatías, y enemigos, y esto puede dificultar e incluso obstruir el reconocimiento de sus méritos. Usted suele estar dotado de magnetismo y carisma, y a veces lo acompaña un cierto sentimiento trágico de la vida; pero no suele ser pesimista, y algunas veces tiene una visión aguda, y hasta profética, de la sociedad y de la historia.

Usted es excesivamente sentimental. Dotado de una sensibilidad rica, vibrante y generosa a flor de piel, y de una emotividad que sigue estas mismas características, se emociona sin poder evitarlo por los acontecimientos buenos o malos, grandes o pequeños que ocurren tanto en su vida, como en este bajo mundo. No es de ningún modo indiferente a las miserias, injusticias y dolores que la gente sufre, y le gustaría hacer algo para remediarlo, aunque sea contribuir con su granito de arena a que esto se arregle. Porque es básicamente optimista, y tiene una confianza final en la bondad intrínseca de la naturaleza humana, para la que tiende a buscar explicaciones y justificaciones. Hay en usted un deseo, un poco ingenuo, de que todo termine bien, como en una película americana, y que las maldades de las que adolece este mundo no sean sino un mal sueño, de ahí que algunas exhortaciones suyas a la paz y a la armonía puedan caer en saco roto, en momentos de crueldad e incertidumbre. Usted es a veces de un gusto excesivo, colorido, barroco, e inclinado a cierto melodramatismo un poco teatral, y puede ser criticado por tener un gusto un poco disparatado, a veces huachafo, y en ocasiones grotesco. Pero también puede pasarse al campo contrario, al de la excesiva exquisitez y refinamiento en la expresión y la apariencia, pues ambos son caras de la misma moneda. Pero siempre tendrá un corazón acogedor y cálido.

Es usted un individuo que practica un humanismo acogedor, pero un tanto turbulento, y que suele estar atraído por los insondables misterios del alma humana. Es profundamente intuitivo, con un olfato especial para la gente, y una gran penetración psicológica, de modo que no es fácil engañarlo. Se siente, curiosamente, atraído por las zonas oscuras, sórdidas y miserables de la condición humana, y no por un instinto morboso, sino más bien por la compasión que esto despierta por usted, y por el sentimiento de que la grandeza del ser se mide en la desgracia, antes que en el bienestar y la alegría. Generalmente siente una intensa atracción por los mundos nocturnos, subterráneos, donde se desnudan las pasiones humanas, las gentes se despojan de sus máscaras, y se revelan en sus virtudes y miserias. Su vida puede conocer grandes altibajos, pero, de alguna manera, usted estará siempre cerca del dolor humano, sea porque tendrá que atravesar algunas duras pruebas, que pueden llevarlo a frecuentar prisiones y hospitales, sea porque las contingencias sociales lo lleven a situaciones conflictivas. En algunos casos, amor y muerte se darán la mano, llevándolo a vivir momentos de erotismo que tendrán un valor trascendental e incluso místico, debido a su especial sensibilidad.

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ANTE EL MURO: TALLER DE LECTURA CREATIVA

Detenerse ante el muro no es solamente interrogar al objeto de nuestras miradas.  Es detenerse también ante el tiempo. Es interrogar en la historia del arte, al objeto historia, a la historicidad misma [en su rechazo del anacronismo/ eucronía: “artista y su tiempo”]. Estamos ante el muro como frente a un objeto de tiempo complejo, de tiempo impuro: un extraordinario montaje de tiempos heterogéneos que forman anacronismos [diferenciales de tiempo que operan en cada imagen]  Georges Didi-Huberman

Descripción: LECTURA DE IMÁGENES PERUANAS

Objetivo: 

a. Teórico: Introducción al pensamiento de Georges Didi-Huberman.

b. Práctico: Interrogar con nuevos ojos algunas imágenes de nuestrro canon cultural: Chan Chan (Trujillo), Faical (San Ignacio),  playa de Lagunas (Mocupe, Lambayeque), Tacora (Lima).

Método: Se tratará la mímesis en su conexión plástico-literaria, es decir, emplearemos imágenes propiamente dichas junto a poemas o textos literarios; siempre bajo  las pautas del Juego, Montaje, Anacronismo, Futuridad y Ciudadanía.  Los ejercicios de lectura, sus consecuentes creaciones de sentido,  serán individuales como colectivas.  El Taller apunta a la construcción de un dossier o archivo de nuevas lecturas.

Temas a tratar:

a. Chan Chan y el “Grupo norte”: José Eulogio Garrido (Visiones de Chan Chan) y César Vallejo (Cuneiformes)

b. Faical y Trilce

c. El zorrro de arriba y el zorrro de abajo en la playa de Lagunas (Lambayeque).

d. Trilce – Tacora: Retóricas sin nombre

Público: Universitario.

Duración: Cuatro fechas o semanas

Plataforma: Presencial o virtual.

Inicio: Permanente

Organiza: Vallejo Sin Fronteras Instituto (VASINFIN)

Coordinación: Pedro Granados, PhD (https://orcid.org/0000-0001-8359-397X)

Costo del Taller: Dos cientos soles

Contacto: pgranad@gmail.com

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Poética/ Indran Amirthanayagam

En colores primarios y con sujeto

seguido por verbo y objeto la frase

da orden, es bella a la vista, y sigue

el código inteligible por todos,

del drama clásico: unidad de tiempo,

espacio y acción. Pero se dice

que cada frase es única, más bien

cada cerebro no tiene igual.  Pues

¿por qué seguimos un orden

establecido? ¿Por qué no inventar

otra frase, otro orden, otro drama?

Y algunos lo hacen y proponen

que son creadores verdaderos

pero yo prefiero la música de las esferas.

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Cartas al Perú

"Mesa

Alberto Hidalgo Lobato (Arequipa, 23 de mayo de 1897-Buenos Aires, 12 de noviembre de 1967).  Estudió medicina en la Facultad de Ciencias Naturales de la UNMSM, pero abandonó la carrera debido a su interés por la poesía; tal como Rodolfo Hinostroza o el propio César Vallejo.  Falleció en Buenos Aires el 12 de noviembre de 1967, pocos meses después de recibir el Gran Premio de Honor otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía, único reconocimiento recibido en vida.

Cartas al Perú (Lima: Mono Milenario/ Mesa Redonda, 2024), edición de Raúl A. Pérez Zúñiga (“atendiendo a la situación política actual”), incluye el propiamente Carta al Perú (1953), además de otros títulos asimismo inhallables: Historia peruana verdadera (1961) y Árbol genealógico (1963).

El socialismo de Inkarrí atraviesa transversalmente toda esta época de producción de Alberto Hidalgo, no menos que la búsqueda-constatación de la propia identidad literaria de este fino poeta y, hasta ahora más bien, gozador y certero libelista:

“Arequipa ciudad de claro rostro/ Ciudad a la que nadie se ha atrevido a meterle la mano/ en las polleras/ …/ Arequipa y mi vida”

Considera que el Perú, tal como también Lezama Lima: “da fisonomía a América”.  De manera análoga a la prosodia de Neruda, nos quiere hablar: “de la carne mineral de la papa”.  Y no es menos telúrico y magnético que Vallejo cuando nos dice: “Jaguar eléctrico radioactivo pánico/ Peruano por el quiero y la substancia”.

Sobre la producción literaria de Hidalgo queda pendiente, por justicia y placer,  frecuentarla mucho más.  Nos atraería estudiar su “voluntad de aura” (Silvia Molloy respecto a J. L. Borges) frente a la capacidad de “encarnación”, para semejantes motivos,  de la obra de César Vallejo.

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Lomismo/Islismo: Poéticas gemelas de César Vallejo

“El presente artículo postula una relación de reciprocidad entre las nociones de lomismo e islismo, presentes en la poesía de César Vallejo (específicamente en Trilce I y II). Como una extensión de la cuestión cordillerana al archipiélago -o viceversa- propone, además, una perspectiva comparada de esos conceptos vallejianos con las nociones de “archipiélago”, “poética de la relación” y “opacidad” presentes en la poética de Glissant, para dar forma a la noción de una “opacidad vallejiana”.

https://revistalaboratorio.udp.cl/index.php/laboratorio/article/view/266/224

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HUMAREDA(S): Víctor y Martín Adán

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Foto: Herman Schwarz

HUMAREDA(S)

Para Luis Jaime Cisneros, i.m.

Como su nombre lo indica

Incienso

No hablo aymara ni quechua

Pero entiendo perfectamente

La mueca del beodo

Del que lleva el íntegro de su mundo interior

A la playa desierta de su  mirada

Lo oculto jamás es mayor que lo evidente

Y el hombre acaso sea una bolsa de mierda

Lo dijo un español, no Goya ni Quevedo

Un muchacho que atendía por ahí

En su bodega de ultramarinos

Aunque Humareda serían las heces del ángel

Como la poesía de Martín Adán

Otro borracho que a veces permitía

Oteáramos su chispa

Humareaba tras el mismísimo “orgasmo de Dios

Hecho para cisma”

En fin, que muy en el fondo Víctor y Martín

Serrano y costeño

Son exactamente lo mismo

Como que ambos se meaban

Dentro de sus pantalones

O que en el fondo

No les interesaba ni hembra ni varón

Imantados a la maniobra

Aprendida y mejorada con la práctica

De encaramarse de un salto

Sobre su alfombra mágica

Y coincidir  ambos sobre el cerro más próximo

De Lima

Para contemplar desde allí

No sin discreto deleite

Lo bien hecho que estaba el mundo (Jorge Guillén dixit)

Dos zorros jugados a cuchichear

Lo que ya de sobra conocían

Y sin perder de vista jamás

El cierre de la chingana más próxima

Ni varón ni varona

Como le acomodó también

Aunque con sus altibajos

A Jorge Eduardo Eielson

“Sucede que me canso de ser hombre/

y también de ser mujer”

Pero sin que hallemos tal romanticismo

En la catadura clásica de Adán o de Humareda

Atentos los dos a su ponche de invierno

Tanto como Góngora, en aquella inolvidable letrilla,

Lo estaba a sus castañas sobre el asador

Que yo no sé quechua, aymara tampoco

Ni entiendo cosas de borrachos

Únicamente en español

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