La rama verde no puede contra la arena
A la tierra fértil el desierto devora
Nada vemos que no sea duna y mar
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Una lagartija de la arena
No se parece a una iguana de la tierra
De aquellas lentas y tan fértiles
E indeleble máscara de carnaval
Ambas no son los mismo
Aunque sí mis dedos detenidos
Sobre este charco
Abrevando con los labios lo que escucho
Apurando con la lengua aquello que bebo
Desde niño bebí al sol
Como a través de un ombligo
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No toco la arena tan sólo como arena
Bemoles y notas permanecen allí
Arcos de sal transparentes
© Pedro Granados, 2023