En el Ecuador hay lugar todavía
Para el toque de anís en las comidas
Y para el saludo de cortesía
En la vía pública
Sin embargo y muy pronto
Ambas cosas serán arrasadas
Por un baño de realidad
Uno no puede andar por ahí así
Indefinidamente
La poesía troca por auto exigencia
La autenticidad de las canciones del campo
No es necesaria ni tampoco es tal
Ni la idea de un “puente” cultural o musical
A JMA le quedó corta la teoría
En vez de “puente” o mediación
El mascarón de proa del montaje
Es lo más genuino desde Trilce
No le alcanzó la teoría pero sí la poesía
Lo legal lo puro lo esencial
Siempre con su guiño travieso
Trilce es el actual canto en quechua o en aymara
Nuestro más íntimo jopará
Un baño de realidad empieza siempre
Con una escrupulosa limpieza de oídos
Así que adiós a los desorejados
A los albaceas de otros que pensaron antes
Por nosotros
Adiós a los amos de llaves
Y funcionarios del sentido común
Los andes se revuelven entre sus cantos
Con un exceso de especería
Y delicados aromas a romero o anís
La poesía es sólo un tablero de sal desnudo y liso
Sobre este liviano marco dejamos nuestra entraña
La audacia y técnica de nuestras rápidas huellas
Un horizonte díscolo donde no caben intermediarios
Y donde se baila sin zapatillas ni tijeras
Ni otras luces cocidas contra nuestra pechera
Más altas o distintas al ocaso
© Pedro Granados, 2023