Archivo por meses: septiembre 2022

SIMPOSIO BINACIONAL PERÚ – BRASIL. TRÍLCICA ALEGRÍA:  POESÍA, CUERPO Y PERFORMANCE

Organizan:      La Strada Editores y Vallejo Sin Fronteras

Fecha:             Viernes 30 de Septiembre 2022 – 05:00 PM

Lugar:              Auditorio de la Municipalidad de Pueblo Libre

Av. General Manuel Vivanco 859 – Plaza Bolívar

INGRESO LIBRE

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Frido Martin: limpias sonoras

y apestas cuando léesme aquí

y esperarte

aquí en la posada de mi escucha

do gimes esta alerta de tsunami

Frido [Martin] o Marco [Young Rabines], como prefieran, ocupa un lugar singular entre mis memorias de profe de colegio.  Coincidimos en el “San Andrés”, a mediados de los años 70, junto con otros muchachos con peso específico, Napurí, Tokeshi, McKay, sólo por citar algunos apellidos, institución centenaria donde enseñé literatura.  Hechizado por naturaleza, Frido ha sabido honrar su vocación contrafáctica sembrando un minucioso desconcierto  por donde se desplaze.  Lugar y tiempo, cómo no, se lo agradecen, se lo agradecerán.  Ahora, desde que incluimos algunos de sus poemas en nuestra antología para la revista Arquitrave, “Poesía peruana actual” (2007), ha pasado ya alguna agua bajo el puente, cada vez más caudalosa o performática y, asimismo, discursiva o enfocada en el detalle de corte barroco.  En Arquitrave decíamos sobre Naufragios (2005), hasta este momento su único libro de poesía: “rito carnavalesco, travestista y, no pocas veces, la mar de desopilante; aunque, con mucho más énfasis que en Chocano [Magdalena], siempre entre los bastidores de isotopías típicamente barrocas”.  En lo básico, ambas serpientes, voz y sotileza, se alían y trenzan en lo que ha sido su trabajo e incluso en el nuevo poemario que alista (y del que esta nota constituye algo así como una primicia).  Trenza que se halla debajo (como en el Uku Pacha) y que debemos identificar y no confundir con el  soporte de su trabajo, aunque éste sea cada vez menos el papel y, en cambio, de modo mucho más frecuente, la electrónica y la escena.  El performance de Frido logra resolver una dificultad o límite fundamental de las propuestas que, a la corta o a la larga, resultan monótonas y estériles de la creación a través de efectos sonoros de máquinas o programas computacionales al uso.  Y esto último porque, de modo fiel, para su arte Frido continúa valièndose del barroco.  Es decir, tal como la Fábula de Polifemo y Galatea, de Luis de Góngora, no constituye un mero lío o amasijo arbitrario de palabras –lo  demuestra su prosificación por parte de Dámaso Alonso– tampoco a la propuesta de Frido la define, en lo fundamental, lo aleatorio.  No está hecha de “fragmentos” (vanguardia histórica), sino de “fermentos” locales y vivos del cuerpo despedazado del Sol (Inkarrí); y por esto es que sus sonoridades, experimentación con el sonido, pueden limpiar.  Otra vez, tal como sucede con los personajes de la Fàbula de Góngora, puede hacernos regresar a nuestra corriente y fuente, el agua sencilla y clara.  En suma, en el arte de nuestro siempre joven poeta limeño subsiste una prosa, un manifiesto, una consigna; veladura sobre algo absolutamente real, cotidiano y palpable que se nos invita a develar.  Por lo tanto, la suya no constituye una deconstrucción más de lo ya por enésimamente vez deconstruido; sino, por el contrario, su propuesta pretende un “giro ontológico” incluso, siendo Marco Young Rabines lingüísta, respecto a la ubicua “cárcel” del lenguaje,  Y, en este sentido, su trabajo ha evolucionado; no se contenta ya sólo con el humor desestabilizador, el cual felizmente para nada ha perdido, sino que ha través de los sonidos reencuentra –casi sin proponérselo, como debe de ser– un origen, se reconecta con un punto de mira (ceque andino) o, más bien, eco civilizador para una democracia posantropocéntrica o perfeccionalizada.  ¿Barroco + Inkarrí podrían liberarnos?

POEMA DE OÍDAS

(PARA SER LEÍDO

DE OÍDO EN OÍDO

EN MODO ASMR)

 

Hoy elido el oído

 

No es el oído:

es el odio

el odio de dios

 

No es el odio:

es el oído

el oído de dios

 

Soy Elohí

soy Elohí

do soy Elohí

do soy el oí

do soy Elodio

 

Hoy elido el oí

do hoy he leído el oí

do oye el ídolo ido

2-9-18

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PEDRO GRANADOS, POETA, POETA, POETA…/ Israel Tolentino

Concentrada crónica de Israel Tolentino, publicada en Ahora, sobre mi reciente visita a Huánuco.  Aprovecho para dar las gracias a todos los que acogieron mi trabajo y a las personas, niños y adultos, con los que compartí charlas y talleres. PG.

https://www.ahora.com.pe/pedro-granados-poeta-poeta-poeta/

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TEKNOTRILCE

https://www.facebook.com/Universidad.Nacional.de.Musica.Peru/videos/901618917017854/

Tal como decíamos en el inicio de nuestro breve ensayo, César Vallejo musical (2020), y cuyo pdf del texto completo tienen aquí mismo,  intentando llamar la atención sobre las especificidades de la música en la poesía del autor nacido en Santiago de Chuco, cito:

Mención necesaria y liminar, en este ensayo, merece el famoso artículo de Xavier Abril (“Vallejo, la música, exégesis del poema XLIV de Trilce, el influjo mallarmeano y la crítica”) (Abril 63-91).  Título y palabras claves, a un tiempo, que nos permiten asentir en lo sustancial con aquel talentoso crítico peruano, sobre todo con su postura contra la “incuria ultraísta” o vanguardista según la cual Vallejo –en Trilce— renunció a la música.  Aunque, no asentir, en el focalizado y sistemático fervor mallarmeano que Abril cree entrever en la poesía del autor de Los heraldos negros.  En síntesis, acierta el autor de Exégesis trílcica, cuando percibe aquel  poemario de 1918 en franco “acatamiento rubeniano” o verleniano y, no menos, pleno de “referencias musicales”.  Ni sólo Mallarmé –aquello de que no se trata ya más de “trozos sonoros regulares o versos, sino de subdivisiones prismáticas de la Idea”– ni únicamente la música culta o europea constituyen aquello que satisface a plenitud al “melómano” Vallejo.  Sino que fue también, y sobre todo, la música popular o cotidiana o incluso “mítica” (glosolalias cuyas ondas, según Paul Zumthor, persisten aunque la cultura que las originó haya históricamente desaparecido) a lo que César Vallejo, en lo fundamental, y en toda su riqueza y complejidad, supo prestar oídos.

Pues hoy, grata y muy sugestivamente, nos encontramos con una nueva vuelta de tuerca sobre lo mismo: Microtrilce.  Sobre lo mismo, aunque sobre lo que acaso ni Abril ni tampoco Mallamé pudieron sospechar.  Y que, respecto a la investigación de los sonidos en esta poesía,  va del modo siguiente, cito del facebook de la Universidad Nacional de Música del Perú:

Microtrilce forma parte de las prácticas preprofesionales de los alumnos de composición de la Universidad Nacional de Música. En este trabajo se emplean poemas completos o versos del poemario Trilce de César Vallejo como el material principal de cada micropieza.

El objetivo consta en grabar voces recitando el poema para obtener samples, los cuales pasarán al programa pure data para ser procesados y posteriormente, todas las acciones realizadas se automatizan para ser reproducidas por el programa. Es aquí en donde el alumno además de la creatividad personal, emplea conceptos de la carrera de Composición musical e incorpora los conocimientos adquiridos en cursos como Informática aplicada y Taller de electroacústica.

Sin embargo, y las siguientes pueden ser –entre otras–  algunas preguntas a la actual propuesta, la cual denominamos y no menos, asimismo, patentamos, “Teknotrilce”: ¿Trilce se conforma en última instancia con el sonido?  Acaso a la manera de cómo la “escena cerebro” incluye en sí misma, de modo sintético, una escena paralela convencional y mayor (Trilce/Teatro: guión, personajes y público).  Y una segunda pregunta, más que al reciitado humano, sobre el que se basa Microtrilceno deberíamos  estudiar y valorar (y con qué criterios), directamente el producto “final”; es decir, la propuesta del “programa pure data” que queda grabado en el CD.  En suma, que deberíamos estudiar directamente al programa o lo posantropocéntrico porque lo antropocéntrico (estilística, filología, estudios culturales, etc.), aplicado por la crítica convencional al poemario de César Vallejo, aparentemente ya fue.  Interrogación que, en parte, ya nos surgiera a raíz de la “¿traducción intersemiótica?” de algunos textos de nuestro pemario Roxosol (2018), por el poeta Edgar Artaud Jarry (nombre artísitico del científico mexicano Edgar Altamirano), usando un robot (SoundCloud).  Aunque los antecedente directos y específicos de la presente iniciativa del Laboratorio de Música Electro Acústica y Arte Sonoro de la UNM sean, cito del folleto adjunto al CD, los trabajos de César Bolaño (1964), sobre el poema “Intensidad y altura”, y “Dados eternos” de Rajmil Fischman (1991).

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Pedro Granados y Vallejo sin límites/ Israel Tolentino

En casa de Israel Tolentino

Conocí a Pedro Granados siendo estudiante en la Escuela de Bellas Artes y la última vez que conversamos, fue en el emblemático bar “La Arequipeña”, lugar, donde se impartía y debatían las lecciones como en toda universidad de la vida. Por aquél entonces, dos dibujos ilustraron la publicación virtual titulada “Al filo del reglamento” (Poesía: 1978 – 2005). Eran años en que lo virtual parecía de otro mundo. Esta vez ilustro su último poemario: “Res”.

Gaspare Alagna escribe en el prólogo de entonces: En todo este contexto, creemos, y por eso la estudiamos, la poesía de Pedro Granados fue y es, incluso hasta ahora mismo, un gesto de estilo incomprendido, pero no por ello quizá menos asimilado en secreto, particularmente por los otros poetas de su generación. La palabra de Granados refulge viva y joven hoy más que nunca; ha sabido no envejecer prematuramente como las de algunos de los poetas del 60, muchas de los del 70 y casi todas entre las de su propia promoción.

Pedro es Ph.D (Hispanic Languaje and literatures) por Boston University. Por esos cruces de caminos, los curvados senderos andinos vuelven a reunirnos, esta vez acá, en Huánuco. Será como reiniciar la antigua amistad, tenemos en común, aparte de Vallejo en Huánuco y La Libertad, a un hermano Germán.

Desde el 2014 preside “Vallejo sin Fronteras Instituto” (VASINFIN) ha enseñado en la Universidad Nacional San Marcos (UNMSM); en La Pontificia Universidad Católica (PUC); la Universidad Antonio Ruiz de Montoya; Universidades de Estados Unidos de Norteamérica como: University of Florida. Jacksonville; University of Framingham, Massachusetts y University of Boston y, en otros países como España y el Brasil.

En Huánuco ofrecerá el Taller presencial de Poesía “Trilceanas ciudadanías” auspiciado por VASINFIN, del 19 al 24 del presente mes. Como dice él “viene de un ensayo suyo. Aunque en estricto, la poesía se enreda entre quienes participarán del Taller. A nosotros, en tanto sabuesos, nos corresponde sobre todo llamar la atención de su presencia / opacidad; oscilaciones de por si harto elocuentes. Que no es posible convertirnos en reales ciudadanos de nada, sin antes reparar en la irreal, de tan real, poesía.

Los lugares donde se realizarán los Talleres serán: la Dirección Desconcentrada de Cultura Huánuco (DDC); Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán (UNHEVAL); Colegio particular Isaac Newton y Colegio Nacional Industrial Hermilio Valdizán.

A Pedro Granados, le encontrarán rápidamente en el internet, en su Blog y Mirada Malva en este enlace: https://www.miradamalva.com/biblioteca/Al%20filo%20del%20reglamento.pdf

Algo de él estimado lector:

[El lapicero verde que se encontró mi hermano Germán]

El lapicero verde que se encontró mi hermano Germán,

sirve también para que le escriba un poema.

El me enseñó a ver la hora en un despertador malogrado,

y terminó preguntándome la hora.

Luego me enseñó a multiplicar,

y también se olvidó de multiplicar.

Después me obligó a emplear un lenguaje particular

para comunicarme con él.

Son de nosotros estos recuerdos.

A él pertenecen el lapicero y el poema.

El muro de las memorias, 1987.

Tendremos a Pedro Granados por un puñado de días y noches en el suelo de la primavera, tierra que desde hace mucho sabe a poesía. (Amarilis, setiembre 2022).

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A poesia paraguayensis de Bogado traduzida por Adalberto Müller

Cristino Bogado, por Douglas Diegues

Cristino Bogado, por Douglas Diegues

MEU TAMBOR DE ICANCHU

destruição é criação

meu fim é meu começo

a poesia é só um sonho de epitáfios

uma tarantela rasgada com os dedos mato-grossenses de Levino

Albano da Conceição,

quando os elementos entram em guerra a beleza vadia sorri

ao tum tum do coração

e à ordem da maré fogosa do song do meu sangue

esse sol esse filho do sol

se eu fosse icanchu ficaria tamborilando

meu nada carbonizado

minha guarânia à passarinho

meu canto-purahéi com fritas a cavalo

à coema piranga dos bugios uivando para a nostalgia das mangas

até o rumor do frescor-piro’y que sacode a ilhota de taquaras da minha alma

eu seria um pintor de colibris-mainumbys

de criaturas sem carma

da música que brota e cresce como um pênis

nas núpcias dos peixes de orgasmo

o poema apytu’ũ poty

o amor xamã-ca’a pajé

o jasuka vertiginoso como um caavove’i

me banharia na sujeira preposcapitalista diária na tatachina

que atordoam os bolts guiado por algoritmos de reggaeton

renasceria para destruir o mundo novamente pela enésima vez

hoje com a voz do profeta louco-tarova chutando os yvyra-joasa

amanhã com o mantra do yvyra ija e a hi’yva

depois de amanhã ensaiando o ku jeroky mainumbýicha yvotytýre tapépe

acenderia o seu achuche poty ryakuã

com meu eterno bastão de curupira insolvente eterno

convidaria para ti, morena-che cambá, o cisne assado

por séculos de boçalidade

e te daria, che china linda-porãite

isso que não tenho e que não pode ser pronunciado com a língua humana

giraria o resto do nada shellac contigo seguindo os infinitos sulcos

de um Odeon 78 RPM

vestido para a ocasião com uma capa de orelhas

o cérebro impulsionado pelos clínamen (amém) das sementes de cedro-ygary

no violão-mbaraka do meu corpo possuído

assobiaria “Mba’epa tamorae” para você com o meu ravel de fio de aço Barrios

comeria você viva para te proteger dos resíduos da vida nua

te raptaria e te diria yorá yeyuvy cue yorá na Villa Guillermina

meu paradeiro onírico kue

tiraria tua roupa sobre as brasas da Shining moon

te trairia com o cauim eterno-apyre’ỹ

recitaria para você o canto cerimonial do desespero na catedral achacaritada

de seus ossos reverberantes

te devoraria com prazer gatuno o pão-mbuyape inconsútil

como quem valoriza o caracu da felicidade avá

te sacudiria com o duplo dedilhar da minha infância e adolescência esquecidas

te empurraria para a vida-tristeza teko achy tocando a bunda-tumby santa

te esqueceria se você fosse ave-gwyra jeguaka werá novamente

te choraria se você fosse a luz que retrocede ao nascimento do Tupã tiapu

Lambaré, setembro de 2022

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Poema del tambor

Cuando pensamos cuando nos percatamos que podemos hacer fluir así las horas los minutos como contar los dedos de una mano y con la otra alcanzar tu mirada como en la primera vez que no fue sino la última y nuevamente la primera vez que atino a escribir como una hoja desprendida de su rama como si ya hubiese agonizado y me encontrara traspasando la piel el muro la espiral el brillo de aquella estrella y tú volvieras a verme como si el tiempo y la agonía hace mucho que hubieran sucedido y no estuviéramos prendidos de ti golosos de ti y hace rato en nupcias contigo

 

Pero si sucedió una vez y ocurre todos los días y por enésima vez otra vez sucede

 

Discúlpenme porque aprendí a tocar el tambor y no lo hago todos los días por la realidad obnubilado por la astucia como en todos tan aventajada por una y otra y vez absurdamente distraído

 

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