La poesía dominicana sigue siendo una de las menos conocidas del Caribe. No solo por su apariencia fragmentaria, derivada de la significativa emigración, de las heridas latentes del trujillismo y de sus consecuentes lesiones identitarias, sociales y económicas, sino por el escaso apoyo institucional que recibe, tanto en lo que respecta a la formación como a la publicación y a la difusión. Al consultar antologías y estudios críticos actuales, se reincide en esta circunstancia de invisibilidad, tanto en el interior como en el exterior del país (Aranda 9-10; García Cartagena 27-28; Granados 3, 7). Aun con las valiosas aportaciones que durante el siglo XX ejercieron grupos como el reunido en torno a la revista La Poesía Sorprendida (1943-1947), lo cierto es que la literatura actual dominicana no siempre llega a los circuitos deseados (Fernández 67).
2021, CANDELA REVIEW- afro-trans-queer-feminista-decolonial. pp. 66-84
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