Qué pena se perdiera el video de esta presentación o, al menos, no conseguimos encontrarlo. Allí Montalbetti ponía de relieve, si mal no recordamos, las voces de un parlante del pueblo en tanto sinónimo de realidad; mientras nosotros percibíamos a Roberto Zariquiey, desde ya, como una lechuga o un repollo. P.G.
Saludos a Roberto Zariquiey, en esta vuelta de tuerca más de nuestra amistad.

