Archivo por meses: julio 2020

Enriquillo, visto por otros…

«La poesía de Enriquillo Sánchez, a pesar de cierto —voluntario o no— activo y concertado soslayamiento local, goza de plena salud y autoridad entre la que cultivan ahora mismo sus pares dominicanos; y, obvio, entre la que ejercitaron los denominados poetas del “pensar” (canónica postura ochentista en la media isla). Sánchez, publicando poesía en la misma época, no se evadió en el pensamiento o, mejor dicho, en ciertas lecturas tipo Pedro Salinas o un adaptado Juan Ramón Jiménez.  Su potencia inventiva, su sentido de la realidad, su demostración de agudeza vía el humor —inexistente entre aquellos que “pensaban” — son superiores a los de toda su generación y brindan cabal prueba de su arte. Por lo tanto, Enriquillo Sánchez es todavía, y en varios sentidos, un autor por descubrir». —Pedro Granados.

https://mirardesdeadentro.wordpress.com/tag/enriquillo-sanchez/

»Leer más

Poesía y canon dominicano del siglo XXI: una panorámica/ SANDRA ALVARADO BORDAS

A new day in Bavaro, Dominican Republic.

Frente a esta idea canónica de la poesía y de la literatura dominicana, podemos encontrar otras voces críticas que se alejan del centro institucionalista y legitimador de una poesía que resulta ser «barroca, culta y verboseada», como la denomina Ariadna Vásquez, refiriéndose a la labor crítica sobre esta poesía que ha venido realizando Pedro Granados [desde hace veinte años]. Desde mediados de la primera década del siglo xxi y, sustancialmente, a partir del año 2012, se destacan numerosos esfuerzos de concentrar la poesía del siglo xxi en diversas antologías y/o de integrar esta poesía como «contínuum» de las historias literarias oficiales. Los criterios son varios, pero concentrados en elementos temáticos y en un ejercicio hermenéutico motivado por comprender la escritura como efecto de los procesos identitarios de la nación dominicana que, también, nos lleva a pensar en cómo se ha ido conformando el canon dominicano. En esa línea, vale mencionar el trabajo riguroso de Carmen Cañete Quesada y su antología La nación y su escritura. Colección de voces dominicanas (1965-2017), que, en un interesante diálogo con la Academia Dominicana de la Lengua, logra incorporar voces hasta ahora marginadas por el canon dominicano.

https://cuadernoshispanoamericanos.com/poesia-y-canon-dominicano-del-siglo-xxi-una-panoramica/

»Leer más

Agüeros para armar (nobloga III)

De eso no se habla

El chofer estaba lívido pero, urgido por el tiempo, no me bajé de su coche.  Serán máximo siete soles, pensaba, porque la Biblioteca Nacional no quedaba muy lejos.  El tipo del taxi me confirmó la tarifa, sin embargo, permanecía como ido.  Me arrellené en el asiento de atrás, el auto caminó un par de cuadras hasta el semáforo.  Una vez allí, el tipo me observó por el retrovisor y repitió en voz baja:

-De eso no se habla.  De eso no se habla.

Me encanta hablar con los taxistas, claro, un tanto menos que ir a la cachina, solo o con mi mujer, y disfrutar y nutrirme de la lengua que concentra allí mi ciudad, sumada en estos tiempos, a la que habla la legión de  venezolanos que encontramos por doquier.  En fin, mirando una y otra vez por su retrovisor, el taxista me habló; mejor dicho,  pareciera que se desahogó conmigo:

-Pero si sólo pregunté por lo que haría Vladimiro Montesinos diariamente, nada más.  Sin importarme mucho la cosa, además.  Porque sabemos mucho, por la prensa, de cómo es la celda de Fujimori y su rutina: su salita, su baño, su media hora de recreo.  Pero del otro, nada, ningún tipo de detalle, Mister.

-Ah ya, intervine.

-Dije aquello y uno de los cabrones, antes de bajarse del auto, me apunta en las costillas con un fierro y me dice bajito: “de eso no se habla”.  Fueron tres hombres de terno oscuro que me llenaron el carro por lo corpulentos que eran.  Nada más eso dije, amigo.  Perdón, ¿a dónde lo llevo?  A sí, al cruce de Guardia Civil con Javier Prado, correcto.

-Usted tiene razón, tienes toda la razón.  Alguna vez ha salido el tema, con otros taxistas, y se tejen muchas historias con el tío Vlady.  Que, por ejemplo, sale por las noches a tomarse sus tragos, justo cerca de aquí.

-Pero si eso es cierto, varios colegas míos lo han visto.  Chupa junto a sus guardias y con mujeres.  Muy ricas costillas.

El hombre se animó con la conversación, yo me tranquilicé, pero de pronto otra vez musitó:

-Aunque, de eso no se habla, no se habla.

»Leer más

ECOTECNIA… CON-TACTO…/ ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO

 

“Testigos los testículos solares.” Octavio Paz

A Jacques Derrida; a Gilles Deleuze; al pintor Francis Bacon, in memoriam

 

A Jean-Luc Nancy

 

Él podía también, utilizando su pincel dionístico y esquizo, consagrar en un instante las bandas de carne indecidible —travesti, hombre, cerdo, vaca, dios-dolor sacrificados—, colgadas latiendo, gimiendo, en los cautelosos garfios de la carnicería secreta, fantasmagórica, siniestra, en claroscuros desangrada.

 

Tocinería clásica, maquinal y manierista, popular-informal y barroca, futurista-urbana y onírica, la que urdía rizomática la trama tan corpórea, golosa, inexorable, de un viejo agazapado por detrás de su bulimia, remoto, agotado, humanista, cuando mira en carne viva su anatomía esquemática, duplicada con variantes de sí como de otros, pueblo informe desollado, (a)di-vino, sollozado, carismático-fonético, grafemático en espejo de las nuevas cosmobelias…

 

O podría ser quizá un rostro absorto en el rumor de su cuántica materia, mas luego manifiesto su vibrar molecular de cara intensa, colindando con la carne animal, proliferante, que dice un “no” fecundo a la hipóstasis del Verbo, al silente diferirla, dislocada en diferencia, bríotexto maquinal y caosmótico…

 

¿O estaría el Yo en presencia de una gran terrible ausencia: corte, hiato, “fin final” del hombre metafísico, imprevista la sutura, diseminación ecotécnica de lo háptico innombrable: intrusión lo posthumano protésico que sangra?

 

En fin, podríamos estar confrontando aquí, extraños, alienígenas nosotros, en esta imagen est/ética, figurativo/estallada, vagina del Afuera germinante, una suerte proteiforme de arte-cáncer enjaulado —grito en fiebre de la “carne loca y ciega que se abisma”, que inaugura nuevas formas de otredad, de alteridad en la distancia y su reverso—: la grafía inverosímil de lo (im)propio en lo semántico.

 

Así dice una letra la “yección”, la interrupción, en la fuga de lo bello roto al fin en el con-tacto, en la membrana, intenso devenir “la vida muerte”, en singular-pluralidad, “local, modal, fractal”, del tacto indecidible y ecotécnico…

 

¡(No) hay relación sexual! ¡Oh síncopa que narra nuevos cuerpos que se hacen, convulsionan y deshacen, que transitan su erotismo polimorfo por la carne-(sin)sentido que modula y (re)genera, sin origen ni presente, otro amor inabarcable, pujanza de lo neutro, el gesto roto en rito primordial de la existencia!

»Leer más