Quiero hacer constar
esos sencillos veinte metros verdes
del árbol de mi patio
meciéndose en mayo
en su secreto enorme
tocado aún del brillo de la tarde.
A ras de tierra, el tejo, que no podo
derrama espina y sombra.
De pronto, alguna luz,
dos golondrinas nadan paralelas
tras el techo
y empieza a abrirse el cénit
del planeta.
©Alan Smith Soto, 2020