Archivo por meses: octubre 2019

La 22 Feria Internacional de Libro Santo Domingo rinde homenaje a Nan Chevalier

El Viaje sin retorno desde un puerto fantasma, nueva novela breve de Nan Chevalier (Santo Domingo, R.D.: Editorial Búho, 2015), comparte con Aura –aquélla célebre de Carlos Fuentes– más de una significativa coincidencia: punto de vista, en de la tan vinculante segunda persona singular (tú); la historia de un sujeto inepto para vivir el tiempo presente, Felipe Montero o Ludwing Echavarría; y un espacio cerrado y no menos fantasmagórico, la casa de Doña Consuelo o la capital de la isleña República Dominicana, Santo Domingo:

“[Puntualiza Don Emir, amigo fortuito de Ludwing] -¡Záfese de este ambiente!- susurró con dramatismo-. Ahora quien importa es usted. ¡Záfese! -exclamó de pie-. ¡No permita que esta se convierta en la ciudad de sus ruinas!”

Asimismo, y a modo de un círculo concéntrico mayor, una aguda e inquietante reflexión sobre el amor de pareja en medio del páramo de la incomunicación familiar; del desasosiego por el exceso de trabajo o la falta de él; y, sobre todo, de la opacidad de nuestras propias identidades y existencias.

“[Habla Rosanna, la esposa de Ludwing] Pero escucha esto, azaroso de mierda: nunca se te ocurra llamar a mi casa, puerco de arrabal, FRACASADO, con mayúsculas”

Como un ingrediente adicional –y más específicamente caribeño– se halla la reflexión cultural y social, también presente a todo lo largo de la novela del, asimismo, poeta y profesor universitario, Nan Chevalier:

“El negro se percibe en el aire”; “en estos días Ludwing ha terminado por aceptar que la verdadera maldad anida en la clase social más encumbrada”; “reconfirmaste que en estos bajos estratos la gente es más abierta de pensamiento que en la llamada clase media. Son más flexibles ante la impredecible agenda del diablo”; y un largo etcétera.

Tampoco están ausentes el humor y la observación inteligente; ni mucho menos la poesía, más bien, de una epifanía parca y austera, rasgos típicos de la lírica de nuestro autor.

Por todos estos felices motivos, que no son pocos, saludamos y congratulamos esta nueva obra de Nan Chevalier, autor dominicano de vocación singular y derrotero propio. (P.G.)

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UNA OLA ROMPE (novela breve en pdf)

El poeta no es poeta si su poesía se encuentra estática y congelada como los museos. El poeta es un mago. Un ilusionista que se mueve a través de la materia. Se mueve a través de las letras pero sobre todo a través del silencio. Pedro Granados dijo: “Un poeta debe ser eminentemente auténtico” (http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Granados_Aguero). También afirmó “uno debe ser auténtico y no un pinche imitador” en la presentación de Poesía para teatro (Cuernavaca, Morelos, México: La Cartonera, 2010) en La Casona Spencer. Sus versos quedaron impregnados en las paredes del recinto y su voz grave y potente nos han recordado desde entonces que la poesía es la aventura más grande de nuestra existencia. Es decir, elegir el camino menos transitado. Arriesgarlo todo. Su poesía está viva como una ola que rompe contra las costas de la indiferencia. Sus textos circulan libremente por la internet y su independencia literaria nos comprueba que escribir es posible. Escribir LITERATURA afuera de los grupos y mafias del continente. Sus letras son una perra rabiosa que se niegan a estar inscritas en una “escuela poética”. La poesía es rebeldía. La poesía cabe en todos los espacios incluso en la novela y el cuento porque son lenguaje y eso no se puede  matar. Una ola rompe, cuarta novela breve de Pedro Granados, texto que protagoniza Juvenal Agüero luego de Prepucio carmesí (2000), Un chin de amor (2005) y En tiempo real (2007) explora las posibilidades de los textos enmarañados como una telaraña virtual donde ensayo, poesía, narrativa, prosa epistolar electrónica y entrevista se unen para formar un texto experimental y arriesgado. Las fronteras se borran. La novela es un juego, un espejo, un laberinto. La continuidad y el oxígeno para un personaje querepresenta al poeta latinoamericano con todas sus fragmentaciones y universalidades. Una ola rompe plantea y aborda la soledad que se vive detrás de un monitor. El proceso creativo en la cotidianidad. El amor como un imposible que se construye a partir de la imaginación y de la idealización de los cuerpos, pero también es una novela que se inscribe dentro de la nueva realidad virtual en donde se hallan las posibilidades modernas de las estructuras literarias y de las relaciones humanas. Un autor peruano viviendo en Brasil que edita su libro en México en una cartonera naciente y cuyo proceso de edición se ha gestado en Internet aprovechando los nuevos medios de comunicación, ése es Pedro Granados, un autor que también protagoniza su novela, que se esconde, se descubre y se revela; se desnuda, nos miente, nos confiesa, se burla.

Es imposible encasillar Una ola rompe en un formato tradicional. Pedro Granados ha sido un escritor rebelde y su obra ha sido así diferente, no habitual, única. Ésto por supuesto no quiere decir que no sea un ávido lector que asimiló la historia de la Literatura Latinoamericana y que ha permanecido atento a todo lo que ocurre en el mundo. Es un espía, un voyeur de la condición humana. Un ente que navega intermitentemente en el mar de la Internet. Es un escritor que está vivo y vive (que no es lo mismo). Nos encontramos entonces ante un texto que no es fácil de leer y sin embargo su lenguaje nos resulta sumamente familiar. Es un texto que evoca a los fantasmas de la escritura. Un algo nostálgico inunda sus páginas. Un texto deforme e impredecible como lo es el mar. Es un texto que cuenta pero que también nos muestra lo invisible escondiendo la trama y lo evidente en una urdimbre de momentos y anécdotas. Un texto que resulta una fiesta para el lenguaje. Una celebración de la palabra. Un texto que nos remite al pasado. Ese tiempo pretérito que aún respira entre los acantilados de la existencia. Un texto que nos abandona dejándonos con el deseo de volver a la obra de Pedro Granados que es un futuro que él ha construido y que no existe salvo en la palabra.

Davo Valdés de la Campa

Jiutepec, Morelos. 2012

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Monólogo de Juvenal Agüero*: Luego de los tres millones de visitas a este blog

Tengo una cantidad innumerable de enemigos literarios; de izquierda y de derecha; del submundo  y del cielo.  Los cuales no cambiarán de opinión  sobre mi obra porque de hacerlo, a estas alturas, significaría admitir que estuvieron despistados en el juicio o, peor aún, actuaron con hartísima mala fe.  Es más, ya que para el que escribe poesía por lo menos la mitad del asunto estriba en ser un crítico con olfato; aquello sería admitir que fueron poetas mediocres y, por lo tanto, en este aspecto  también existieron  en vano.

Es un milagro que haya persistido en la poesía sin grupete de amigos; sin ser líder de nadie; y sin que me hayan fagocitado como requisito previo  para algún  halago.  Mi invisibilidad, asimismo, constituye prueba irrefutable de que la poesía (la crítica) de los últimos cuarenta-cincuenta años en el Perú propiamente ha desaparecido; aunque no por esto sea menos activa, influyente  o decisoria.  Invisibilidad al cuadrado, para ser más exactos, porque los extranjeros que leen la literatura de este país andino se apoyan a su vez en lo que les informan o seleccionan los ineptos o, más bien,  monitoreados especialistas locales o peruanistas.   Bola de nieve, entonces, intrascendente y, desde ya, extinta.  La cual, y de modo semejante,  no se ha percatado, por ejemplo, que  Prepucio carmesí (New Jersey, USA: Ediciones Nuevo Espacio, 2000) constituye la primera novela del siglo XXI escrita por un peruano overseas.  Trasandina, archipiélica, simétrica.  Aventura, nomadismo, mediación multinatural.  Carente de melancolías identitarias ni con el espíritu –típico o, peor todavía, profesional, oportunista– de  un sujeto andino permanentemente damnificado.  Páginas que escapan de la canónica literatura de viajes.   Subalternos entendiéndose entre ellos; pobres (de amor) atendiendo a otros semejantes.  Post-exótica y post-indigenista.  Y que apuesta más bien por la complejidad u opacidad desde el origen; por la red de vasos comunicantes que, entre todos los seres humanos (incluidos los animales), yacen sumergidos.

Cómo podría justificarse, pues, toda aquella legión a la que aludo.  Que todo lo hicieron por alimentar lo mejor posible a sus vástagos, vale; que sus progenitores fueron militares y que a ellos, tampoco, nadie va a pisarles el poncho, salve; que cierta iglesia católica y cierta oligarquía  les aseguraron su puesto en un periódico o en alguna universidad, allá ellos; que mientras más ignoraban incluso mucho mejor les iba, es lo usual; que en el intento de manipular a todos lograron finalmente manipularse a sí mismos, también es lo usual; que ignoraban mayormente, que no sabían, pase.  Pero que de ninguna manera pudieron con Juvenal Agüero el cual, al final,  les ganó la partida, de esto justamente  trata la presente y no concluida  novela.

De esto y de lo que diría acaso un joven crítico profesional; o una joven crítica que entenderá todo primero en inglés.  Un crítico de estos precoces y sabiondos, a veces de sonoro apellido, e incluso algo simpáticos, a los que martirizó su papá.  Y que por esta razón se afirman, a como dé lugar, en aquello que ignoran.  Y se empecinan, a la par de la institución que los ampara o los financia, en hacer escuchar su preciosa voz,  dicho sea de paso, absolutamente inofensiva. Que cómo no reparamos en Juvenal Agüero  mucho más temprano; de lo ciegos que andaban los grupos de poder y sus instituciones, etc., etc., etc.  Mejor nos anticipamos a todos ellos y desde ya rechazamos sus discursos, en conjunto y el de cada uno por separado, y lo decimos  directa y expresamente nosotros.  Antes que el largo brazo del remolino nos alcance o que la piedra sea muy gorda y alta sobre el río.  Ahora que estamos todos reunidos todavía aquí. Habrase visto.

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[La poesía no es una musa]

Para Charito

La poesía no es una musa

La puta de todos (los poetas)

La poesía no es la revolución

¿Cuál de ellas?

La poesía no es uno más

Entre otros varios cuentos

La poesía es ser un animal

En esto estamos de acuerdo

Aunque no se trate de  pergeñar

Discursos sobre animales

En esto funcionaría aquello de Huidobro

“No cantes al animal

Hacerlo animarse en el poema”

Que es lo que no hace, por ejemplo,

Montalbetti en su testamento digo

En su último y definitivo poemario

Evidentemente

La clave de la poesía que ha sido

Y que no ha dejado de ser

Es ser simétrica

O post antropocéntrica

No constituye expresión de uno – T.S. Eliot

Sino que siempre teje una red – C. Vallejo

Acepta que ejerce una mirada alternativa

El zorro de arriba y el zorro de abajo

Sería una buena muestra de ello:

Monismo e inmanentismo a un tiempo

Como cuando uno se abalanza sobre una flor

Se sacia y luego va hacia otra flor

Pero la flor permanece intocada

A la poesía y a su crítica

En el Perú

Al igual que a toda su cultura oficial

No le faltó vuelo

Aunque éste fue ramplón, atado a su libro

Colonizado por su canon

Lo que le faltó fue ganas, libertad, deseo

Salvo aquel

“Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga”

La poesía no es la izquierda condenada al fracaso

No por resentida sino

Tal como la derecha

Por mezquina, achorada y mediocre

Que el resentimiento

Constituye la madre del cordero

Repasamos entonces

En ritornello

Poesía no es el trabalenguas

De los que no se atreven a vivir

Tallados como estamos

Por una ubicua literatura de autoayuda

Ni experimentar

Algo por sí mismos

Ni su nacimiento ni su matrimonio

Ni su prematuro o dilatado deceso

Nos cae encima el telón

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Olga Tokarczuk/ Isabel Sabogal

Queridos todos
Feliz con el Premio Nobel otorgado a Olga Tokarczuk comparto aquí mis reseñas de algunos de sus libros.
Isabel

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El ballet del Joker

La felicidad incontenible que brota de este ballet de Joaquin Phoenix, en Joker, sólo es comparable a la que inspiran los versos de Leaves of Grass de Whitman o a las escenas de The Gold Rush de Chaplin.  Me ha reivindicado con la cultura anglófona, en particular, con su cine; y, muy en específico, con la brillante tradición de la inclusión del lenguaje de la danza en el cinema norteamericano.  Resulta paradójico tener que estar locos para experimentar tamaña energía y celebración de la naturaleza.  Sí, en medio de su minimalismo, exultante naturaleza: cielo, granito, sombras amigas y cómplices.  Bravo también por Todd Phillips.

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Tienes un ojo bueno

Y el otro muy malo

Me dijo María Cecilia

Mientras se disponía

A tomarme la foto

Que sirvió para ilustrar

Mi tercer poemario

Vía expresa

Sus converse violetas

Es lo que más recuerdo

Y su escueto pero bello derriere

Pero que no es para todos

Como me dijo a su turno

Sobre su propio derriere

Una princesa iraní

Que fue mi compañera allá

En Providence, Rhode Island

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Como susurraba una espontánea

Y devota señora

Cada vez que nos veía pasar

Tomados del brazo

Semejante al modo como se prosternaban

Ante la belleza de Manoli

Allá en su natal Granada

Al doblar conmigo cualquier esquina

Y semejante a la esfinge de negra

Ancestral matrona tótem incienso

De mi falo y de mi dicha

Sobre aquella media isla

Donde errar constituye lo correcto

Negra ella y negros nosotros

Tienes un ojo bueno

Y el otro muy malo

Como de la risa al paladar

Como del balón al gol

Como del río al río

Ignorante de que es el Ganges

Ni mi pecho  de tortuga

Desde el que escribo

Sabe que soy un hombre

Que intenta ser sólo un hombre

No un caballo no una yegua

No el jilguero que canta a mi oreja

Cuando menos lo espero

Ni este ruido masivo sordo

Tal una catarata

Que es mi sangre

Que no se acomoda

A la moralina

De todos los días

Sarta de buenos y de malos

Que han dejado de ser simplemente peces

Entre el terror a decir una palabra de más

O de fingir ni un gesto de menos

E irnos derechito a vivir al congelador

De los civilizados de los burócratas

De los ubicuos tinterillos de la existencia

Pero tonta no soy

Tonto tampoco

Sólo asimétrico en medio de la simetría

Cuy y cernícalo

Avispa y avispero

Culpable e inocente

Y muy bello cuando me atrevo

A acompañarte

A saber percutir la piedra

A iluminarnos

A incendiar la pradera

Que somos todos y cada uno

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Socios encantadores

Con escamas espinas pensamientos

A modo de piel

Y una enorme sapiencia para realizar el amor

Que pareciera no ser este mundo

Pero que sin duda lo es

Pero que sin duda lo ha sido

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