Hice todo lo posible por prestarles oídos, pero, a cambio, no han escuchado absolutamente nada, poetas de la media isla donde errar es lo correcto. La poesía no son lecturas; sí, dignidad. ¿Cómo es posible ser escritor si trabajo para el Ministerio de Cultura? Si me entrevero –hasta perderme de vista– en la lógica de lo burocrático, el amén, el empellón, lo políticamente correcto. En este contexto la poesía es imposible, por más que acaso sobrenaden allí el talento y la inspiración. La poesía a ninguno interesa, sólo la imitación de lo ya consagrado; sólo la inmediata y obscena figuración. A poetas de derecha e izquierda me refiero; canjeables o intercambiables, todos, por lo demás.
Asimismo, la crítica de la poesía allí es una copia fotostática del proceder de los poetas. Caverna al cuadrado. Ignorancia honda. Muñecos maniatados por ventrílocuos análogos .
Juvenal Agüero