Queridísimo:
Me leí tu libro [Breve teatro para leer: Poesía dominicana reciente]. Agudo, diferente, apasionado. Insisto en que debe publicarse [en la República Dominicana]…
Un gran abrazo, amigo cevichero…
Siempre siempre
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Querida amiga:
Me has captado. Parte esencial de mi amor a la Española es la crítica. Milito, desde que era un muchacho y me enamoré por primera vez, en el encuentro cultural de lo andino y lo caribeño (incluido el Brasil). Mi ejercicio crítico, aunque casi invisible, no es indiferente al poder institucional a nivel regional (el Perú a la cabeza). Recuerdo que cuando destrocé una antología infrarrealista desde Lima, que salió con los mejores auspicios y de lo más contenta de sí misma en el DF, un escribiente mexicano dijo por ahí que “Granados, otra vez jodiendo desde su ratonera” (mi blog). Y es que a una ratonera o a la posteridad estamos confinados los que ejercemos la poesía y la crítica de modo gratuito; es decir, y en primer lugar, agradecidos íntimamente de su propia epifanía y recurrencia. Incondicionales. Por lo tanto, ejerciendo una práctica por la cual no se cobra; ni se ahoga por un cupo académico ni poder mediático. Obvio, sin soslayar asimismo que este tipo de postura creativa y crítica tenga –a fin de cuentas y a pesar de su opacidad o apariencia inocua– un peso político extraordinario. Esto lo saben muy bien aquellos que dirigen las instituciones culturales –los cuales son los pocos que piensan y se ciñen a una agenda política predeterminada, los demás son funcionarios que repiten y aplican– y por este motivo, y por lo general, Granados les jode. Ojalá la poesía se nos siga presentando, hasta el final, como un regalo. Gratuitamente.
Con mis especiales saludos a la Casa de la Literatura Peruana. Porque, acaso en un próximo gobierno, se convierta verdaderamente en casa de todos; y no sólo de los más anuentes o mediocres.
Desde mi árbol… para mí, tu crítica, por lo que nos ayuda a ver y saborear, a conocer nuevos poetas o a descubrir caminos alternos de lectura; no sólo jode, sino que también permite mantener viva la poesía en estos tiempos.
Muchas gracias, estimada Aldami. En realidad, siempre he percibido que no estoy solo. Es más, que desde hace poco se va abriendo un tipo de espacio inédito para mi trabajo (poemas y ensayos) en la región. Basta con tres ejemplos muy recientes: tu generosa lectura; el haber sido acogido por el Ministerio de Cultura de la República Dominicana para asesorar talleres de poesía en la media isla; el que se siga difundiendo, y con nuevos bríos, mi ensayo de 2002: Los poetas vivos y más vivos del Perú.
Gracias otra vez,
Pedro