Algunos descerebrados repetidores de lo dicho por otros, prácticamente preparan al pueblo dominicano para una confrontación civil a gran escala con el pueblo haitiano, sin detenerse a medir las consecuencias de su efervescencia patriotera y pueril. Una guerra entre ambas naciones no convendría a nadie. Ese tipo de propaganda es el efecto del resentimiento y de un mero impulso irracional de venganza que prestaría un muy flaco servicio a los intereses populares de ambas naciones. Esta campaña bélica prepara indirectamente el terreno para una segura intervención militar norteamericana en la Isla, con las consecuencias que todos conocemos: más control foráneo de nuestro territorio y más saqueos imperiales de nuestros recursos….
Es preciso recordar que Juan Bosch nunca creyó en el antitrujillismo “nacionalista” y “patriótico” de aquellos oportunistas “caballeros” dominicanos que, muerto Trujillo, se repartieron el Botín hablando en inglés, en italiano, en francés…. o en español “castizo”… pero siempre de espaldas al pueblo.
Sigo creyendo que la mejor forma de plantear y abordar en la presente coyuntura las diferencias entre Haití y República Dominicana, la constituye el diálogo profundo y sostenido entre actores políticos efectiva y realmente representativos de los genuinos intereses mayoritarios de ambas naciones. ¡Basta ya de demagogias!
http://tamborgriot.blogspot.pe/2014/04/basta-ya-de-demagogias.html