Tino Villanueva, Alan E. Smith y P.G.
Allí donde está el cuerpo, allí se juntarán las águilas (Lucas 17,37)
Yo no soy un hombre de posibles
tampoco soy un hombre
de probables,
sino del caminar
marimba a cuestas,
sino de la cadera en los lagares,
sino de cuando
estruja el justo
el negro,
o da el penúltimo
en el valor
del blanco.
Cuando el papel
ardió
fuera del útero,
y se supo ajena
la rodilla,
parecía la tarde
ocurrir fuera,
cuando la cueva entera
hería su piedra
a una cierta distancia de la madre,
y ya no fue posible
la mentira
en una sola gota de madera.
Cueva con sábana
Adonde llegó
corriendo
en cal alada,
ya se había desnudado
de su muerte,
y colocado,
doblándola,
la paz en un rincón
doméstico de piedra,
antes de que
la ausencia allí presente
fuera una blanca sábana de tiempo.
Lo sé,
que estuve en esa cueva
por donde la montaña ululara.