El día muere
y ellos son dos en la red
rostros blancos e ignorantes frente al mar
*
La piedra se derretirá en lágrimas
así como aquel hombre que al mirarla se
[convirtió en SAL
Su sollozo eterno
será el grito de un infante
Lida duerme en su pétreo lecho
*
Lida jamás fue tan pura como ahora
–dorado guijarro–
que dejó la impenetrable roca
Lorena Flores-Moscoso, Sal (Guatemala: Catafixia, 2011)
de difícil santificación
de forma inconfundible su vestido hecho de nudos
hecho de cochayuyo
hecho de restos de animal
apasionado su vestido
hecho de fibras vegetales
hilván con hilo mineral
*
con estupor
piensa
en la fragilidad del cuello
Marcia Mogro, Excavaciones (La Paz: Plural, 2009)
Kaffeklatsch
añorar
una boca
deslizar un nombre
sacarnos los zapatos
hablar de los pezones
de la línea
del vientre
donde se instala el deseo
lo dicho ya lejano
de alguna cólera
tolerar lo justo
y renacer en el pacto
que las diosas nos concedan
seducir por más tiempo
Marta Cwielong, Pleno de ánimas (Buenos Aires: La Guacha, 2008)
Esta mano-ojo frente al signo: palpitar rondándome las piernas.
He ido en este ímpetu y el muro. Un resquicio donde se cuela
el cielo. Por ese instante vale la pena estar vivo: como extraño,
mosca, silla, vientre hermafrodita, sólo por el instante del más
allá se está dispuesto a morir cientos de veces en esta esfera,
seno que nos amamanta y del que bebo la
leche de mis palabras.
*
Él ya no está aquí
y el libro que escribí mientras lo amaba
está a punto de ver la luz.
Jenny Asse Chayo, Escarabajo (México: Praxis, 2010)
Varios poemas, varias autoras, varias nacionalidades, con un ritmo acaso común: el sonido del inconsciente: aquello indeterminado: la poesía como un sagrado y radical secreto. Algo que, en general, los versos demasiado civiles de los varones ha descuidado: mucho ruido para tan pocas nueces.
Me encantaron!!! Desde el cuerpo al infinito… y más allá…la mente hacia adentro
Me soprendió gratamente Barranquilleras, que me suena maravillosamente desde
>el sonido de las palabras en Buenos Aires, porque seríamos transitando
>el borde del barranco, que creo que en diferente medida cada una de nosotras,
>(las que vos elegiste, luego de precisa lectura) estamos haciendo el equilibrio
en el borde mismo.
>Te agradezco tu lectura y que me hayas unido a Jenny, Lorena y Marcia.
>Te mando un abrazo
>Marta