AMOUR NOIR
a J. A.
por amor te arrancaría
tus hermosos ojos verdes
con los cuales me desdeñas
sólo ciega me amarías
Alberto Martínez-Márquez (Bayamón, Puerto Rico, 1966)
Biografías y poemas de los poetas
Encuentro poético
jueves 21 de marzo de 2013 a las 10:30 en el Salón Tarzán.
1. David Capiello es director de Ediciones Aventis y profesor. Obtuvo el grado de Maestría en Literatura Hispanoamericana del Departamento de Español y Portugués de La Universidad de Minnesota. Fue miembro cofundador y subdirector de la revista El Sótano 00931. Sus libros son Comunión antropoética (Isla Negra, 2006), Casquillos (Aventis, 2008) con el que fue premiado por el PEN Club de Puerto Rico como uno de los mejores libros de poesía publicados en el 2008 y recientemente ha publicado Mi sal (Aventis, 2011). También fue mención de honor en el 2004 del Certamen de Cuentos de El Nuevo Día. Su trabajo creativo como investigativo ha sido publicado en antologías tales como Poesía de Puerto Rico. Cinco décadas 1950-2000 (El Perro y la Rana, Venezuela), Open Mic (CUNY), Los rostros de la hidra (Isla Negra) y en revistas como Calabash (NYU), Cupey (UMET), Cuadrivium (UPRH), Ceiba (UPR, Ponce) y Revista de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico (UPR,RP). David Capiello es director de Ediciones Aventis y profesor. Obtuvo el grado de Maestría en Literatura Hispanoamericana del Departamento de Español y Portugués de La Universidad de Minnesota. Fue miembro cofundador y subdirector de la revista El Sótano 00931.
Pequeños bodigos
Si pudiera destazar
en versos
tan sólo uno de mis poemas,
y lavarles la sangre
en leche recién destilada:
para hacer con ellos
pequeños bodigos
empanados en harina.
Si tan sólo pudiera
macerar en letras
uno de mis versos,
y condensarlo en pulpa
de pecho ya seco,
y libar de este
el blasfemo germen
disidente
de la divina inconformidad
salvadora.
Si al menos una estrofa,
deshecha en palabras
y entretejida con las canas
de mis culpas
pudiera abrigar
a quien duerme desposeído
bajo esa escalera.
Cuánta palabra
para nombrar
lo que es desgracia;
tantos nombres
para miseria
y sólo poder nombrarla.
Si pudiera destazar
en versos
sólo uno de mis poemas,
y cubrir de carne
tantos huesos…
Si Dios me lo permitiera;
aunque sean
no más de dos…
quién sabe si tres…
Hasta cuándo
…y los niños de mañana
no nacerán sin índice.
–José María Lima
hasta cuándo alimentaremos
un cuándo que no mengüe,
por qué siempre un cómo
que sin coma nos coma,
de dónde un dónde
que nos dé el don de ayes florecidos
hasta cuándo, María Lima,
la sal seguirá eludiendo
‘las vías del sudor’
y el eco de la misma ahuyentado,
de aullido silenciado,
será ausencia sumada a la ausencia,
hasta cuándo no sólo los pies sino el camino
le será arrebatado al caminante
hasta cuándo Molar
inmenso
hermano
de los dientes ya reunidos
continuará la sombra atravesando la palabra,
haciendo la tarde de vísceras amuralladas
un cuando sin acento es necesario
y sólo una cosa me incomoda:
para qué mañana
si ahora se hizo tarde
una diluvial precipitación de acentos
sigue mascullando un cuando
como
y donde
y yo como tú María Lima
quisiera
‘para mis ojos luz o sombra’
pero no pienso esperar
a que la uña dicte la hora
ni hasta el día en que el pan
se gane las manos
con el sudor de su harina.
Plástica
Pinceles atómicos
nos pintan la vida
de sólidos colores
y caminamos sobre la pintura
tomándola por lo pintado.
2. Julio César Pol (agosto de 1976 al presente) es escritor, editor, evaluador y economista. Nació en Ponce, Puerto Rico. Fue cofundador de varios de los grupos literarios más relevantes de la década de 2000 en Puerto Rico: El sótano 00931, Colectivo literario, Botella al mar y La generación del nuevo ‘98. Fue Director de la revista El sótano 00931 (2000 a 2007), y Coordinador General de los encuentros de (De)Generaciones. Ha publicado los libros La guerra de las Galias (edición de autor), La luz necesaria (2006) e Idus de Marzo (2008), estos últimos bajo el sello de Isla Negra Editores. Ha sido incluido en antologías de escritores jóvenes latinoamericanos como Tránsito de fuego (2008, Caracas) y 2017 (2010, Buenos Aires). Además ha publicado en revistas internacionales como Letras salvajes (2004), Hostos Review (2005), Aullido (2006) y Baquiana (2006), entre otras. Como editor publicó la antología Los Rostros de la Hidra (2008); y como coeditor, Poesía de Puerto Rico: Cinco décadas (1950-2000). Posee un doctorado en Economía y se encuentra culminando su segundo doctorado en Evaluación.
Detrás de usted
Si mi talento se fuera detrás de usted
le tocara la puerta
se embriagaran juntos
la tomara desvergonzadamente
desde el sofá
por el cuarto hasta la cocina;
y se quedara a vivir con usted.
Nos encontraríamos en la incómoda situación
de que tendríamos que hacer espacio
para un tercero.
Para cuando mi madre
mi tía y mi abuela mueran
Preñaría a todas las mujeres del mundo.
Mientras más feas
o hermosas, mejor.
Seré el evasor de pensiones alimentarias
más grande.
Y mi deuda y mis órdenes de arresto
llegarán a ser mayores
que la deuda externa latinoamericana.
Preñaría a todas las mujeres del mundo
una a una hasta caer seco.
Irrumpiré en las casas en las horas del sueño
de los maridos celosos y los amantes;
las tomaré lentamente
y me alejaré
mientras ellas sonríen.
Las viejas irán con sus vientres hinchados
y sus senos florecidos en leche;
bendiciendo mi nombre.
El mundo se convertirá
en el utopos perfecto:
mi rostro por todas partes.
Passionata
El sonido estremecedor
de una bragueta
precipitándose.
Esa será nuestra canción.
3. Nieves Mieles, Edgardo (Hatillo, 1957): El ramalazo de semen en la mejilla ortodoxa o De cómo un poeta recién casado corteja la poesía a escondidas de su esposa y otras taquicardias (Arecibo: Ricardo Garúa, 1987); El amor es una enfermedad del hígado (SJ: Comisión Puertorriqueña para la Celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América y PR, 1993); Las muchas aguas no podrán apagar el amor (SJ: Isla Negra, 2002); Este breve espacio de la dicha llamado poema(Isabela: Espejitos de Papel, 2006); A quemarropa (Isabela: Espejitos de Papel, 2008); Estos espejos ciegos donde palpita la música del mundo (Isabela: Espejitos de Papel, 2009); Las ceremonias de la angustia (NY / Monterrey: El Barco Ebrio & Homo Scriptum: 2012) y Con las peores intenciones (Isabela: Espejitos de Papel, 2012). También ha publicado los relatariosEl mono gramático y otros textos (Barranquitas: YagunzoPress, 1995); El maligno fulgor de la desdicha(Isabela: Espejitos de Papel, 2012); y a 2 manos con José M. LiboyErba, Las aventuras del Pez Gato (Isabela: Espejitos de Papel, 2012). Junto a Max Resto, codirigió la revista En Jaque (1992).
Prozac Blues
No sé exactamente cuánto hace
que recogiste tus cosas
y te largaste de mi vida.
Pero a pesar de que ciertos vínculos amorosos
suelen ser más fuertes que el KrazyGlue,
el almanaque, como de costumbre,
mudó su monótono plumaje.
Las estaciones cumplieron
los rigores de su lento oficio.
Las palomas que comían de tu mano,
huyeron en perfecto silencio asustadas
por el bullicio de los grandes días.
Las nubes del poniente,
aquéllas que en otro tiempo
fueron mudos testigos de nuestros votos
por permanecer unidos hasta que repicase
campanas la pelona, zarparon
en pos de nuevas y mejores quimeras.
Nunca más el joven cartero
volvió a pronunciar tu delicioso nombre
y de seguro los desnudos eucaliptos
y el enamorado balcón también han empezado ya
a olvidar tu abrigo verde con dragones bordados en oro,
tu sangre azul y la música secreta de tu alegría.
Y en tardes como ésta
en que aún el Sol es un gigantesco huevo frito,
cuando miro la raya del horizonte
con un aguacero en los ojos,
tu rostro se pierde en la bruma de la distancia.
En tardes como ésta,
en que sólo la abulia guía y empuja mis más íntimos actos,
el recuerdo de tu pamela, esa extraña corola de hielo y azúcar,
como súbito relámpago de nieve,
me deslumbra hasta caer de bruces
en los ensangrentados geranios del jardín.
Y entonces, es el mar colmándose nuevamente los dedos
con sus regias magnolias de sal.
Después de todo, aún el escarabajo
instala su morada en el excremento,
pero los muy pulcros gatos conservan la antigua
y sabia costumbre de cubrir los suyos
con tal de aguarles la fiesta a esas lascivas moscas
que apenas intuyen el posible festín,
se acarician las patas delanteras
cual inescrupulosos prestamistas.
Antes te soñaba.
Luego, no me dejabas dormir.
Hoy, hoy sólo eres menos.
A fin de cuentas, las navajas
y el café rinden más.
Aún te extraño,
pero con alivio.
Fin del viaje(Sistema referido a e. e. cummings)
La claridad del mundo resbala sobre nuestros cuerpos.
Los músculos se relajan hasta perder su felina elasticidad.
Y es como si nos rozara un ala en pleno vuelo.
El aire se impregna de un agradabilísimo perfume.
En nuestra fatiga el silencio abreva su sed,
mientras sus agujas de alta costura enhebra el amor.
Te abrazas a mí, no sólo para reposar
de la húmeda e intensa cabalgata,
sino para sentir cómo me hago cada vez
más pequeño dentro de ti;
cómo la veloz carrera de mi aún exaltado corazón
una vez más recupera su ritmo normal.
La habitación sigue flotando
en la rica y extraña estela de aroma.
Me abrazas.
Me abrazas con ternura.
Dulcemente.
Mientras debajo de ti,
nuevamente mi cuerpo
cede a los reclamos del descanso
que exige tan irrepetible simulacro.
Una vez más, la muerte
nos ha rozado.
Borrador para el epitafio del vidente que con su propia sangre trazó la más fabulosa cartografía del infierno
Tumbado sobre la húmeda y mullida hierba del bosque,
con los párpados apretados como una ofrenda al olvido
y con tal de palpar los salvajes acantilados de espuma y sombra
que día tras día borda la cordura, me apresuré a esconder
en mis bolsillos la torpeza de estos dedos manchados de tinta.
Con ardiente paciencia intenté cambiar la vida.
(La araña y el murciélago fueron los sacerdotes
de mi secreta sabiduría.) Contemplé, con la terrible
sonrisa del idiota en los labios, cómo mi habitación
se convertía en una tormenta de girasoles.
(Después de haberlo visto todo,
al fin la madera se descubrió para siempre violín.)
Con tal de ocultar los velámenes de mi desarraigo,
me hice esa máscara de brea y azufre
que ahora contemplas al pie de mi sucio y olvidado sepulcro.
Devoré las más deliciosas rosas embadurnadas de mantequilla.
Mordí la culata del fusil del joven soldado.
Lancé por doquiera los relámpagos de mi soberbia,
mientras el odio se me instalaba en el costado izquierdo
como una brújula enloquecida.
Las doradas arenas del desierto
embotaron para siempre la ebriedad de mis sentidos,
pero con leve temblor de ala desplegaron ante mí
los esquivos bálsamos del mundo.
La caravana de mártires y santos que aún se extiende
por toda la ciudad como una descarga de pólvora,
sólo me mereció un disturbio de hilaridad.
Mientras la noche se desperezaba sobre la estela
de los barcos algodoneros y una vez más
el misterio comenzaba a deshojar sus amables pétalos,
oriné muy alto y muy lejos. Hacia los oscuros cielos
donde las golondrinas todavía siguen alborotadas.
Más allá del Mar de la Tranquilidad.
Hasta alcanzar esa estrella mecido blandamente por las olas.
Silbando un canto que aún hoy se resiste a los lugares comunes.
Desde entonces, el mar arde en los bordes de la luz.
Desde entonces, el viento baña mi cabeza desnuda
mientras paseo el asco de mi cintura bajo el Sol
que baila en las inmensas aspas de este imposible sillón
de ruedas y una herida más honda que la soledad
pule esmeradamente los márgenes de mi silencio
sin perder jamás el pudor de aquella primera vez
que osé sentar a la belleza en mis rodillas,
la encontré amarga y la maldije.
4. Alberto Martínez-Márquez nació en Bayamón, Puerto Rico, en 1966. Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, crítico literario, gestor cultural y artesano. Su obra poética a sido publicada en revistas nacionales e internacionales, en importantes antologías puertorriqueñas e hispanoamericanas, y premiada con la Medalla de Poesía Francisco Matos Paoli, en el Certamen Internacional de la Revista Mairena y en el Certamen de Poesía de la Universidad de Puerto Rico, entre otros. Ha publicado El límite volcado: antología de la Generación de poetas de los Ochenta (junto a Mario R. Cancel), premiado por el PEN Club de Puerto Rico); y los poemarios Las formas del vértigo y Frutos subterráneos. En la actualidad labora como docente del Departamento de Humanidades de la UPR en Aguadilla, donde imparte cursos de Humanidades, Historia y Cine.
AMOUR NOIR
a J. A.
por amor te arrancaría
tus hermosos ojos verdes
con los cuales me desdeñas
sólo ciega me amarías
EN UN SUEÑO
En memoria de Olga Nolla
después de haber llorado como un perfecto imbécil
la poeta Olga Nolla se abre paso a través de mi sueño
con su séquito de sonrisas
viene cargando un enorme sombrero de plata
que roza con las nubes y le hace cosquillas a los pájaros
vestida de un blanco insobornable
que raya sin duda en lo obsceno
se allega hasta mí fingiendo una compasión casi infinita
y me increpa
ahora que tus ojos han dejado de escupir
lamentaciones y las nomeolvides comienzan
a disputarse un lugar sobre la oscura tierra
es menester que sepas que tal vez
hubiera sido más digno para los poetas
alcanzar la gloria de la inmortalidad
pero esta idea no queda bien a nuestros tiempos
(malos tiempos para la lírica diría Bertolt Brecht)
además de ser una concepción burguesa y machista
estamos lanzados al mundo
abocados a hacer de tripas corazones
con las palabras y con la vida
con las palabras de la vida
y con la vida de las palabras
que muramos es más que un burdo designio
la broma más pesada de ese
frustrado fabricante de relojes que mora “en lo alto”
la única redención posible has de hallarla allí
en el poema
que sólo el poema sea la memoria del olvido
LA VERDADERA HISTORIA DE ORFEO (a Mario R. Cancel)
realmenteorfeo murió de angustia
al no poder salvar del hades a su amada eurídice
además el virtuoso intérprete de la lira
murió en la más abyecta pobreza
rodeado de aquellas bestias que aplacó con su música
pero también arropado por un mar infinito de onerosas deudas
por más que trató no pudo con melodías ni canciones
taladrar el pétreo corazón de sus acreedores
quienes lo acosaban constantemente
hasta que un buen día se fue así como vino al mundo
la historia de la lira fue otra
subastada en la afamada casa Sotheby’s
fue adquirida por un multimillonario neoyorkino
principal accionista de una compañía dedicada
a la fabricación de armamentos nucleares
quien jamás supo la historia de orfeo de eurídice y de la lira
y a quien la música y sus efectos sobre el ánimo de las bestias salvajes
significa absolutamente nada
5.Edgar Ramírez Mella nació en San Sebastián, Puerto Rico, en 1954. Estudió Literatura Comparada; es pintor y poeta. Durante sus tiempos universitarios fue cofundador y coeditor de las revistas literarias Lagarto verde y Detrás de la pared. Su poesía ha sido publicada en Claridad, Mairena, y en otras revistas y periódicos del Caribe. Su obra se incluye en dos antologías poéticas del país: Pulso de poesía (1981-90), Mayagüez, 1992; y El límite volcado (Poesía de la generación del 80), Isla Negra Editores, San Juan, 2000. También participa en la antología del foro Sensi-bilidades (otoño-invierno 2002) de Alternativa Editorial, Ourense, España y en la antología compilada por el poeta peruano Leo Zelada, Nueva poesía hispano-americana, de Lord Byron Editores, Lima, Perú, 2004 y 2005. Colabora en foros y revistas cibernéticas, y participa asiduamente en lecturas de poesía en universidades y centros culturales.
LA MUERTE HUELE…
La muerte huele a costra vieja,
a ropa sucia y manzanas descompuestas,
tiene un ojo redondo
que mira tiernamente hacia la tierra;
acurruca las plantas y los perros
atiborra, engruesa de pesares la piel amarilla;
la muerte huele a casa destruída,
extraño incienso de la sangre,
-agua violeta y corrompida-,
tiene: un aire negro, moscas
y los pelos esparcidos con el viento,
un ala rota y la boca desabrida:
tres azucenas en las manos
desesperadamente apretadas y vacías.
LLEGARÁ UN DIA
Y llegará un día…
llegará desclavando los clavos:
una niña pasará con una flor en la mano.
Saldrá el sol,
saldrá detrás del anuncio de los gallos,
ronronearé dos sílabas
y una níña pasará con una flor en la mano.
Llegará un día,
borrará la desesperación de los ojos y los labios,
me asomaré a la ventana:
una niña pasará con una flor en la mano.
Una zanja oscura esconderá estos viejos zapatos,
llegará un día,
-se habrán secado mis párpados-
y llegará un niña con una flor en las manos.
TRATO DE BUSCAR…
Trato de buscar,
por allá en el mundo de los magos:
los soles congelados en el cielo,
atrapar suspiros con las manos darles forma,
arañar al aire.
Trato de buscar el buzón,
donde las abuelas olvidan oraciones,
sillones con pipas humeantes,
cajas de dientes y los fríos.
¿Cómo agarrarte por el pelo?
¿Cómo sacarte los ojos de lujuria,
antropófaga azul?
¿O construirte un lecho de espuma?
Así Así
Blanca Nieves
ronronea mientras las agujas cosen los minutos
y la nada se puebla de colores:
sabores, roces, sonidos negros….
Trato de buscar tus huellas
pero no has llegado a Alejandría,
y no has visto a Heliogábalo
paseando por la orilla con sus ópalos,
y la túnica roja como menstruos,
además no has sabido:
los monstruos comen niñas buenas
que mueren de amor todos los siglos,
esperando garras, fauces
castillos sin príncipes hermosos.
Y sigo tratando:
escurro las sombras en las copas
saboreando el canturreo dulce de las monjas,
y a veces la mañana es un estruendo,
me levanto
y tengo necesidad de ombligos.
6. Carlos Roberto Gómez Beras nació en la República Dominicana en 1959 y vive en Puerto Rico desde temprana edad. Su poesía (traducida al francés, inglés, italiano, húngaro, estonio y ale-mán) ha sido premiada, y publicada, en certámenes y revistas nacionales e internacionales, e incluida en antologías caribeñas y latinoamericanas. Ha publicado Viaje a la noche, (1989, Premio Nacional de Poesía del Pen Club de P.R.); La paloma de la plusvalía y otros poemas para empedernidos (1996, incluye La paloma de la plusvalía, Poesía sin palabras y Animal de sombras); Aún (2007, volumen extraordinario que reúne los cuatro libros escritos entre 1989 y 1992); Utánad (2008, selección en húngaro y español); y Sobre la piel del agua (2011, antología personal). Mapa al corazón del hombre es su primer libro inédito en veinte años.
La extranjera
A mi patria de dulces costumbres urbanas
a mis sótanos más húmedos
a mis esquinas prohibidas
ha llegado una mujer que no conozco.
Su cuerpo es un largo territorio
de donde no han regresado
aedas, ilusionistas y chamanes.
Sus ojos son dos pozos
donde reposan otras almas confundidas.
Su cabellera es la noche ciega
en los cuentos marinos.
Sus labios apretados
dibujan una fina serpiente.
Tal vez
es ella la pesadilla
que de niño presagió la caída,
el golpe y la cicatriz.
Tal vez
es ella el sueño
que de adolescente anunció el goce,
el licor y los buenos amigos.
Nunca lo sabré
(estas cosas están vedadas
a los hombres que aman).
Quizás lo sé
y por eso, en vano, he mentido.
2-Tao
No amar.
Dejar a otros la tibia voz
El dulce intento
La planificación del alma.
Besar con furia
La losa fría
El guante polvoriento
La mano inerte.
No responder.
Como un testigo olvidado
Oír lo que no llama,
Recibir lo que crece opaco
En los seres sin esperanza.
No esperar.
Como una espada blandida
Ondular en la noche del corazón,
Hacer de la sombra
El único milagro posible
Y sobre los recuerdos caminar
Hasta llegar a uno mismo.
OneWay
Cuando de zapatos masculinos
se ve invadido el sueño de la novicia,
cuando la joven viuda
oye caer un botón en el otoño de la noche
y dos primas buscan en un diccionario
la definición de ciertas palabras.
Entonces: una escalera, un faro,
un puente elevadizo, una señal de tránsito
una mano naciendo de la oscuridad
conducen a la virgen a una región
tiranizada por el instinto y lo femenino.
A una isla interior y mensual
donde la humedad es una lluvia palpitante
que hace crecer los pintalabios
y el simbolismo de las frutas.
A un sistema solar de objetos
huecos, mullidos, rosados
personales, cilíndricos, coleccionables
de carne o de plástico.
A una mitología privada donde habitan:
pacientes seductores, curas pervertidos,