La twitteratura, ¿es realmente un nuevo género?
Pues bien, en principio sí. Es la primera que utiliza Twitter como soporte. No obstante, tiene sus orígenes:
-en los cuentos fragmentados en capítulos que eran publicados con determinada frecuencia en los periódicos.
-en los haikús japoneses, que son estrofas poéticas que pretenden expresar en sólo tres versos un sentimiento breve y sincero.
-en micronovelas, que tienen como uno de los referentes más destacados al velga Vicent Bastin.
-en el flash-fiction anglosajón (“ficción instantánea”), que según el escritor Declan Burke, es concisa, contundente y perfecta para el lector en línea.
La twitteratura nació como un deseo de utilizar, de manera no convencional, una red social, es decir, de ir más allá de lo pensado por el creador del medio. Incluso, antes de ser inventado el término, existieron algunas experiencias que lo comenzaban a moldear.
La primera novela escrita en Twitter habría sido una novela erótica, publicada en 2008 por el francés, Laurent Zavack, quien sacó una versión en papel de más de 200 páginas. Aquí queda evidenciado que conciso no es, necesariamente, corto.
Pero la twitteratura aún se estaba gestando. En 2009, el quebequés Jean-Yves Fréchette, ex profesor de francés, conoció Twitter gracias a un compañero. Allí advirtió que se estaban desarrollando micronovelas. La gente escribía diariamente una historia que se leía de una sola vez. Con Jean-Michel Le Blanc, un periodista francés de Burdeos, Fréchette decidió reagrupar las energías creativas de Twitter a partir del Instituto de twitteratura. En aquellos primeros relatos se contaban historias con uno o dos personajes, que contenían todos los elementos de cualquier cuento: una situación inicial, un conflicto y un descenlace.
De esta manera, el Instituo de Twitteratura Comparada se convirtió, en principio, en un medio de difusión de los trabajos de diferentes twitteratores. Asimismo, se ha puesto como misión fundamental la investigación en pedagogía, para visualizar con mayor claridad las aplicaciones de Twitter en el aula.
Tomado del blog La Twitteratura