Un poco de llama
De este animal y del otro,
El fuego,
La vida que arde
Contra el viento
Enemigo
Máximo cinco enemigos
Me dijo un poeta cololo-
Dominicano
Pero
Voy como mi abuelo
Recién nombrado
Por la poesía e irremediablemente
Muerto entre golpes de puño
Creo honestamente
Luego de mirar con los ojos
Bien abiertos el estrecho panorama
Que soy el mejor poeta del mundo
Pero
Si era tan sencillo:
Cuestión de no dejar entrar en el guiso
A la poesía. Entrarle de una vez
Por delante
Y que no carajo! Que las papas
Se pelan de forma mucho más fácil.
Y adorables que van a la olla.
Y es la historia sobre ellas
Lo que hace suculento al bocado
No las papas en sí mismas sino
Lo que vas imaginando al pelarlas
Y que el lector devora
Como si ellas fueran de otro mundo. Digo
Las papas que son de este mundo no las comemos
Para qué. Esperan en la despensa
Rosadas o más oscuras. Y como apretadas
Siempre contra el vidrio.
Recordándonos
Discretamente
Que todos somos de la tierra.
Para “Activado”, poemario en preparación.