El poeta no es poeta si su poesía se encuentra estática y congelada como los museos. El poeta es un mago. Un ilusionista que se mueve a través de la materia. Se mueve a través de las letras pero sobre todo a través del silencio. Pedro Granados dijo: “Un poeta debe ser eminentemente auténtico” (http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Granados_Aguero) También afirmó “uno debe ser auténtico y no un pinche imitador” en la presentación de Poesía para teatro (Cuernavaca, Morelos, México: La Cartonera, 2010) en La Casona Spencer. Sus versos quedaron impregnados en las paredes del recinto y su voz grave y potente nos han recordado desde entonces que la poesía es la aventura más grande de nuestra existencia. Es decir, elegir el camino menos transitado. Arriesgarlo todo. Su poesía está viva como una ola que rompe contra las costas de la indiferencia. Sus textos circulan libremente por la internet y su independencia literaria nos comprueba que escribir es posible. Escribir LITERATURA afuera de los grupos y mafias del continente. Sus letras son una perra rabiosa que se niegan a estar inscritas en una “escuela poética”. La poesía es rebeldía. La poesía cabe en todos los espacios incluso en la novela y el cuento porque son lenguaje y eso no se puede matar.
Una ola rompe, cuarta novela breve de Pedro Granados, texto que protagoniza Juvenal Agüero luego de Prepucio carmesí (2000), Un chin de amor (2005) y En tiempo real (2007) explora las posibilidades de los textos enmarañados como una telaraña virtual donde ensayo, poesía, narrativa, prosa epistolar electrónica y entrevista se unen para formar un texto experimental y arriesgado. Las fronteras se borran. La novela es un juego, un espejo, un laberinto. La continuidad y el oxígeno para un personaje que representa al poeta latinoamericano con todas sus fragmentaciones y universalidades. Una ola rompe plantea y aborda la soledad que se vive detrás de un monitor. El proceso creativo en la cotidianidad. El amor como un imposible que se construye a partir de la imaginación y de la idealización de los cuerpos, pero también es una novela que se inscribe dentro de la nueva realidad virtual en donde se hallan las posibilidades modernas de las estructuras literarias y de las relaciones humanas.
Un autor peruano viviendo en Brasil que edita su libro en México en una cartonera naciente y cuyo proceso de edición se ha gestado en Internet aprovechando los nuevos medios de comunicación, ése es Pedro Granados, un autor que también protagoniza su novela, que se esconde, se descubre y se revela; se desnuda, nos miente, nos confiesa, se burla.
Es imposible encasillar Una ola rompe en un formato tradicional. Pedro Granados ha sido un escritor rebelde y su obra ha sido así diferente, no habitual, única. Ésto por supuesto no quiere decir que no sea un ávido lector que asimiló la historia de la Literatura Latinoamericana y que ha permanecido atento a todo lo que ocurre en el mundo. Es un espía, un voyeur de la condición humana. Un ente que navega intermitentemente en el mar de la Internet. Es un escritor que está vivo y vive (que no es lo mismo).
Nos encontramos entonces ante un texto que no es fácil de leer y sin embargo su lenguaje nos resulta sumamente familiar. Es un texto que evoca a los fantasmas de la escritura. Un algo nostálgico inunda sus páginas. Un texto deforme e impredecible como lo es el mar. Es un texto que cuenta pero que también nos muestra lo invisible escondiendo la trama y lo evidente en una urdimbre de momentos y anécdotas. Un texto que resulta una fiesta para el lenguaje. Una celebración de la palabra. Un texto que nos remite al pasado. Ese tiempo pretérito que aún respira entre los acantilados de la existencia. Un texto que nos abandona dejándonos con el deseo de volver a la obra de Pedro Granados que es un futuro que él ha construido y que no existe salvo en la palabra.
Jiutepec, Morelos. 2012
Davo Valdés de la Campa (Cuernavaca, Morelos)
(1988) Escritor morelense. Forma parte del Comité Editorial de la Revista La Piedra. Columnista de La Jornada Morelos, Filmeweb y Habitantes de Moria. Fue beneficiario del Programa de Estímulos para el desarrollo y la creación artística 2009, en la categoría Jóvenes Creadores, en el área de cuento con su proyecto Sopor Aeternus y actualmente en el área de novela con su proyecto Las mariposas. En el 2010 publicó su primer libro de cuentos Relatos de un Mundo Depravado (Ediciones Zetina). Ha publicado en diversos medios escritos y electrónicos nacionales e internacionales.