El 16 de junio último este blog cumplió cuatro años. Siento que publico no para la Internet, sino para el aire mismo. Para el aire van poemas y ensayos breves, de algunos otros y también míos, y alguien los recoge desde el más allá de lo previsible, lo cierto, lo existente. Publicar por esta vía es sinónimo de estar conectado con el más allá. Más temeraria que la guija, la Internet me ha deparado sueños reiterativos con mis parientes fallecidos: madre, padre, hermanos que presiento más cerca que nunca… como la humedad de esta lluvia a ratos escampada en Foz do Iguaçu. La Internet había sido un tabú desconocido hasta el día de hoy. Una lámpara de Aladino fuera de control. El juego de caleidoscopio, aquél, que tanto nos fascinaba y hechizaba en la niñez. Desde la Internet es irrelevante la literatura nacional; lo que digan sea tu generación; la recepción de los que agrupan las cosas a su imagen y semejanza. Catarata gigante y liberadora –íntima a pesar de sus colosales dimensiones– con la que hemos salido a rociarles desde hace ya cuatro años. A inundarlos de aire para que salgan flores nuevas. Flores como las de la poesía de Yaxkin Melchy Ramos (México), Carlos Eduardo Quenaya (Perú) y mis alumnas y alumnos de la UNILA (Brasil). Espejos de aire, todos estos jóvenes, como la promesa de un mundo algo más justo y acaso un tanto más coherente. Sin Keikos de por medio y sin los azuzadores y avivatos de siempre. Contra toda política que pretenda reducir y manipular el aire. Y a favor, insomne, de nuestro autismo comprometido.
“Palotes de un autista comprometido: Sobre poesía latinoamericana reciente”; así se titula, precisamente, nuestra colección de ensayos breves que esperamos llevar también pronto a la imprenta.
En la foto, “palotes” del extraordinario y recordado baterista Elvin Jones.
Un abrazo desde el aire.