“El trabajo de la literatura no es convertirse en un proveedor de conocimiento científico de divulgación, sino en hacer lo que la ciencia no hace: examinar el impacto afectivo del conocimiento sobre el ser humano que siente, sufre y vive a medida que cambia la percepción del mundo que lo rodea” (Arent Safir 145)
Universo en expansión (José Lezama Lima)
AH, QUE TÚ ESCAPES
Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.
Margery Arent Safir, “Laboratorios fantástico: Literatura y ciencia” [Natalia Matta, trad.]. En: Julio Ortega (ed.), Nuevos hispanismos interdisciplinarios y trasatlánticos (Madrid/ Frankfurt: Iberoamericana/ Vuelvert, 2010) 131-147