Excmo. Señor Dr. Alan García Pérez
Presidente del Perú
Lima
Señor Presidente:
París, 13 de setiembre de 2010
Por la presente le hago llegar mi renuncia irrevocable a la Comisión Encargada
del Lugar de la Memoria cuya Presidencia tuvo usted a bien confiarme y que acepté
convencido de que su gobierno estaba decidido a continuar el perfeccionamiento de la
democracia peruana tan dañada por los crímenes y robos de la dictadura de Fujimori y
Montesinos.
La razón de mi renuncia es el reciente Decreto Legislativo 1097 que, a todas
luces, constituye una amnistía apenas disfrazada para beneficiar a buen número de
personas vinculadas a la dictadura y condenadas o procesadas por crímenes contra los
derechos humanos -asesinatos, torturas y desapariciones-, entre ellos al propio
exdictador y su brazo derecho. La medida ha indignado a todos los sectores
democráticos del país y a la opinión pública internacional, como lo muestran los
pronunciamientos del Relator de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, la Conferencia Episcopal, la Defensoría del Pueblo y representantes de
numerosas organizaciones sociales y políticas, entre ellos algunos congresistas apristas.
Coincido plenamente con estas protestas.
Hay, a mi juicio, una incompatibilidad esencial entre, por una parte, auspiciar la
erección de un monumento en homenaje a las víctimas de la violencia que desencadenó
el terrorismo de Sendero Luminoso a partir de 1980 y, de otra, abrir mediante una
triquiñuela jurídica la puerta falsa de las cárceles a quienes, en el marco de esa funesta
rebelión de fanáticos, cometieron también delitos horrendos y contribuyeron a sembrar
de odio, sangre y sufrimiento a la sociedad peruana.
Ignoro qué presiones de los sectores militares que medraron con la dictadura y
no se resignan a la democracia, o qué consideraciones de menuda política electoral lo
han llevado a usted a amparar una iniciativa que sólo va a traer desprestigio a su
gobierno y dar razón a quienes lo acusan de haber pactado en secreto una colaboración
estrecha con los mismos fujimoristas que lo exiliaron y persiguieron durante ocho años.
En todo caso, lo ocurrido es una verdadera desgracia que va a resucitar la división y el
encono político en el país, precisamente en un periodo excepcionalmente benéfico para
el desarrollo y durante un proceso electoral que debería servir más bien para reforzar
nuestra legalidad y nuestras costumbres democráticas.
Pese a haber sido reñidos adversarios políticos en el pasado, en las últimas
elecciones voté por usted y exhorté a los peruanos a hacer lo mismo para evitar al Perú
una deriva extremista que nos hubiera empobrecido y desquiciado. Y he celebrado
públicamente, en el Perú y en el extranjero, su saludable rectificación ideológica, en
política económica sobre todo, que tan buenas consecuencias ha tenido para el progreso
y la imagen del Perú en estos últimos años. Ojalá tenga usted el mismo valor para
rectificar una vez más, abolir este innoble decreto y buscar aliados entre los peruanos
dignos y democráticos que lo llevaron al poder con sus votos en vez de buscarlos entre
los herederos de un régimen autoritario que sumió al Perú en el oprobio de la corrupción
y el crimen y siguen conspirando para resucitar semejante abyección.
Lo saluda atentamente,
Mario Vargas Llosa
La renuncia del escritor Mario Vargas Llosa a la Comisión Encargada del Lugar de Memoria ha dado su fruto, ya que el Decreto Legislativo 1097 del 01 de setiembre será derogado, la misma que ponía en peligro el proceso de construcción democrática y Estado de derecho de un país, que recién está saliendo de la violencia política y una dictadura más atroz que tuvo la historia peruana; el gesto cívico de un demócrata a carta cabal como del laureado escritor Vargas Llosa hizo que el gobierno retroceda su afán de favorecer a sus allegados rezagos de la infausta dictadura, que mediante el D.L. 1097, iban ser impunes de los cargos de violaciones de derechos humanos. En efecto, auguro la valía de intelectuales como Mario Vargas que infunden decencia y docencia de cultura política de participación en las decisiones gubernamentales inteligentemente. Obviamente es una forma de luchar frente a la “triquiñuela antidemocrática”.
Felipe, hablas sin saber, dictadura la de Pinochet, la de Cuba, la de Italia o ESpaña, los "casos" de violaciones de DDHH en el Perú durante el período de Fujimori fueron en un contexto diferente: una guerra interna, entiéndelo. NO debe ser posible que el odio de personas tan exitosas como el Sr. Mario Vargas Llosa llegue a tanto, sólo demuestra si pobre autodominio y control emocional y resentimiento a no poder habersido Presidente el año 1990. Mira su carta, desde el inicio habla de Fujimori y Montesinos, yéndose por otro camino muy alejado de lo que la Norma busca.Que pena.
El gran problema de Vargas Llosa es que, más allá de las verdades o inexactitudes que escribe, compartibles o no según la visión de cada uno, su incursión en política lo condiciona tremendamente para emitir opiniones. Siempre existirá quienes vean un claro guiño político hacia determinado sector en sus apreciaciones.
Dictaduras fueron todas. La de Pinochet, la de Fidel, la de Franco o la actual de China, por ejemplo. También la de Fujimori. Me causa gracia cuando una dictadura es criticada o no según la teórica tendencia que esta tiene (si es de izquierda o derecha). Las dictaduras no tienen color poítico. En todas se abusa del poder, no existe una en la que no se persiga, torture o asesine a quien piensa diferente. Son eso, lisa y llanamente, dictaduras, donde las garantías solo quedan en pie para los pocos que abusan del poder.
El mundo no retrocede solo los hombres del pasado que no avanzan y tratan de detener a los demás creando situaciones que aunque parecen interesantes resultan simples cuestiones de tiempos idos.Respetemos a los iconos del pasado y sus historias pero detenerse a leer sus contradiciones nos alejarían del futuro que tanto necesitamos ,por ello opino que es mejor el silencio para no entorpecer las historias que ellos mismo se preocupan en crear,la realidad es una estación que nunca podrán aceptar.El pasado solo les sirve a aquellos que viven y se nutren de el.
Todas las dictaduras tienen la misma naturaleza, la de Fujimori no fue suigenes. El gesto democrático de alguien, no importando de quien, es digno de enaltecer, con mayor razón de intelectuales como del doctor Vargas Llosa, con respecto a su renuncia al Museo de la Memoria como protesta contra un Decreto Legislativo 1097, que pretende dejar impune a los miembros de violación derechos humanos, durante el conflicto interno de nuestro país, puesto que esa situación no es una guerra interna, solamente las guerras son de Estado a Estado. Ahora bien, retraigamos de llevarse de falacias ad hominin de achacar la personalidad de Vargas Llosa.