Poeta busca empleo
muy bien remunerado.
Cura almas. Menos la suya.
O permite ponerlas
sobre cualquier papelito
para que ya no molesten.
Colabora en hablar con Dios
todos los días
como si fuera la cosa más simple
de este mundo.
Y aquí no ha pasado nada.
Tú sigues siendo tú
y Dios continúa siendo el mismo
aunque ahora con algo así, entre ambos,
como de un acuerdo entre caballeros.
Dejas de preguntar, deja de atormentarte.
Pero de todo corazón.
A las feas el poeta
les permite ser lindas.
Y a estas últimas disfrutar, también,
con el imaginarse ser de lo peor.
Aunque, ahí mismo, volver a la realidad
frente a la más próxima y golosa
de las miradas.
Todos los problemas de gramática
o comunicación
los resuelve, además, entre los hombres:
pobre diablo, farsante, comemierda
se mencionarán al desgaire
–de ida y vuelta–
y esto vaya si libera.
¿Cómo iba a ser de otro modo?
Para pagarle
pónganse las dos manos
en el pecho
y dejen libres los bolsillos.
Nadie ha de devolverles su dinero,
qué va. Aunque el poeta ya sabrá
disfrutar como un chancho con ello.
Los más concientes se sentirán justos,
ecológicos, realizados. Ojo
no sólo así se sentirán,
sino que muy de veras lo serán.
Y los denominados corruptos,
si es que a un verdadero corrupto
pudiese interesarle también la poesía,
caerán en la cuenta que estuvieron detrás
de un misio chancay de a veinte.
Que los grados de manipulación acaso
son insondables. Se mirarán el propio ombligo, entonces,
luego el de su prójimo, a través de tan distintas ropas,
por cierto, y comprenderán
que junto con ellos perdimos
inadvertidamente el tiempo.
Denle su dinero al poeta, su lugar
en este no lugar. Él sabrá convertirlo,
de modo puntual, en incienso muy fino.
A más caudales, más nítido
y permanente el humo.
Dense el espectáculo, para nada gratuito,
de verlo gozar como el chancho que es.
Otro a “Resientes” (poemas 2010)
hoy por hoy la internet es un gran mecanismo de busqueda de una fuente laboral, las bien llamadas bolsas de empleo pueden ayudar bastante a lahora de encontrar una fuente laboral.
saludos
margarita