Pensaba este año ir a República Dominicana

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-Pensaba este año ir a República Dominicana, de incógnito y sólo para reencontrarme con algunas jebas. El ambiente literario allí es denso, acaso asfixiante… La oficialidad no me acepta porque simplemente ejerzo el criterio… me siento, queriendo tanto ese país y pueblo, terriblemente sin amigos en RD.

-Sabes qué, creía todo lo contrario. Tenía la impresión de que eras amigo de toda la manada de asalariados del poder que no hacen otra cosa que empuercar el ambiente y manosearse con una gloria de a pesetas. Me pasa lo mismo, los enemigos cordiales con los cuales conté alguna vez hoy son de dudoso apellido. Así que cuando quieras publicar un ensayo crítico sobre ellos, estamos abiertos.

-El asunto, planteado así, acaso es demasiado sencillo; y el ensayo aquel, por ende, devendría en perogrullo. Lo que pasa en la República Dominicana es, en escenario pequeño, lo que ocurre con la literatura por lo menos en todo el ámbito hispánico. Cómo la institución literaria vigente construye taimadamente un canon y cómo se manipula a la gente. Cómo los más astutos entre aquella institución se auto-promueven; establecen complicidades; marginan orquestadamente; compran favores; y se preparan para sobrevivir intachables al cambio de régimen. No otro es el fenómeno en aquella media isla; no otro en el Perú, Colombia o la España socialista o de derechas. Hacer un ensayo crítico sobre esto supondría hacer pasar por mi colador, frente a los ya enquistados en el poder político y el imaginario social, a aquellos que esperan su turno y que les importa, tanto como a los otros, un carajo la poesía.

Otro fragmento de Una ola rompe, novela en busca de editor.

Puntuación: 5.00 / Votos: 15

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