Publicada por If/ Solar, este mismo 2009, aparece esta nueva antología de poesía mexicana dirigida básicamente al público español. Entre ochocientos poetas (sic), nacidos todos después de la Segunda Guerra Mundial, se han seleccionado veintiuno, de allí lo de 21 balas. Con un criterio de excelencia post pacista, cito a Orihuela, según el cual aquellos poetas: “están marcad@s por su coherencia, capacidad comunicativa, compromiso cívico y heterodoxia compositiva que, a nuestro juicio, no solo han sabido recoger lo mejor de la tradición literaria mexicana, sino también aunarla con los modos, mitos y hablas populares, sin perder, por ello, su radical modernidad” (“Tan lejos, tan cerca”). O cuyo valor reside, esta vez según Comendador: “en la toma de partido por una “poesía de la conciencia” [frente a la hace rato ya moribunda: de la “experiencia”] (“La poesía que lo es”). Una franca acogida a lo coloquial-experimental, en suma, que no carece de interés.
Encontramos en esta reunión muchos nombres nuevos y, obvio en toda antología, echamos de menos otros: José Homero, Guillermo Carrera o Edgar Altamirano, a manera de ejemplo. Sin embargo, hemos disfrutado, siendo exigentes, con algunos poemas de Rosina Conde (1954), Dante Medina (1954), Rubén Medina (perteneció al Movimiento Infrarrealista entre 1975 a 1978), Jocelyn Pantoja (1978), Lorena Saucedo (1979) y el ya conocido por nosotros, Heriberto Yépez (¿ ?). En todos ellos constatamos algún gesto de estilo particular en medio de la poesía exteriorista y “conciente” que predomina en este trabajo de Orihuela/ Comendador. Crítica –en sus versos– al lenguaje heredado, distanciamiento irónico y una convincente zozobra, es lo que nos queda de modo persuasivo entre las manos. Mejor nos va, como lectores, con los poemas no tan largos. Y como nuestra lectura está localizada –desde Lima la Horrible, esta vez, y no desde la suculenta España– celebramos más que lo meramente testimonial, la inteligencia expandida (lo más posible) sobre lo mismo y también en compensación, por qué no, un poquitín de humor y de belleza.
Estando en casa, de viaje
Todo viaje,
me dijo Amy en la cama
después de hacer el amor,
tiene un fin.
¿Y el fin de nuestro viaje,
cuál fue?, le dije.
Acabas de preguntarme la respuesta,
me dijo,
y sacó de entre las sábanas
dos boletos de avión:
sus senos.
Sobra decir que me instalé en primera clase,
y seguí volando.
(Dante Medina)
Información sobre los editores, Antonio Orihuela y Luis F. Comendador, la encuentran en Wikipedia.
No sé por qué me suena esta antología a una edición complaciente, con pocos nombres de autores (as) que realmente sean representativos de las expresiones poéticas más reciente y "originales" de México.
Sí creo que esté dirigido a un público español, pero deberían aclarar que a los españoles de cierta parte de la región de Andalucía, ni siquiera de toda la región andaluza.
Bien o mal, complaciente o no, da gusto que haya poetas mexicanos leyéndose en otras latitudes.