Lucas o “Lucario”. El típico chicapierna de barrio. El que jamás arruga . El resentido y, aun más, el perdonador. El conocedor de las debilidades humanas en un grado inalcanzable al propio Fedor Dostoievski. Barrilito amigo. Pana que nunca tuve. Telepático poeta. Pospoeta. Y poster-poeta, también, por la inocultable vanidad de esta fotografía. Germán perro, mi hermano fallecido. Mi mentor inconfesable .
Foto: Alfredo Sáenz.