A su artículo “La nueva poesía latinoamericana” (1976)
“La renovación de nuestro lenguaje poético no se da meramente como una búsqueda formal, sino como resultado de un choque formidable entre una realidad cada día más exasperantemente poética y nuestras ganas de jugar un rato con ella, de interpretarla, de transformarla, por lo pronto sea sólo para ver qué nos pasa”.
Ergo: jugar, interpretar y transformar son sinónimos.
“Quizá el movimiento de poetas más importante de estos últimos años, no sólo para Perú sino para América , haya sido el grupo Hora Zero. Creado por Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz, en 1970 se lanzaron con un manifiesto en donde desconocían casi todo lo que se había escrito antes de ellos y volvían a poner vigentes dos actitudes: la iconoclastía y la fe ciega en el poder de la poesía”.
Ergo: hasta aquí, bien por hora zero; bien por su iconoclasia y su ceguera.
“después de la derrota los nadaístas devienen místicos y los horazerianos escritores de oficio. Hora Zero es el primer avance y el primer retroceso de importancia de la joven poesía latinoamericana de los setentas”.
Ergo: mejor por la propia iconoclasia de Bolaño; pero, ¿a dónde va el autor de Los detectives salvajes?
“En oposición al poeta joven que teme enormemente arriesgarse, que quiere llegar lo antes posible a un status dentro del mercado, está el kamikaze de los Flujos de Mario Santiago o de los Caminos pedregosos de Pimentel”.
Ergo: aquí reside, si no la postmodernidad, si el mensaje permanente de este autor (rriesgo versus status); salvando las distancias de si Pimentel o Santiago continúan siendo, o no, poetas jóvenes.
Los invito a continuar apostillando/ des-postillando