“Poseer una conciencia laxa va a crearte numerosos problemas”
PEDRO GRANADOS
La poesía de Pedro Granados denota una clara influencia vallejiana, trasluciendo en sus versos aquella variopinta realidad de deslinde con el status quo de una poesía peruana en especial ─y latinoamericana─ deslucida por no decir decadente, sin rumbos y lo que es peor, divorciada de la cruenta realidad que aprisiona los más elementales derechos del hombre y de los pueblos: una auténtica libertad y equidad en la administración de justicia.
La poesía de Granados no es solo el canto a la rebeldía de aquella situación mencionada y consabida, sino que se vislumbra como una poética vanguardista, emergente y apuntaladora de los últimos tiempos en nuestro país; estilo y calidad poética que es conocida en extramuros y desconocida aún en el Perú, a causa y consecuencia de este sistema imperante lleno de mezquindades y egoísmo que subsiste en nuestra intelectualidad.
Es que el vallejismo granadino pareciera tomar muy en cuenta algunos postulados del autor de Los heraldos negros cuando magnánimo nos dice:
“Hacedores de símbolos, presentaos desnudos ante el público y solo entonces aceptaré vuestros pantalones /Hacedores de imágenes, devolver la palabra a los hombres…”
Pedro Granados intenta, y con éxito, ubicar la poesía al servicio del hombre, traduciendo sentimiento, emociones y esperanzas a partir de su realidad, de nuestra realidad tal cual, cruda y lacerante, sin maquillarla o llenarla de vanos trasfondos románticos. A continuación sus inspiraciones encontradas en su novela En tiempo real.
No hables.
Mira como las cosas a tu alrededor se
pudren.
Confía solo en los niños y los animales
y de los ancianos aprende el miedo de haber
vivido demasiado.
A tus contemporáneos pregunta solo cosas
prácticas
y comparte con ellos tus fracasos, tus
enfermedades
tus angustias, pero nunca tus éxitos.
De tus hermanos ama al que está lejos
y teme al que vive cerca.
A tus padres nunca preguntes por su pasado
ni trates de aclarar con ellos tu niñez y
juventud.
Con tu patrón no hables, escríbele y nunca le
cuentes
tus planes futuros y miéntele respecto a tu
pasado.
Ama a tu mujer hasta donde ella lo permita
y si llegas a tener hijos, piensa que,
como en los juegos de azar,
podrás ganar o perder.
El destino no existe.
Eres tú tu destino.
Y si llegas a la vejez
da gracias al cielo por haber vivido largo
tiempo,
pero implora con resignación por tu pronta
muerte.
Los que no tenemos dinero ni poder
valemos menos que un caballo,
un perro,
un pájaro o una luna llena.
Los que no tenemos dinero ni poder
siempre hemos callado para poder vivir
largos años.
Los que no tenemos dinero ni poder
llegados a los cuarenta
debemos vivir en silencio
en absoluta soledad.
Así lo entendieron los antiguos,
así lo certifica el presente.
Quien no pudo cambiar su país
antes de cumplir la cuarta década,
está condenado a pagar su cobardía por el
resto
de sus días.
Los héroes siempre murieron jóvenes.
No te cuentes, entre ellos,
y termina tus días
haciendo el cínico papel de un hombre sabio.
Adagios y figuras convencionales que rescata el poeta, de aquel consensus general y popular, que con caminar silencioso se opta por generaciones: ¡Está prohibido hablar de éxitos! ¡Está prohibido hablar de verdades! ¡Está prohibido hablar de diferencias sociales!…Es el poeta que conoce el mundo y hace evidente su proclama, su lucha, su voz reivindicativa: el derecho a decir la verdad; como enunciara Joaquín Rico: “Conoce el poeta al mundo, y nace de ese encuentro la palabra”.
Una vez más he sido
humillado.
Por enésima vez
han descargado sobre mí
el poder.
Un hombre se ha portado
como una institución
y me ha condenado al exilio.
Dentro de una institución
en la que nada más he sembrado
la duda asistemática
y el rechazo de todas las instituciones.
Pero todo de un modo cool, casual,
imperceptible como casi mi propia vida.
“Poseer una conciencia laxa
va a crearte numeroso problemas”
Como bien dijo el padre de mi colegio.
Igualito a como dijo, mi propio padre,
Pero de mí sobresaltada soberbia.
Exhibo mis defectos
para poner de relieve mis virtudes.
Pero esto ya no va más. En realidad
Soy muy malo. Aunque
no deje de parecerme un nombre cualquiera.
Un epíteto acaso: Malo. Malo. ¿Malo?
Loma, mejor, y mucho más discreto.
Loma nomás. Aunque harto humillado.
Algunos analistas consideran la rebeldía en Pedro Granados como su centro de gravedad, en verdad, tienen mucha razón. Su inconformidad emerge ante el sistema y su voz poética trasunta aquel sentimiento lejano pero persistente de un Vallejo exiliado, trasterrado –según sus propios términos-Es que el poeta ha vivido muchos años en el exterior, lares, en que desarrolló una genuina, sui generis e innovadora creación poética. Sin embargo, el caminar por al mundo alejado de sus raíces, de sus referentes, lo hace sentir como un exiliado ; a tal punto que escribe “El más grande amor nacido del desamparo, de la orfandad de ser peruano y huérfano”.
…Ser peruano en cualquier parte del mundo es imposible.
Ser peruano huaco y católico, cachero y manatí. Ser peruano brujo.
Porque harto han andado la disuasión y el poder, por un lado;
Y harto han andado la miseria y la pena, por el otro.
Nos hemos visto y olido y palpado
Por gusto.
Al respecto enfatiza en una entrevista con Juan Javier Rivera Andía: “Existe una forma de vivir y morir a la peruana que no encaja con los estándares internacionales y que, en parte nuestros sucesivos malos gobiernos, nos han obligado sistemáticamente a aceptar. Y pareciera ser que este lavado de cabeza quisiera alcanzarte vayas donde vayas, en cualquier rincón del universo…”.
Existen múltiples maneras para ligar la corriente vallejiana en la poesía granadina, he aquí el primero, en el que destaca su acendrado metal indentitario.
Hagan una cerámica
De nuestros cuerpos
Los nuevos habitantes
de este país
somos nazcas o mochicas
en nuestros movimientos
Aún no estamos enterrados
Continuemos.
Y la segunda, trasluce el amor fraternal, al hermano, cual hermano Miguel…
Cada vez me parezco más a mi hermano…
Cierta timidez esencial nos iguala
Cierta desenfocada imagen que se lleva el viento…
Nos unen muchos rasgos comunes
Una suerte de aprehensión en el rostro
Cierta manera de lucir los dientes…
Así es mi hermano,
Así soy yo…
En ese rincón de sobrevivientes
que es el Perú.
No puedo evitar anotar un comentario respecto a Vallejo cuando afirma: “A Vallejo no lo define su melancolía, sino sobre todo su futuridad; aunque ésta no es la del marxismo─leninismo a secas, tal como desde hace años atiza una terca legión de vallejólogos. La clave de Vallejo son precisamente sus heterodoxias: a Marx, a Darwin, a Freud, a Cristo; más una sutil vinculación ─dual y solar─ con el mundo andino”
Hago un alto en esta parte importante, pues considero que Pedro Granados se constituye en un referente principal de innovadoras visiones y ópticas del autor de Trilce, tal como podemos constatar en su obra Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo. Por tanto, los axiomas de Mario Benedetti y Thomas Merton, constituyen la base angular en el estudio de la obra vallejiana, sin embargo, la óptica de Granados es paso esencial en el proceso in evolution de tan magistral obra.
He aquí la esencia de la poesía de Granados, quien afirma, con sentido filosófico, que “la poesía es como un gran salto al vacío con paracaídas, un acontecimiento y un poder transitorio; no en un escribir sobre algo. Escriben sobre algo ─refiere el poeta─ los escritores, los que, a veces también por puro azar de la coincidencia son poetas”.
Y para finalizar, admiremos el siguiente poema:
¿Qué tan profundo es el océano?
¿Qué tan altas las estrellas?
¿Cuántas rosas traes contigo ahora?
¿Cuánto es lo que, esta vez, he de llorar?
Canta Billy. Tú recoges
la aproximas como una manta
para cubrirte
Aunque el frío sea interior.
Y también el temor.
Anoche visité un poeta
En su lecho de enfermo.
Me dice que pudo escribir Hospital.
Que si no hubiese ido allí
No hubiera podido escribir aquello…