Ptyx (La caracola delirante)/ Armando Almánzar-Botello

Comunicación digital de Armando Almánzar-Botello para el poeta peruano Pedro Granados, publicada en Epistheme. [A propósito del envío, por parte de éste al poeta dominicano, del último número de la revista Mar con soroche y de su novela En tiempo real (Lima: PYTX, 2007)]

http://epistheme-tonydemoya.blogspot.com/2008/08/noticias-del-frente-poetico-019.html
Gustave Courbet (1819-1877), El origen del mundo

Jueves 31 de Julio 2008

¡Hola, querido Pedro! Gracias por el material que me hiciste llegar con Basilio Belliard. La revista me gustó mucho (la sencillez del formato, esos poemas y ensayos interesantes, los manuscritos facsimilares casi ilegibles… algunas cosas ya conocidas por mí: lo de Derrida, Haroldo de Campos).

Sobre todo me gustó la abundantísima vellosidad púbica de la bella muchacha del gato y el cuchillo. ¿Es foto reciente? ¿La conoces, a la modelo? En estos tiempos terribles de bombardeos, genocidios, calentamiento global, afeites y depilaciones canallas, ¡estamos en verdad redimidos por semejantes pubis gloriosos!

¿Testimonio talvez de un renacimiento postmoderno de la Justicia, o del misterio sagrado de las míticas cavernas y sus lianas indomables y apotropaicas?

¡Aceptación-celebración de nuestra envidiable condición corporal, mortal, danzante: esa que no asumen como propia los poderosos de la tierra; el criminal biopoder eugenésico y cosmético de los imperios y costumbres que niegan y controlan a los cuerpos, las poblaciones y sus flujos, asociando la vellosidad púb(l)ica a la temible contingencia de la carne mortal arrojada al mundo, espacio que esos mismos poderes asesinos e inhumanos tienden a volver inhabitable.

Sería triste que la imagen que celebro fuera tan sólo un desnudo fotográfico de un Zeitgeist preterido. Pero no. ¡Es en verdad una vulva tan ontológicamente deleuziana, que hace sombra! Total-mente no-platónica en su morfología antiesencialista humano-bestial-maquinal-y-divina:

Siento la recóndita respiración salobre del mar en esa caracola; el lento y sinuoso crecimiento de los pelos, la oscura morfogénesis inmanente de la carne. Recuerdo al sabio Lucrecio y al sensual Spinoza: Natura naturans se artificializa a sí misma, y pueden vislumbrar aquí, hombres de poca fe, ¡el poder transmutante que le es dable alcanzar a un cuerpo femenino!

¡Oh divino y secreto cuerpo metamórfico que sabe… y no soporta que se sepa que se sabe sino tan sólo en el decir a media luz del poema!

Una mujer sin vello púbico para mí no tiene alma.

Pero puede adquirirla suspendiendo los afeites. Si es lampiña, como dice Schiller, que se aleje llorando de esta hermandad ¡Chillen amadas feministas, pero hablo en nombre de la dignidad del fetichismo transfigurado por el amor a los cuerpos-almas!

Pero no. ¡Mesuremos el entusiasmo! ¿Mesuremos el entusiasmo? ¡Amemos también a las lampiñas!

Escucha, Peter: ¡De verdad me entusiasmó ese pubis!…

Pregunta retórica nomás: ¿Crees que la “nueva carne” cybórgica nos dará la oportunidad de palpar de nuevo el palpitar de una “pepita” ora(o)cular asomando como lengua de alme(a)ja sonrosada o violeta en aquel tupido matorral originario, que como dijo Gustave Courbet constituye sin dudas El origen del mundo?

¿Conoces el cuadro? ¡Búscalo, por favor, en la red, y te tocará el resplandor de mi entusiasmo!

¿Sabías que Lacan fue durante años legítimo dueño de ese cuadro de Courbet, y que su viuda Sylvia (protagonista de Une partie de campagne de Jean Renoir) lo entregó al Estado francés como pago por concepto de impuestos atrasados?

Lacan llegaba de su Seminario en L’ École Freudienne, y ya en su casa, en pantuflas y bata, con vasito de whisky entre sus sabios dedos de prestidigitador y dramaturgo filosófico, se sentaba en un sillón reclinable situado frente a esta aurora negra, a meditar sobre los misterios de la sexualidad femenina: Su esposa Sylvia (¡ex de George Bataille!), Santa Teresa, Golda Meier, unas tetas oscuras de mulata antillana (cosa que le fascinaba al viejo Góngora del psicoanálisis, según me contó una morena bellísima de Guadalupe que estudió en París), el goce suplementario de la mujer, más allá del falo, etc….

En fin, Peter, me gusta el sabor del cyborg femenino, organismo y máquina acoplados, si lo quieren así lo(a)s teórico(a)s del feminismo, carne y metal en convergencia funcional femenina (¿G. Canguilhem, si mal no recuerdo?… como puedes ver, prosigo “glosando”, Peter, es un vicio muy sabroso cuando puedes recrear y traspasar el texto “tutor”), pero con muchos pelos en el coño… ¡de carne vulnerable, amable, contingente, comestible, comulgable!

Con esta idea creo dar matices al pensamiento de Donna Haraway… Grácil el estilo “cuasi lacaniano” o rabelesiano de Julián Ríos, ¡perdón!, de Andrés Ajens, en el postfacio.

Fíjate: “Del uno en menos el lecho está hecho para la intrusión que avanza desde la extrusión. Así, no todo es carne. Las únicas que improntan les signo que las negativiza, ascienden, de lo que cuerpo se separan, aguas superiores de su goce, a redistribuir cuerpo y carne”. (Dixit: J. Lacan). En la genealogía sensual del Barroco. ¡Pero, cuidado!, no se trata de simplemente ponerse a decir, como algunos “erotómanos” imaginan.

En cuanto al texto “en tiempo real”, como casi todo aquello en lo que te involucras, firmas, carnavalizas o vuelves palimpsesto, lo he disfrutado mucho. Estamos conectados irremisiblemente a ese “binario corazón sin patria”. Pero tú, Juvenal Agüero, nómada del viaje carnal y/o de la línea de fuga del viaje intensivo, in situ, encontrarás en el devenir de tu escritura el Ptyx, el Santo Grial de los verdaderos poetas sensuales, el lugar de red (m)ención para tu cuerpo-pensamiento, explorando el freudiano malestar (¿goce inconfesado?) en las Alturas cosmogónicas de Samaypata… o en los pechos y las nalgas reflexivas de una bella mujer negra.

¿Recuerdas, Peter?: Nul ptyx, aboli bibelot d’inanité sonore… Caracola ausente, espiral expirada de inanidad sonora – parafraseando a Octavio Paz.

Abrazo.

Armando Almánzar-Botello

Puntuación: 4.73 / Votos: 80

Comentarios

  1. antonio escribió:

    Sencillamente bella, universo absorbente, locura poética, delirio sensual, ¡Gracias por saber que existo, para presenciar la vulva y el vientre de esa musa de carne y hueso!

  2. antonio escribió:

    Sencillamente bella, poética, sensual y promotora de asombros e imaginaciones que van desde lo erótico, hasta lo oceánico y cósmico.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *