(En el primer aniversario de este blog)
Esta letra, hasta el fondo,
hasta lo hondo, hasta el viento
desordenado de tu alma.
Allí me encuentro contigo, allí me igualo.
En ese viento del mar,
del verano, y de la tormenta.
Esta letra –así, solitaria–
como un recuerdo de la madre
que te araña el corazón.
Allí me encuentro contigo, allí me igualo.
Cuando nada hacemos por espantar el horror
de esa experiencia.
Esta letra, apenas dibujada
como tu rostro tomado por la niebla,
y tus manos tomadas por la niebla.
Allí me encuentro contigo, allí me igualo.
En la vida breve del aliento
sobre el espejo.
En la fibra que no duró.
En este texto inepto.
Inédito, escrito el año 1988.