Tan sugestiva y, creemos, no menos afortunada frase de Alexis Gómez-Rosa nos da pie y sirve de marco para empezar a publicar los trabajos de los poetas dominicanos de las últimas promociones. Nos interesa, sobre todo, lo inédito o escasamente divulgado tanto dentro o fuera de la isla. Son poemas que han ido llegando a este correo –y confiamos continúe sucediendo de este modo– en respuesta a una convocatoria nuestra para incluirlos en esta antología (por el momento online) y que ahora el curioso lector tiene al frente. En realidad, aunque es uno de los criterios prioritarios, esta selección de poemas no obedece sólo al esfuerzo de enmendar lo mezquina o escasamente difundido. Precario es en todo el mundo hispánico el conocimiento mutuo; así que, muy probablemente también, todo lo que se publique aquí pasará como novedad y, esperamos, que estas nuevas sean siempre felices.
Primera entrega:
Frank Báez, Patricia Minaya y Ángel Rivera JuliaoCHICAGO
te miras en espejos, en vitrinas,
tomas pastillas, te quedas en calzoncillos
mirando la lluvia
que cae en la oscuridad,
te cortas las uñas cada mes,
te afeitas, le tienes miedo
al landlor, a andar borracho,
al sida, al cáncer,
al hígado, al tiempo,
al reloj que avanza,
las manos que sostienen el lapicero
cada vez son más viejas
y esos huesos y esos dientes
y ese pelo,
despiertas en una habitación
desconocida sin nadie a tu lado,
cantas solo, se te congelan las manos,
esperas en una parada sentado,
de pie en un ascensor, en un cine,
peces se te meten
por los oídos y se te salen por las narices,
no tomas taxis, no tienes teléfono,
eres un madero flotando en el lago,
te duermes en el asiento trasero de un carro,
nadie te toma en cuneta,
el alba helada
te encuentra en porches fumando
o avanzando por barrios polacos,
frente a iglesias,
teatros, librerías ,
gasolineras,
la escultura de Picasso,
rascacielos,
debajo de puentes ,
muelles, playas, callejones,
círculos del infierno,
escaleras eléctricas, miradores,
caminas como la sombra
de un poeta junkie olvidado,
miras señales, letreros, descuentos ,
personas entrando y saliendo,
la nieve cayendo sobre el lago gris
y petrificado como una postal,
gaviotas flotando en el viento,
un melancólico paisaje,
unos ojos,
un mapache,
una taza de café humeante
a las tres de la mañana
y te pones a hablar solo
y le gritas a alguien y no responde
y piensas en el vacío
que dejan las lágrimas,
piensas en lo que no hiciste
y lo que hiciste,
piensas que la vida es esto
y te quedas mirando
la mano preguntándote
esto es una mano
o no es una mano,
te pones una funda
en la cabeza y recitas a Horacio,
le dices puta a una silla
y al rato le pides disculpas,
te encoges de hombros,
caminas hasta que te salen callos,
los cuervos se quedan mirándote
cuando te sientas en los parques,
la cajera del supermercado te odia,
te esfuerzas por escuchar el silencio,
pero no hay silencio de este lado,
te pones un gorro, una bufanda,
un abrigo y sales,
pasas bares,
cementerios que visitas
sin conocer a los muertos,
pasas hospitales,
la banda municipal con sus obesos músicos
sudando y cargando los instrumentos,
el hormiguero de gente y gente
fluyendo por tiendas y tiendas
con fundas y papeles,
ríes con una rubia
que le faltan los dientes,
caminas sobre los rieles
con los ojos cerrados,
tocas timbres, puertas,
ves la nieve caer frente a la ventana
con un gato en los brazos,
el viento agita las aguas heladas del lago,
el viento que algún día
arrancará de cuajo
los edificios con sus luces encendidas
y los mandará junto a las casas
y los carros y los teatros y a Dorothy
de vuelta a Oz,
caminas bajo la luz de la luna,
la nieve, la niebla,
pisas huellas ajenas,
respiras, criticas,
te rascas la barba
y aguardas por el bus de las once
bajo la nieve que cae y cae
hasta cubrir las calles
y los edificios y Chicago y la noche
Frank Báez. Nació en Santo Domingo en 1978. Ha publicado Jarrón y otros poemas (2004) y Págale tú a los psicoanalistas (2006). Es editor de la revista de poesía Ping Pong. www.revistapingpong.com
“ella se desnuda en el paraíso de su memoria,
ella desconoce el feroz destino de sus visiones,
ella tiene miedo de no saber nombrar lo que no existe”
Pizarnik, Alejandra.-
REGRESIONES
Un instante de pensamiento me espera
subleva el abismo de mis sombras
encara mis ruidos
hace vodka mi soledad
en medio de la noche enmohecida del eco submarino de mi voz
existe un bombillo que enciende cuando desapareces del espacio
y pasas al plano inmortal del recuerdo
exhalo sobre mis dedos el aire que trago pensativa
Que sería de las almas sin el mar?
Acaso olvidare la bombilla que golpea mis ojos esta noche,
las lagrimas de plástico, las carabelas marchitas en mi pecho?
Si con el pestañar borrara el dolor o llenara los vacíos de mi alma
Grabaría mis propios reflejos
Donde estas? Cuando te encuentre te veré?
Te veré en el abismo de mi sombra?
II
“Cada vez que me sumerjo en la corriente de mis pensamientos, me siento expulsada de ella”.
Virginia Woolf
Exhálame la vida
en letras diminutas provócame el hastío
déjame flotar como meteorito en la simpleza del espacio universal
no me mientas
dime lo que reverbera en la ola que vuelve
en la risa irónica de estas páginas mentales
ríe de mi
de las nubes carmelitas que escupen la lluvia
de mi sonrisa que tragas
del sorbo que dejas en la cola del cigarro
palpítame en las heridas
quiero ser la hormiga que te recorre
la vena de las ánimas
Patricia Minalla. Nacida en Santiago de los Caballeros, República Dominicana el 12 de marzo de 1983 bajo el signo de piscis. Es una de los miembros del Ateneo Insular, movimiento interiorista que forma parte de la Academia Dominicana de la Lengua y que se ha mantenido en su país durante 16 años. Además, ha participado en varias obras de teatro y presentaciones de Ballet Clásico.
Actualmente escribe en el Diario Horizonte de New York, textos en revistas y otros diarios como locales como son La Información, El Semanario Camino, Revista Mithos, El Caribe y forma parte de varios proyectos culturales a desarrolar.
Puedes leer más sobre ella aquí: www.tantalata.blogspot.com, www.poetasdelmundo.com
La Noche
Huelo la noche.
La atisbo y la toco como un cocuyo
trazando círculos quebrados.
Huele a pájaros dormidos y a hojas muertas.
La noche piensa, tiene corazón de hierba
su pulso late en el diafragma de los insectos
y canta con olor a resina
secretos de estrellas y luceros.
Rugen sus búhos la impotencia de la sombra
pero asume su dolor callado en la majestad del rocío.
Viene a mi desnuda de lástima
en una brutal entrega de nardos.
Deambulo entre los huecos del silencio
arrastrando su cadáver de niebla.
La noche madre vientre se ancla en el éter
como un grito en la gravedad.
Insomnio
Esta noche es una gran casa iluminada.
Hay una luna grande
colgada de su techo como una lámpara.
Han entrado a temblar los cocuyos
y a croar las ranas.
Los grillos suenan, los perros ladran
y hasta un lucero tímido
traspone las ventanas de las nubes
y ensaya una danza de luz.
Solo los búhos están de luto
y no se acercan a la casa.
Yo estoy de fiesta en las pupilas;
olvidé cerrar las puertas de los párpados.
Honda es la Noche
Honda es la noche
tan honda…que huye de mis pies su fondo.
Hundo los ojos en las cuencas vacías de su rostro;
naufrágo en el abismo de su abandono
me vuelvo sombra y entre las sombras hurgo
pero su fin está en mis ojos.
Ángel Rivera Juliao (Hato Mayor, Rep. Dom., 1951). Médico de profesión. Ha publicado los siguientes poemarios: Ángel de Luz (1999), Memoria de la Sal (2000) y Fragile (2005). Sus poesías han sido recogidas en diferentes antologías del Ateneo Insular; en “Para estorbar el alba” antología poética de la Sociedad Cultural Renovación; en “Voces del valle” antología de la Secretaria de Estado de Cultura; en las revistas: Isla Abierta y Mythos; así como en los periódicos Listín Diario y El Siglo. En el año 2005 Ángel Rivera Juliao fue objeto de un reconocimiento por parte de la Academia Dominicana de la Lengua.
megusta mucho esta pagina y como soy principiante me gusta ria que niera el mioWWW.miguelfelipe.blogspot.com