Parte o trabaja desde la “cultura común” para entrar a las humanidades. En este sentido, está atento a los canales donde la “cultura común” usualmente se manifiesta: red, periódicos, televisión, etc. Pero no se trata de llevar a los talleristas hacia una preestablecida alta cultura, sino que –idealmente– es necesario que cada uno lleve a cabo su propia crítica cultural (Culler 149-150). En pocas palabras, el taller debe propiciar el diálogo entre las diversas culturas comunes y la de los textos canónicos que generalmente entendemos como humanidades. En definitiva, y antes que nada, debemos recordar siempre que Humanidades es también el plural de humanidad (Culler 148).
Jonathan Culler, “El futuro de las humanidades”. En: El canon literario. Enric Sullà (ed.) Madrid: Arco/ Libros, 1998, pp.139-160.