Con el término «poéticas» aludimos a las propuestas metatextuales contenidas en cada uno de los libros o etapas de la poesía de César Vallejo. De esta manera, distinguimos cronológicamente cuatro períodos: Los heraldos negros (1918), Trilce (1922) y los poemas de París[1] (desde 1923 hasta la muerte del poeta en 1938) donde, asimismo, cabría distinguir la autonomía del corpus constituido por los poemas de España, aparta de mí este cáliz.
Con el término «utopías» denominamos las proyecciones del deseo, coherentes y sistemáticas, en cada uno de los períodos arriba considerados. Deseos o proyecciones que no tienen que ser necesariamente explícitas. En todo caso, tal como lo observa Aníbal Quijano [1928-2018], entendemos que «la utopía debiera ser admitida como un fenómeno de naturaleza estética. Lo que no es, sin embargo, lo mismo que decir que la utopía es, tout court, un fenómeno estético […]. Se parte a la búsqueda de otra sociedad, de otra historia, de otro sentido (esto es, de otra racionalidad), no únicamente porque se sufre materialmente el orden vigente, sino ante todo porque disgusta» (“Estética de la utopía”, Hueso húmero, n.º 27, 1994: 33).
[1] No podemos denominar libro a esta colección por los serios problemas textuales que entran en juego cuando queremos estudiar los poemas póstumos de César Vallejo: ¿«Poemas humanos», «Poemas en prosa», «Nómina de huesos», «Sermón de la barbarie», «poemas de París»? Lo cierto es que estos textos, aun cuando guardan una evidente afinidad, también son como varios libros en ciernes; unos más ligados en el lenguaje y la composición todavía a Trilce; otros más vinculados, curiosamente, con algunos poemas de Los heraldos negros; y, finalmente, otros que anuncian o anticipan el élan profético y la épica escrituraria de España, aparta de mí este cáliz.
Pedro Granados, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: PUCP fondo editorial, 2004)