Junto a Glaem Parls en El Conde de Santo Domingo
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Estoy orgulloso de jamás haber publicado en Hueso húmero.
Estoy orgulloso de que la Casa de la Literatura Peruana
ahora mismo me evite.
Estoy orgulloso de no ser un damnificado más
ni tener que pensar como Antonio Cornejo Polar
ni como sus discípulos menos.
Estoy orgulloso de no ser un funcionario del sentido común.
Y de haber estudiado en la PUCP
y en BU, aunque sin el membership de ninguna.
Me alegro de no haber sido Antonio Cisneros; casi
iba a decir, ninguno de los Cisneros. Pero
con Luis Jaime nos cagábamos de la risa,
mutuamente, inmediatamente, sin tener
que usar palabras y acaso
ni siquiera pensamientos.
Me alegro de Adán (Martín) y de Germán (Paulino)
–poeta y hermano mío–
y de mi madre,
mis mentores en esto de la poesía.
Me alegro de las mujeres que he amado
a pesar de mi exceso de amor.
Me alegro de la gente
en los mercados y en las fiestas
donde veo Trilce.
Y me alegro de ser el mejor lector
que ha tenido César Vallejo.
Pero esto de modo arbitrario o no serio.
Por joder, como siempre.
«¡Hipócrita lector —mi semejante— mi hermano!»
«Hypocrite lecteur, —mon semblable—, mon frère!»
Charles Baudelaire
«¿La vieja y repudiable violencia criminal contra la mujer y contra la integridad de los cuerpos? O, muy por lo contrario: ¿Defensa anti-fascista de una cierta belleza (in)humana; protección del derecho universal, anticosmético, a la modélica (im)perfección de los cuerpos?» Armando Almánzar-Botello.
«Ciertamente, podemos leer a Sade según un Principio de Violencia; pero podemos leerlo también (y es lo que él nos recomienda) según un Principio de Delicadeza. La delicadeza sadiana no es un producto de clase, un atributo de civilización, un estilo de cultura. Es una potencia de análisis y un poder de goce: análisis y goce se reúnen en beneficio de una exaltación desconocida por nuestras sociedades y que por eso mismo constituye la más formidable utopía.» Roland Barthes.
«El respeto no es más que el rodeo de la violencia.»
Georges Bataille.
«Amor: mecanismo de reparación simbólica de daños imaginarios.»
Melanie Klein.
«…Es preciso resaltar aquí —ante la fórmula de la fantasía perversa (a ◊ $), fórmula que parece otorgar al sujeto perverso, actuando en el lugar de agente, la misma posición estructural que asume el analista en la transferencia—, que si dicho analista “hace semblante” del objeto “a”, no se identifica completamente con dicho objeto en su vertiente obturadora, tal como lo efectúa el perverso, cuya “voluntad de goce” (Lacan), lo hace considerarse a sí mismo como un objeto plenipotenciario imprescindible para generar el goce absoluto del otro en tanto que figura sometida, escindida subjetivamente ($), situada en el lugar del masoquismo, y finalmente torturada y eviscerada…» (Fragmento).
Armando Almánzar-Botello. “Psicosis bajo transferencia. Glosando a Lacan-Broca-Miller.”
Julio Ortega
Propensión de la poesía de Vallejo hacia el tiempo futuro; distinto del documental, testimonial, de la experiencia… tiempo pasado. El lenguaje por sí mismo lleva el peso del pasado… y se convierte en dudas, por exceso de tiempo aparece el futuro.
“Solo la muerte morirá” no significa matar a la muerte; ni romanticismo ni optimismo ni utopía ni voluntarismo… sino como un exceso del propio lenguaje. Futuro que está en el pasado [¿mito?]; la humanidad potencial en el lenguaje mismo. [¿Niños sólo de la República los que cuentan en España,…?] Preocupación actual del autor sobre el tema.
Marta Ortiz Canseco
Líneas (Contra el secreto profesional, Poemas en Prosa) versus simultaneidad (Trilce).
Tiempo, espacio, linealidad/ simultaneidad, modernidad (velocidad).
Importancia del lenguaje [Pero qué lenguaje, desde dónde, están ya suficientemente manidos Foucault o Nietszche; falta dimensión cultural].
La simultaneidad [cuatro conciencias… ¿Pariacaca?] va más allá de Bergson.
Miguel Casado
Carácter apelativo de Trilce… da entidad a su destinatario… plural; se refiere a la soledad, pero no se le siente solo al poeta porque incluye al lector.
Lengua hablada/ escritura. Ausencia narrativa (jirones de anécdota), a pesar de la madre, Otilia u otras amantes y reclusión en cárcel… ninguno, juntos ni por separado, compone un relato… no se ordenan ni deslindan sus tiempos.
Ausencia de estilo voluntaria: texto sin autoridad [Esta, en particular, es una idea muy bonita y productiva], aunque no se trata de ausencia de riqueza retórica. No deja de estar presente lo que no se dice con vibración indudable, en tanto secreto [Summers]. Tampoco es un problema su lengua porque es reconocible. Juego de voces, montaje pessoano. El terreno de la poesía de Vallejo es el del habla.
Frente a lo repetitivo o lineal: “por dónde romperás”… como algo positivo… los poemas vallejianos lo convocan; tal cual “el salto por el ojo de la aguja” [Tiempo detenido del escenario o de todo el poemario en tanto epifanía].
Nuevo tipo de objetividad… a lo que Vallejo entendía como “precisión” (entrevista). ¿Poesía pura? Cuando todos, en Europa, lo incluirían a él en el bando de lo “impuro”. Entonces, rechazo de una lógica uniforme. Nueva forma de literalidad, indirecta; precisa y asimismo lateral. Escritura corporal frente al destino de abstracción del lenguaje.
Saussure le comió el coco.
Su aporte más radical a la literatura peruana
consiste en haber llevado
–late seventies–
los recitales de poesía
al mismísimo Olivar de San Isidro.
No lo es. Pero insiste en ser inteligente.
Y decidir quién piensa
y quién no piensa en el Perú.
Poeta-lingüista que prometía
y sigue prometiendo
–decíamos en otro lugar–
aunque haya alcanzado
y sobrepasado con creces
la media centuria.
El Ministerio de Cultura es hoy un pulpo perverso que compra conciencias a diferentes precios y castigos. Difícilmente puede hoy alguien publicar, pintar, cantar, ser entrevistado por la prensa, la radio o la tele si los Directores de las Reich Chambers del ministerio no certifican su buen comportamiento. ¿Qué como lo hacen? Mediante la mermelada que saben los hambrientos trabajadores de la cultura les espera en unas hogazas de pan que pueden verse en las vitrinas de la panadería del Ministerio que se llama Programa Nacional de Estímulos para que venda su conciencia por un plato de lentejas.
El Ministerio de Cultura de Colombia además está al servicio de los grandes negociantes de bienes culturales tangibles e intangibles, y como el Banco de la Republica, solo beneficia a quien obedece y parte el ponqué.