Barrio de Gazcue en Santo Domingo, R.D.
Tenemos la hipótesis que si en los 80 y 90 el “Taller Literario César Vallejo” permitió superar la estética social-realista predominante durante los 60 y 70; existe una muy reciente promoción de poetas que practica algo que nos animaríamos a denominar poesía neo-testimonial, claro que con distinta propuesta estética que los del 70 y en respuesta a un nuevo contexto histórico y cultural (local y planetario). En general, creemos que actualmente en la República Dominicana –tal como en otros países–, se constata un retorno de lo real (Hal Foster) y una suerte de escribir de cara a la complejidad (Edgar Morin). Representan, pues, la superación de la “poesía del pensar” y sus frutos nos ponen, embrionaria mas orgánicamente, quizá de cara ante la mejor poesía dominicana de todas las épocas por las siguientes razones: madurez artesanal o conciencia de su propio arte; apertura, sin complejos, de su temática al mundo entero y globalizado; liberación de compromisos político-ideológicos inmediatos; y, muchas veces también, un saludable –aunque no menos corrosivo– oportuno sentido del humor (1).
Elaboran, cada uno a su modo, propuestas equivalentes: lenguaje e ideas derivados de la vida inmediata. Es decir, cultivan el grado cero de las teorías, pero no de la inteligencia que se revela aguda y sedienta en todos ellos. Otros signos de su carnet de identidad podrían ser la honestidad y la lucidez de hacer carne en ellos mismos, primero y antes que en nadie, aquello que denuncian:
“Se salvara la isla?
Quedaremos a flote después de tanto bombardeo y tanta insistencia?
Quedarán aún brazos con ganas de construir un paisaje nuevo?
Quién la ama?
Quién realmente ama 48,671 km2 de espejismos?
Toda una extensión de dolor y soledad,
Dolor de madre pariendo hijos muertos”
(Giselle Rodríguez, “Orgullosamente dominicana”);
“Ahora guarda tu instinto, sal de la esquina
mézclate en la papilla democrática que te hacen comer
y espera el momento en que cambie el mundo”
(Marco Antonio Cabezas, “En la esquina de vallekas”).