La semana que pasó llevé a Paulo al parque de los skates, con dos amiguitos. Los tres tomaron una clase con un experto que los hizo hasta subir y bajar rampas. Muy divertido!
En la foto se le ve en un rato de descanso luego de haberse agotado corriendo, tratando de mantener el equilibrio agachándose bajo un puente, e intentando escalar las rampas más altas. La verdad es que el parque ha sido un acierto de la Municipalidad y los niños (y los no tan niños) lo disfrutan mucho.
Sin embargo, debo y quiero denunciar lo siguiente: apenas llegué al parque me encontré con este cartel, que está muy visible desde la puerta de entrada:
Es el cartel de las normas de uso del parque. Por si no lo leen bien, aquí hay un acercamiento; fíjense en lo que dice la primera norma:
Pues bien…. con semejante cartel en frente de todo el mundo, solamente 3 niños (si, 3, y los más pequeñitos) de entre los más de 80 que debían estar allí ese día, tenían puesto casco, rodilleras y coderas, a pesar de que el cartel dice con letras enormes que es “obligatorio”. Paulo es un poco reacio a ponerse el casco, y ver que muy poca gente cumplía la norma no hizo sino reforzar su argumentación de que no debía ponérselo. Fué difícil la negociación con él y casi se arruina el día, la verdad, porque él insisitía en preguntar que si la gente no le hacía caso a la norma, ¿por qué tenía que obedecerla él…?
Como especialista en desarrollo moral, como mamá de un niño en pleno crecimiento, y como ciudadana (y vecina de Miraflores) quiero decirle al alcalde Masías que es terriblemente CONTRAPRODUCENTE poner una norma y no ejercer ningún mecanismo de control para que esta se cumpla. Es mejor no ponerla, que darle a los niños un ejemplo más de que en el Perú, las normas están pintadas, que están allí, literalmente, para que nos sentemos en ellas…. (y no digo nada de la de fumar, pues también está prohibido hacerlo en el parque y muchos adolescentes estaban allí fumando ese día).
Si la Municipalidad quiere educar a los niños y jóvenes y ser consecuente con las normas que ella misma impone, un sereno (o cualquier otro vigilante) tendría que estar en la puerta constantemente para verificar que los chicos tengan casco y protectores, y si no los tienen, pues simplemente no se les debería dejar entrar (dicho sea de paso, ese día había un sereno dando vueltas por el parque y cuando le pregunté por qué no hacía cumplir la norma se quedó callado y luego, casi balbuceando, me dijo que también estaba prohibido pisar el pasto y la gente igual lo pisaba… ). Otra opción es que la misma municipalidad ponga un pequeño negocio de alquiler de cascos y rodilleras, en el mismo parque. O que le de autorización a un privado para hacerlo. Y si nada de esto fuera posible, pues que se cambie la norma y se diga que SE SUGIERE usar cascos y protectores, y ya. Aunque es una norma completamente razonable que suscribo por completo porque puede evitar daños en un eventual accidente, psicopedagógicamente es mejor sugerirla que hacerla obligatoria si no se va a ejercer coerción alguna para que la gente realmente la cumpla.
Se supone que el alcalde Masías tiene interés en la educación en valores. Le sugiero empezar por esto. Que alguien le derive este post por favor…
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