Archivo por meses: febrero 2011

La (baja) popularidad de algunos cursos y los estereotipos sobre lo educativo

Estoy viendo el avance de la matrícula en los cursos de este semestre y veo que mi Seminario sobre Piaget no es muy popular esta vez. De 20 vacantes, a portas de cerrarse el proceso solo tengo 7 alumnos pre-inscritos, lo que es muy poco. Y es una pena además, dado que para este semestre tendremos a dos invitados de lujo, la Dra. Silvia Parrat-Dayan, quien trabajó en Ginebra con el propio Piaget durante más de 20 años, y el Dr. Fernando Becker, especialista en constructivismo. Ambos me acompañarán en algunas de mis clases.

Trato de no ser egocéntrica y asumir que mis intereses tienen que ser los intereses de todos los demás, pero igual me cuesta entender que un autor tan importante (y para mí, interesante y fundamental) como Jean Piaget sea tan incomprendido entre los estudiantes. Algo parecido pasa con el Seminario sobre Vygostky que yo dictaba hasta hace un par de años… derrepente perdió popularidad, y hace ya 4 semestres que el curso no se abre. Esto constrasta con la desbordante demanda que tienen otros cursos electivos que desde mi modesto punto de vista son mucho menos interesantes, menos útiles y menos trascendentes que estos seminarios.

El asunto es que creo yo que no se trata solamente de gustos y colores, como podría pensarse. Hay mucho más en el fondo, pues he conversado varias veces con distintos alumnos y me doy cuenta de que estos tienen la idea equivocada de que tanto Piaget como Vygostky son “psicólogos educativos”, o que sirven solo para la educación, y esto hace que automáticamente los consideren prescindibles, especialmente si sus opciones vocacionales no van por el lado de la psicología educacional. “Yo voy a clínica“, recuerdo que me dijo una vez una chica, “y entonces a mí Piaget no me aporta nada“. Lo que subyace, a mi modo de ver, es una desvalorización profunda de lo educativo que es muy difícil de remontar y cambiar por lo muy arraigada que está en el imaginario social sobre la educación y sobre la psicología, además de una desinformación enorme sobre estos dos autores esenciales, quienes si bien se preocuparon por la educación, no fueron psicólogos educativos en lo absoluto. (Entre paréntesis: es gracioso ver que muchos educadores tienen la creencia opuesta, piensan que Piaget no sirve en absoluto para la educación, lo cual también es equívoco. Ver este post al respecto)

Todo esto es lamentable, pues luego muchas de estas personas entran a trabajar en educación o en desarrollo humano, muy mal formadas para ello. En fin, la problemática de la especialización en psicología no ha cambiado y mis ideas al respecto tampoco, asi que enlazo aquí varios post antiguos que escribí acerca de los estereotipos sobre la educación y la psicología educativa que todavía siguen vigentes entre los estudiantes de psicología.

Por qué no estudio psicología educacional, aquí

La psicología en la escuela, aquí

La misma pregunta de siempre, aquí

Su postdata, aquí

Lo emocional vs. lo educativo, aquí

Actualización:
He vuelto a mirar la preinscripción y de mis 7 alumnos, me quedan 6…

Actualización 2:
Decidimos cerrar el curso. Solo tenía 4 inscritos. » Leer más

Poder ver la semejanza y no centrarse en la diferencia (actualizado)

Solo quiero hacer un breve comentario antes de que se me pase la idea.

libro lucro

Estoy leyendo Sin Fines de Lucro, de Martha Nussbaum (Nussbaum, M. C. (2010). Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. Buenos Aires: Katz), que dicho sea de paso recomiendo muchísimo a los interesados en temas de educación moral y ciudadana. Leyendo el capítulo 3, Educar ciudadanos: los sentimientos morales (y antimorales), hice la relación con este post antiguo que escribí a raíz de lo ocurrido en Bagua, y también con otras lecturas, entre las que quiero mencionar el libro Cosmopolitanism, de Kwame Anthony Appiah.

La idea ya la expuse en el post sobre Bagua, pero vale la pena resumirla aquí: Los filósofos, con toda razón, señalan que gran parte de los problemas por los que atraviesa el mundo en nuestra época tienen que ver con la incapacidad que tenemos las personas de percibir aquello que tenemos en común, nuestras semejanzas, en lugar de centrarnos en nuestras diferencias. Esto está muy bellamente explicado en ambos textos, y recomiendo especialmente el capítulo 3 del libro de Nussbaum (quien, parafraseando a Gandhi, reconoce en ese texto que la democracia es una batalla que debe ganarse primero en el fuero íntimo, en la psicología de cada persona). Sin embargo, los niños empiezan su vida social centrándose en lo evidente, en las diferencias que saltan a la vista. Como mencioné aquella vez (ver post sobre Bagua para una discusión más extensa de este proceso), encontrar las diferencias en los otros es sencillo porque saltan a la vista: algunas personas son flacas, otras gordas, algunos hablan quechua y otros castellano, hay quien usa anteojos, otros tienen el pelo largo, o son calvos, o tienen más posesiones materiales que otros. La construcción de lo semejante, lo que nos une como seres humanos a pesar de nuestras diferencias aparentes es un proceso muchísimo más complejo porque esas semejanzas tienen que ver con cosas que no se ven, con categorías que hay que construir, que están mediadas por el lenguaje y el pensamiento: nuestra capacidad de amar, de sentir dolor, pena, nuestra racionalidad y nuestra dignidad como personas.

A los niños hay que conducirlos precisamente a salir de lo concreto y evidente y adentrarlos en el complejo mundo de estas categorías “invisibles a los ojos” pero esenciales para el reconocimiento del otro y para la convivencia. Para que lo que Nussbaum y Appiah plantean en sus libros tenga pleno sentido, la educación moral debería pasar por ese proceso de construcción. Pero dolorosamente la mayoría de nuestras escuelas están muy pero muy lejos de haber pensado siquiera que la educación moral debe ir por allí.

Actualización:En esta entrevista, Martha Nussbaum habla sobre su libro

Actualización 2:  Reseña del libro, aquí.

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Curso 2011-1: Seminario de psicología y educación moral

Para este semestre 2011- I en la especialidad de psicología está programado un seminario de psicología y educación moral. Tengo esperanzas de que esta vez sí se abra, es un curso electivo que ofrezco muy de vez en cuando porque son pocos los estudiantes que se interesan (lamentablemente) en este tipo de temas.

Aquí dejo el sillabus que he preparado por si alguien quiere darle una mirada. A diferencia de otros años, para esta vez he procurado plantear un curso que sea psicoeducativo, es decir, que a partir de la teoría psicológica pase también a analizar la problemática de la educación moral y ciudadana.

Seminario psicología moral 2011 » Leer más

Robar examenes

¿qué pasa en tu cabeza?

Siempre me resulta indignante leer noticias como esta: profesores roban prueba.

Lamentablemente no es una sorpresa, estos comportamientos son comunes cada que hay una evaluación docente, sea esta del tipo que sea. Y encima, los profesores quieren quedar como víctimas: “Somos víctimas del Ministerio de Educación”.

Por dónde se le mire, estos hechos resultan inadmisibles y en lo personal, me dan una mezcla de rabia y pena. ¿Cómo puede ser posible que un profesor, precisamente el encargado de formar niños y adolescentes, caiga en juegos sucios como estos? Puedo entender que bastante de cierto hay cuando dicen sentirse “víctimas” del Ministerio, pues conozco el sector de cerca y se que a los profesores se los maltrata mucho (con sueldos bajísimos que llegan tarde o a veces nunca, con supervisiones absurdas, con contratos y/o nombramientos que no se cumplen, con condiciones laborales paupérrimas, con evaluaciones vergonzosas e injustas, etc. etc. etc.). Lo he denunciado varias veces en este blog, ver aquí y aquí como ejemplo.

Sin embargo, nada de esto justifica aliarse con la corrupción endémica al sector educación y robar o comprar un examen para intentar burlar el sistema. Creo que los profesores tienen que desarrollarse más como personas, como seres humanos, para poder separar sus reacciones emocionales, completamente comprensibles (sentirse “víctimas” del Ministerio), de los juicios de valor sobre el bien y el mal y de las conductas objetivas que se derivan de esos juicios. Una cosa no puede reemplazar a la otra. Por más indignados y desesperados que estemos, esos afectos no pueden reemplazar al discernimiento sobre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo correcto y lo incorrecto. No se puede ni se debe actuar por impulso, movidos por un malestar emocional. Esta regla se aplica a todos, pero mucho más a los profesores puesto que son ellos los encargados de educar niños y adolescentes sensibles y en formación, y por eso mismo están llamados a ser mejores personas, más razonables, conscientes y justas. Precisamente la toma de conciencia, el desarrollo moral y el ejercicio ciudadano implican manejar esas emociones e impulsos y desarrollar nuestra capacidad de pensar y de actuar de modo tal que aquello que hagamos sea justo y nos permita mantener intacta nuestra dignidad.

Con profesores así, la educación realmente está perdida. Robar un examen nunca es una salida decente. Jugar sucio no debería ser jamás una opción.

¿O acaso estoy poniendo la valla demasiado alta?

Nota: El robar los exámenes porque “son víctimas” no es sino una justificación moral al estilo Bandura. Ver aquí y aquí sobre el tema.

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Artículo en revista SIEP sobre la agresividad infantil

Salió el segundo número de la Revista de la Sociedad de Investigación Educativa Peruana. Tengo allí un pequeño artículo, escrito en base al trabajo de tesis de Julisa Loza, del cual fui asesora. Yo soy la coautora.

El artículo reporta un estudio acerca de las creencias que un grupo de profesoras de educación inicial tiene acerca de la agresividad infantil. Se llama ¿Por qué pegan los niños? Creencias sobre la agresividad infantil en un grupo de profesoras de educación inicial y puede descargarse aquí. » Leer más

Para entender el enfoque educativo que deriva de Piaget

Hace un par de días me pidieron alguna lectura corta que explicara con sencillez y claridad las aplicaciones de Piaget a la educación. Esta fué la que recomendé, pensada para estudiantes de pregrado no demasiado familiarizados con la teoría piagetana:

Webb, P. K. (1980). Piaget: Implications for Teaching. Theory into Practice, 19, 2, 93 – 97

La lectura es muy buena, no se dejen llevar por la fecha de publicación (lo digo porque hay personas que ya consideran “obsoletos” textos de más de 2 años…). » Leer más

Buenas noticias para el semestre 2011- 1

Les hago este anuncio que me tiene muy contenta:

En el marco de las convocatorias al concurso para la asignación de las cátedras para profesores visitantes para el primer semestre del 2011, han ganado el concurso por el Departamento de Psicología la Doctora Silvia Parrat-Dayan, catedrática de la Universidad de Lausanne e investigadora de los Archivos Jean Piaget de la Universidad de Ginebra, Suiza y, por un lapso de tiempo más corto, el doctor Fernando Becker, de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS) investigador y reconocido académico en el campo del constructivismo, la educación y el desarrollo humano.

La doctora Parrat-Dayan, psicóloga, ha sido investigadora en los archivos Jean Piaget durante 20 años y se ha especializado en temas tales como metodología y epistemología de las ciencias humanas y sociales, historia de la psicología, historia del movimiento piagetano, desarrollo cognitivo, aprendizaje, desarrollo y educación de la primera infancia (y vínculo temprano madre-niño), construcción del número, construcción del pensamiento científico, pensamiento causal, entre otros temas de relevancia e interés.

Fernando Becker es filósofo y educador, y se ha especializado en epistemología genética, desarrollo cognitivo e intervención pedagógica, constructivismo psicopedagógico y el proceso de aprender, epistemología del profesor, pensamiento matemático y enseñanza de las matemáticas, vida cotidiana de la escuela y temas afines.

En la PUCP tendremos una nutrida agenda de actividades con ambos profesores, la que comunicaré más adelante. » Leer más

¿Se podrá educar el gusto?

museo de la nacion

Con motivo del ASPA están pintando el museo de la Nación. Miguel Cruchaga ha protestado, a mi juicio con razón. Ver noticia aquí.

No es que yo sea fan del brutalismo, la verdad, todo lo contrario, pero creo que Cruchaga tiene toda la razón: la pintura no durará nada y además (y esto es lo más importante), le quita la esencia al estilo de la construcción.

Se que este es un tema sumamente polémico y no tengo tiempo ahora de escribir un post muy razonado al respecto. Aún así, sí quiero dejar esbozada alguna idea, pues soy de las que sufren horriblemente cada que ven una casona hermosa tumbada (y en su lugar un edificio adefesiero, desangelado, construido a la mala y con materiales feos y baratos), o edificios con vidrios verdes de espejo en plena sierra, largos cuales tripas por haber sido construidos hacia arriba en terrenos diminutos, y encima, con los fierros de construcción expuestos en el techo. ¿A las personas no les importa esta fealdad, o es que no se dan cuenta de ella? Si no recuerdo mal, el maestro Adolfo Winternitz en su librito Itinerario hacia el arte decía que si bien a nosotros se nos había agudizado el sentido del olfato, pues ahora no soportaríamos los hedores que eran normales y corrientes en el medioevo, los medievales tenían mucho más sentido estético que nosotros y eran mucho más sensibles y conscientes de la arquitectura, por ejemplo.

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El Capitán Calzoncillos, Dr. Jeckyll y el Quijote

Calzoncillos

Soy una convencida de que no hay que escatimar en comprar libros a los niños. Es una lástima que aquí en el Perú estos sean tan caros y estén fuera del alcance de muchos padres. Algo hay que hacer para paliar esto, un sistema de intercambio entre amigos, prestarse libros de la biblioteca escolar, llevar a los niños a las pocas bibliotecas públicas que existen, o usar los programas de lectura en los parques que de vez en cuando proponen algunas municipalidades. La verdad es que no entiendo mucho a los padres que no les proporcionan material de lectura a sus hijos, pudiendo hacerlo. He visto a algunos que incluso cuando a sus hijos se les regala un libro en su cumpleaños, medio que se molestan pues no lo consideran valioso.

La lectura no puede estar constreñida por lo que nosotros los adultos queremos que lean los niños. Sin dejar de orientarlos, hay que respetar sus gustos y permitirles seleccionar lo que quieren leer, aun cuando esto contravenga los gustos e intereses propios. Por ejemplo, en mi experiencia no son muchos los maestros ni los padres que pensarían en el cómic como una lectura digna de ingresar al salón de clase o de leerse en la casa por las noches. Y sin embargo (también lo digo por experiencia), los niños aprenden mucho de ellos, se divierten tremendamente y los leen felices y automotivados.

libro calzoncillo

Por ejemplo, Paulo está ahora nuevamente enganchado con el Capitán Calzoncillos, y hay que ver como disfruta y se rie leyéndolo. Originalmente escrito en inglés por Dav Pilkey, la traducción española, llena de palabras ajenas al castellano de Lima, no es impedimento para que disfrute a tope cada uno de los libros que tiene (varios de ellos comprados con sus propinas), desde El Capitán Calzoncillos y el ataque de los retretes parlantes hasta El Capitán Calzoncillos y la invasión de los pérfidos tiparracos del espacio, pasando por el perverso plan del profesor Pipicaca, el superpañal, o la Supermujer Macroelástica.

Es impresionante la cantidad de palabras nuevas que incorpora en cada lectura (chascarrillos, engendros, majo, biónico…), lo motivado que está para dibujar los personajes y crear sus propios cómics, y el grado de concentración que alcanza cuando lee. Los procesos metacognitivos funcionan también de maravilla pues se da perfecta cuenta de cuándo debe regresar atrás porque cierta información se le perdió y sin ella lo que lee no tiene mayor sentido. Y todo esto de puro interesado, sin que nadie tenga que decirle que se ponga a leer.

Jekyll y Hyde

También ha empezado a entrar a novelas gráficas sencillas, la ultimita que leyó (con mi ayuda) fué El extraño caso del Dr. Jekyll y el señor Hyde, en su versión resumida. Si bien es un poco fuerte para su edad y por eso dudé en comprársela, su interés en leerla era tal que no pude pasarlo por alto. Su lectura ha sido una experiencia muy interesante para mí, por el tipo de preguntas que él iba haciendo conforme avanzábamos con el texto, las cosas que iba pensando, las conexiones que hacía y la manera en que podía entender, cuando se las explicaba de modo sencillo, algunas ideas complicadas que pueden interpretarse a partir del texto.

Ahora dice que quiere leer el Quijote….. veremos como nos va con eso.

A los padres que pueden hacerlo, los animo a no dejar de comprarles libros a sus hijos.

Nota: Ya había dicho algo sobre la lectura infantil, aquí » Leer más