Salvo LEW, no hubo mejores en toda mi generación

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Luis Eduuardo Wuffarden Revilla (LEW)

Efectivamente, desde hace tiempo ya –y aunque siga siendo un muchachón– es el más importante intelectual peruano en actividad;  en el campo de la historia del arte, la crítica de las artes plásticas y la curación. Acaba de publicarse, con su invariable esmerada colaboración, un  extraordinario volumen bilingüe: Pintura en Hispanoamérica: desde la conquista hasta la independencia, co-editado por Jonathan Brown y Luisa Elena Alcalá. Ediciones El Viso y Yale University Press.

“Este libro ofrece la primera aproximación global a la historia de la pintura en Hispanoamérica, de la conquista hasta la independencia. Enteramente ilustrado a color y con obras que se publican por primera vez, demuestra la riqueza y variedad de la producción artística en los virreinatos de la Monarquía Hispana en América. El texto, coeditado por los especialistas Luisa Elena Alcalá y Jonathan Brown, será indispensable para curadores, académicos y coleccionistas. El libro se divide en once capítulos, escritos por reconocidos especialistas. En el primero Alcalá establece los parámetros teóricos del tema, planteando preguntas que contribuyen a situar la historia de la pintura virreinal dentro de un contexto global. A continuación, el Virreinato de Nueva España se aborda en cuatro capítulos. Eduardo de Jesús Douglas explora las interacciones entre las prácticas artísticas indígenas y españolas en el siglo XVI; Jonathan Brown analiza la compleja relación entre pintores europeos y de Nueva España durante el siglo XVII, e Ilona Katzew ofrece un exhaustivo panorama del siglo XVIII, campo fértil para el desarrollo de nuevos estilos e iconografías pero que, tradicionalmente, ha merecido menos atención que las dos centurias precedentes. Finalmente, Jaime Cuadriello abre la puerta a la Academia mexicana y a las polémicas que surgieron en una época caracterizada por múltiples transiciones: entre barroco y neoclásico, entre virreinato y nación independiente. En la segunda parte del libro, Luis Eduardo Wuffarden explica los desarrollos pictóricos en los principales centros artísticos del Virreinato del Perú que nos llevan desde la costa húmeda de su capital en Lima hasta el altiplano andino y Cuzco, antigua capital del imperio inca. A la decoración con pintura mural de las iglesias andinas rurales, tema menos estudiado hasta ahora, está dedicado el último capítulo de Hiroshige Okada. Por su abundante información, exhaustiva bibliografía y completo corpus visual, La Pintura en Hispanoamérica 1550-1820 está destinada a convertirse en referencia imprescindible para el conocimiento de una época fascinante en la historia del arte global”  Tomado de:

http://www.edicioneselviso.com/libro.asp?book=116

 

“Salvo LEW, no hubo mejores en toda mi generación”

 

Puntuación: 5 / Votos: 7

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