CLAVES PARA LA REORGANIZACIÓN DE LA SUNAT

MARIO ALVA MATTEUCCI

La SUNAT fue creada mediante Ley N° 24829 en el año 1988 y reemplazó a la antigua Dirección General de Contribuciones – DGC, que era un órgano dependiente de la estructura del Ministerio de Economía y Finanzas. Desde esa fecha hasta la actualidad se desempeña como ente que se encarga de la administración, recaudación y fiscalización de los tributos a favor del Estado.

En sus inicios se buscó captar personal altamente calificado y se otorgaron sueldos de mercado, lo cual permitió contar con cuadros que formaron mística de trabajo al interior de la institución, construyendo desde cero en algunos casos data, registros, políticas, normatividad reglamentaria, cruces de información, atención a contribuyentes, resolución de reclamos, procesos de recaudación y cobranza, entre otros.

El compromiso y la labor de sus trabajadores aunado a la plana directiva de dicha institución tuvo sus primeros frutos al incrementar la recaudación, generar en el contribuyente la sensación del riesgo frente al incumplimiento de sus obligaciones, ordenar los registro de los deudores, ampliar el universo de posibilidades de cruces de datos y la obtención de información necesaria para realizar las fiscalizaciones. Ello funcionó durante varios años.

En los últimos tiempos se ha notado que la preocupación por parte del fisco era la recaudación, dejando de lado a veces políticas de mejora en la atención de los contribuyentes, algún proceso de simplificación normativo o quizás ejercer la facultad de discrecionalidad en la aplicación de sanciones en beneficio del contribuyente. La prioridad fundamental consistía en cumplir con la meta trazada a cualquier forma.

Se observa en estos últimos días que se está realizando un giro en las acciones emprendidas por la SUNAT, uno de ellos es la publicación de diversas resoluciones en las cuales se dan a conocer algunos criterios de discrecionalidad en la aplicación de las sanciones por el incumplimiento de las obligaciones, lo cual es un buen síntoma del cambio.

Se puede recomendar al fisco que tenga las siguientes acciones:

• Mejorar los sistema de atención al público, tanto presenciales como por la vía telefónica.
• Reorganizar los mecanismos de control vinculados con la lucha contra el fraude y la evasión.
• Publicar con regularidad los criterios de discrecionalidad vigentes para la no aplicación de sanciones, lo cual no significa de ninguna manera que el régimen sancionador desaparezca.
• Agilizar las fechas de respuesta en la atención de los reclamos tributarios y las solicitudes no contenciosas como compensaciones, devoluciones, prescripción de tributos, entre otros.
• Simplificar los procedimientos administrativos con la finalidad que los contribuyentes observen que tributar es más fácil.
• Crear políticas orientadas a fortalecer una conciencia tributaria en los ciudadanos.
• Captar a los profesionales más competitivos en materia tributaria y contable dentro del mercado a través de concursos públicos con transparencia.
• Aprovechar la información de la data vinculada con la Unidad de Inteligencia Financiera y relacionarla con los procesos de cruce de información que tiene el fisco.
• Generar sensación de riesgo en el contribuyente a través de operativos, los cuales buscarán detectar sectores donde se tiene por política evadir tributos.
• Fomentar el cumplimiento voluntario de los contribuyentes, generando de este modo confianza en ellos y el propio fisco.
• Realizar la segmentación de los contribuyentes, de tal modo que se busque diferenciar a los buenos de los malos contribuyentes.
• Efectuar solicitudes de información a otras administraciones tributarias con la finalidad de observar omisiones de datos en contribuyentes domiciliados que no cumplen con declarar ingresos del exterior.
• Relanzar e impulsar el sorteo de comprobantes de pago.

Esperemos que la próxima reorganización anunciada por algunos sectores del gobierno sobre la SUNAT mejore su desempeño, se regrese a generar mística en el trabajo y se priorice al contribuyente, el cual ha sido desatendido en los últimos años.