Le he cortado el pelo a Paulo bastante chiquitito, un poco contra su voluntad aunque por razones absolutamente necesarias. Y a pesar de que le di las explicaciones del caso lo más convincentemente que pude, él está un poco triste sin su pelo pues le gusta llevarlo largo y hacerse de vez en cuando una colita, igual que su hermano mayor a quien quiere y admira. Dice (así, con estas palabras) que no está guapo con tan poco pelo. El asunto me trajo a la memoria lo siguiente: cuando tenía aproximadamente unos 10 meses (recuerdo que lo teníamos en brazos, aun no caminaba) Paulo se manchó las manos con un plumón, y al verse así entró -casi literalmente- en angustia. Obviamente aun no hablaba, pero ya tenía conciencia de que las manchas no tenían que estar allí, y enseñaba las manos con ansiedad en el rostro, a todas luces pidiéndome que se las limpiara pues no las toleraba. Recuerdo que Oscar Pain, quien estaba ese día con nosotros, dijo en broma que Paulo tenía ya conciencia de su self, y que su self era “blanquito y limpito” y que por lo tanto las manchas en sus manos no le cuadraban. Un poco al estilo de los múltiples experimentos realizados con chimpancés para el reconocimiento de la propia imagen en el espejo, esos en los que le pintan una marca en el rostro al chimpancé para ver si la reconoce en su propia cara o cree que está hecha en “el otro” que ve en el espejo, o aquellos en los que utilizan espejos distorsionados, o muchos otros (ver: The Face in the Mirror de Julian P. Keenan, o artículos diversos como por ejemplo Self-Recognition and Abstraction Abilities in the Common Chimpanzee Studied with Distorting Mirrors, de Ann Kitchen, Derek Denton, Linda Brent, en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 93, 14 , 1996).
Lo importante de resaltar aquí es que los niños tienen ya, desde más temprano de lo que uno suele creer, una inicial conciencia de sí mismos, aunque existen limitaciones cognitivas durante la infancia temprana para crear un concepto general y abarcador de uno mismo. La construcción del self es un proceso que se inicia desde que el niño tiene contacto con otros.