Los niños y la construcción del self

Paulo 2008

Le he cortado el pelo a Paulo bastante chiquitito, un poco contra su voluntad aunque por razones absolutamente necesarias. Y a pesar de que le di las explicaciones del caso lo más convincentemente que pude, él está un poco triste sin su pelo pues le gusta llevarlo largo y hacerse de vez en cuando una colita, igual que su hermano mayor a quien quiere y admira. Dice (así, con estas palabras) que no está guapo con tan poco pelo. El asunto me trajo a la memoria lo siguiente: cuando tenía aproximadamente unos 10 meses (recuerdo que lo teníamos en brazos, aun no caminaba) Paulo se manchó las manos con un plumón, y al verse así entró -casi literalmente- en angustia. Obviamente aun no hablaba, pero ya tenía conciencia de que las manchas no tenían que estar allí, y enseñaba las manos con ansiedad en el rostro, a todas luces pidiéndome que se las limpiara pues no las toleraba. Recuerdo que Oscar Pain, quien estaba ese día con nosotros, dijo en broma que Paulo tenía ya conciencia de su self, y que su self era “blanquito y limpito” y que por lo tanto las manchas en sus manos no le cuadraban. Un poco al estilo de los múltiples experimentos realizados con chimpancés para el reconocimiento de la propia imagen en el espejo, esos en los que le pintan una marca en el rostro al chimpancé para ver si la reconoce en su propia cara o cree que está hecha en “el otro” que ve en el espejo, o aquellos en los que utilizan espejos distorsionados, o muchos otros (ver: The Face in the Mirror de Julian P. Keenan, o artículos diversos como por ejemplo Self-Recognition and Abstraction Abilities in the Common Chimpanzee Studied with Distorting Mirrors, de Ann Kitchen, Derek Denton, Linda Brent, en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 93, 14 , 1996).

Lo importante de resaltar aquí es que los niños tienen ya, desde más temprano de lo que uno suele creer, una inicial conciencia de sí mismos, aunque existen limitaciones cognitivas durante la infancia temprana para crear un concepto general y abarcador de uno mismo. La construcción del self es un proceso que se inicia desde que el niño tiene contacto con otros.

Durante la niñez temprana (3-4 años) las evaluaciones de uno mismo suelen ser poco realistas y muy positivas ya que los niños tienen dificultades para distinguir entre sus deseos y sus competencias y características reales (por ejemplo, suelen decir que pueden hacer aquello que desearían hacer, no lo que realmente pueden), y tienen también dificultades para relacionar un concepto con otro por lo que fallan al comparar y contextualizar sus propias habilidades o características con las de los demás (ya Piaget demostró que los niños pre-operatorios tienen dificultades para mantener dos dimensiones en mente con el objeto de compararlas. Escribí algo sobre esto aquí). Igualmente, los niños pequeños son incapaces de reconocer que pueden tener atributos de valor (o valencia) opuestos o contradictorios, por ejemplo, que pueden ser buenos y malos a la vez, o que pueden experimentar emociones contradictorias (alegría y tristeza por ejemplo) al mismo tiempo. Estas limitaciones cognitivas son las que atentan contra la habilidad de los niños pequeños para desarrollar una representación global acerca de sí mismos.

La conciencia de sí mismos se va construyendo de muchas maneras. En un contexto occidental y urbano, las familias saludables van construyendo narrativas y dando feedback que ayuda al niño o la niña a elaborar su memoria autobiográfica y su sentido de sí mismo (a). Se ha reportado que muchos niños que vienen de familias disfuncionales (en la que los padres no ejercen de manera adecuada la paternidad/maternidad) tienen dificultades para construir este sentido de sí mismos pues no la han co-construido con sus padres. En base a la experiencia de consulta clínica, se ha notado que debido a que los niños de familias disfuncionales carecen de experiencias de interacción que les haya ayudado a construir narrativas sobre ellos mismos como personas, no tienen vocabulario para hablar de sus propias características y cualidades, ya que hay poca información en su memoria autobiográfica para representarse. Esto hace que el niño tenga también pocos referentes para organizar su experiencia presente, por lo que su comportamiento aparece a veces desorganizado. La experiencia clínica señala incluso que en la medida en que las experiencias pasadas cumplen un rol fundamental en el establecimiento de metas presentes y futuras, estos niños -cuyas experiencias pasadas son muy pobres- aparecen desmotivados, sin sueños para el futuro y sin mayores aspiraciones o metas.

Es importante entonces que los padres (y los maestros, y en general cualquier adulto que interactúe con los niños) provean a los niños con las etiquetas semánticas necesarias para poder nombrar sus propios procesos psicológicos y sus caracteristicas personales. Escuchar historias sobre sí mismos y su infancia, ver fotografías, hacer un álbum de recuerdos, exhibir sus dibujos y otros trabajos artísticos en un lugar preferente de la casa, hablar de sus experiencias en el colegio y conversar sobre los propios intereses y gustos son todos rituales necesarios (fundamentales!!) para ayudar a los niños a diferenciarse, individualizarse, desarrollar su memoria autobiografica y construir su self o sentido de sí mismos.

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Comentarios

  1. Haydee escribió:

    Recuerdo lo del plumon perfectamente porque al ver su carita de angustia, tambien fui una de las que intento sacar las manchas y no pude.
    Y es obvio que ahora ocurre lo mismo que antes, que al tratar de construir su identidad procura hacerlo apegado a lo que mas le agrada o considera positivo tal y como explicas; sin embargo, la construccion de self tambien va condicionado y adaptado a las normas que la cultura y las mismas necesidades basicas suponen. Paulo, como todos, tendra que aprender que hay restricciones necesarias a las que tendra que acomodarse y que ello tambien enriquecera su self. Un poco como en "La vida es suenho". El libre albedrio no puede regir la vida del hombre….ademas, siempre ha sido y sera guapo, con el pelo largo o corto.

  2. sfrisan Autor escribió:

    Si pues Haydecita, recuerdo que tú también estuviste alli el día de las manchas y la angustia. Habría que aclarar que el sentir ansiedad por tener las manitas sucias no es algo que ocurra siempre ni en todos los niños, en este caso se mezclan los asuntos del self con el temperamento de Paulo.

  3. Mónica Cassaretto escribió:

    Hola Susana, recién reviso este artículo y me pareció sumamente interesante ya que en mi experiencia clínica (como sabes esa es mi especialidad) la forma en que interactuan los padres con niños pequeños es crucial para la definición de su propia autoestima y autoeficacia posterior.

    Al trabajar con niños que sufren TDAH encuentro con mucha frecuencia la necesidad de trabajar la interacción entre ellos y sus padres, sobretodo me es necesario encontrar algunos espacios para que los padres puedan compartir tiempo con sus hijos con el monto mínimo de crítica posible ya que estan acostumbrados a criticarlos y hacerles señalamientos a los hijos sobre lo que no hacen bien y llegan a referirse a ellos con características negativas como travieso, malhumorado, incontrolable, desobediente que mas adelante (mismo profesia autocumplida) se ratifica.

    En esos espacios seleccionados con la mínima crítica muchas veces es un descubrimiento para el niño el no ser críticado y para los padres es una sorpresa descubrir que pueden disfrutarlo también.

    Más bien te pregunto hasta cuando tenemos tiempo para lograr con cierta facilidad cambios en este incipiente self ya que cómo sabes mientras va avanzando el desarrollo es más difícil esos cambios.

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