Archivo de la etiqueta: Desarrollo moral

Tabla de contenidos del número especial de JME – Diciembre 2009

Les adelanto la tabla de contenidos del número especial sobre la educación moral y ciudadana en América Latina del Journal of Moral Education que saldrá este Diciembre, y del cual he sido editora junto con Maria Cristina Moreno y Mónica Taylor.

Por supuesto, no son todos los que están ni están todos los que son, por diversas razones solo hemos podido incluir una selección parcial de autores y países y somos conscientes de que hay mucho más trabajo en esta línea en América Latina que no ha podido presentarse en este número especial. Ojalá sin embargo que este primer número dedicado exclusivamente a la educación moral y ciudadana en Latinoamérica anime a otros autores de la región a presentar artículos al Journal para publicaciones futuras.

Pueden encontrar información general sobre el Journal en este enlace

_______________________________________________________________

JOURNAL OF MORAL EDUCATION VOLUME 38 NUMBER 4 DECEMBER 2009

Special Issue: Moral and citizenship education in Latin America: towards democracy, reconciliation and cultural diversity

Editors: Susana Frisancho, María Cristina Moreno-Gutiérrez and Monica J. Taylor

» Leer más

Agusto Blasi sobre la relación entre el apego y la moral

Un autor que he leído bastante y que aprecio y disfruto mucho es Augusto Blasi. Recomiendo su trabajo a todo aquel que esté interesado en el self moral.

Blasi tiene un texto poco conocido en el que explora las relaciones entre el self moral y el apego (en el sentido clásico de Bowlby). Yo escuché a Monika Keller hablar acerca de ese artículo en una conferencia de la Association of Moral Educaction, le pedí la referencia, y ella tuvo la amabilidad de pedirle a su vez a Blasi (que no había asistido ese año a la conferencia) que me mandara una copia. Y él lo hizo.

Blasi plantea en términos generales que la teoría del apego tiene ciertas características que limitan su potencial contribución a nuestra comprensión del funcionamiento moral (principalmente su determinismo, su naturalismo y su orientación implícita hacia la conformidad social), aunque no impiden la posible existencia de una relación entre ambos. Explica luego su motivación y curiosidad para explorar la relación entre el apego y la moral no en términos de la relación entre el apego seguro y la moral de conformidad sino más bien centrándose en el tipo opuesto de funcionamiento moral, el que se caracteriza por la independencia respecto a las normas e ideas socialmente aceptadas y por un grado alto de autonomía al plantearse y seguir ideales poco convencionales. Blasi llama “Moral revolutionaries” a aquellas personas que tienen ideas e ideales contrarios a las ideas morales de su sociedad; estas personas entienden que sus ideas e ideales son moralmente correctos, y desean además seguir las demandas propias. Las personas moralmente revolucionarias están motivadas centralmente por preocupaciones morales.

Luego de explicar qué entiende por moral revolutionary, y diferenciar esto de otras clases de independencia (por ejemplo politicos radicales, rebeldes anti-convencionales o personas que persiguen ideales sociales aceptados de una manera heroica), Blasi explora el tipo de apego que podemos esperar que caracterice a los revolucionarios morales. Y termina el artículo con una serie de interesantes preguntas que el estudio de los revolucionarios morales le hace a la teoría del apego.

Lamentablemente el artículo no está en castellano y no estoy al tanto de si lo han publicado en inglés. Se que ha sido publicado en alemán con el título “’Amicus Plato sed magis amica veritas’: Bindung by ‘moralishen Revolutionären’”, in C. Hopf., and G. Nunner-Winkler (Eds.), Frühe Bindungen und moralische Entwicklung (pp. 203-244). Weinheim, Germany: Juventa Verlag, 2007. » Leer más

Trabajos Psicología y educación de la moral 2009 – 1

El semestre anterior dicté el curso electivo Psicología y educación de la moral, que se abrió por segunda vez en toda la historia de la especialidad de psicología PUCP, y que tuvo como antecedente un curso similar que yo dicté en el 2001. Es un seminario especializado. Definitivamente el tema no desata pasiones entre los estudiantes así que no se abre muy seguido, pero el semestre anterior hubo un grupo especialmente interesado y tuvimos una muy buena experiencia de lecturas y discusión.

También he pedido a algunos alumnos de este curso que me envíen sus trabajos para publicarlos, y pongo aquí el primero que llegó. El trabajo se llama Educación moral: Educación del Carácter vs. Desarrollo Moral desde la perspectiva del Desarrollo Cognitivo y es de Andrés Espinoza.

Puede leerse en este enlace:

Educación moral » Leer más

Por fin, multas más reales para los que manejan mal

Trafico

En esta, su última reflexión peruana, Wilfredo Ardito nos cuenta que…

No fue un chofer de combi nervioso, ni un taxista apurado, ni una avezada conductora de movilidad escolar. Sandro Lecca Vargas, el primer infractor del nuevo Reglamento de Tránsito era comandante de la Policía Nacional y por su imprudencia arrolló a dos personas en La Victoria

Aunque no confío en que se aplique siempre ni consistentemente, doy la bienvenida al nuevo reglamento de tránsito y espero que en algo ayude a contrarrestar la manera salvaje en que manejan muchos peruanos y peruanas y a disminuir la alta tasa de accidentes a la que parece que nos hubiéramos acostumbrado.
Personalmente, estoy cansada de ser agredida cada vez que me detengo frente a un semáforo en rojo: los autos de atrás me tocan la bocina, me insultan y gritan para que me lo pase, como si fuera yo la que estuviera en falta y no ellos. Esto es muy frecuente por ejemplo en el cruce de las Avenidas Universitaria con La Mar, cuando al voltear a la izquierda quedo frente a la luz roja y taxistas, choferes de combi y hasta personas en sus propios autos ejercen un concierto de violencia para presionarme a avanzar. Debo decir también que he visto más de una vez a estudiantes de la Universidad manejar como locos en la Av. Riva Agüero (a uno de ellos le llamé duramente la atención cuando lo alcancé en el estacionamiento del campus), y que mi propio auto fué chocado por una estudiante, y hecho casi papilla por atrás, cuando se encontraba simplemente estacionado dentro de la universidad!! (la chica dijo que se le enredó el pasador de la zapatilla en el acelerador y no pudo frenar a tiempo…)

Veremos como funciona el nuevo reglamento y si en algo ayuda a cambiar los malos hábitos de manejo. Obviamente es necesaria una campaña educativa (seguridad vial y conducta en tránsito debería enseñarse en los colegios, pienso) pero somos, lamentablemente, muy heterónomos en esto, y si no tenemos conciencia interna ni somos capaces de regularnos por cuenta propia, pues bienvenidas las multas y los castigos externos, el conductismo es necesario cuando hay un nivel tan grande de desorganización como el nuestro. A ver si al menos por miedo a la sanción las personas empiezan a manejar de modo un poquito más decente.

» Leer más

Mi visión de la evaluación del razonamiento moral

Lapiz

Un aspecto importante del estudio del desarrollo moral es el que concierne al modo de evaluación. Obviamente, existen diferentes instrumentos de evaluación para diferentes aspectos del desarrollo moral (por ejemplo, el instrumento original de Kohlberg, el Defining Issues Test -DIT- de James Rest y el equipo original de Minnesota, que ya tiene varias versiones, el Moral Judgment Test -MJT- de Georg LInd, por mencionar solo tres), basados cada uno en una determinada concepción del tema.

En relación al razonamiento moral, gran parte del debate se ha centrado en si existe diferencia en el resultado de una evaluación realizada mediante un test de producción espontánea (como la entrevista que usaba Kohlberg) o uno objetivo o de reconocimiento, como el DIT, o si se obtienen resultados distintos al usar dilemas morales reales, hipotéticos, o generados por los propios sujetos.

Kohlberg conceptualiza el estadio moral como una estructura holística, por lo cual, los resultados de los sujetos no deberían mostrar variación al ser estos evaluados con instrumentos diferentes, o con distintos tipos de dilemas. Para él (y yo concido en esto plenamente), los mejores instrumentos son los de producción espontánea, los que evaluan la evolución cualitativa del razonamiento y el juicio moral. Aun reconociendo que estos test presentan ciertas desventajas que pueden ser minimizadas mediante el uso de instrumentos objetivos (probabilidad de sesgos al entrevistar y al calificar, dificultades de comparación intersujetos, largo tiempo de aplicación y calificación y probable situación ventajosa para aquellas personas que tienen un mejor manejo del lenguaje), las pruebas objetivas o de reconocimiento (para marcar) me siguen pareciendo inadecuadas pues con ellas se pierde de vista el real sentido de la evaluación, ya que las reacciones del sujeto están focalizadas en el contenido de las respuestas, el cual se relaciona luego con la estructura, más no en la estructura misma. Además, y esto es lo más importante desde mi punto de vista, siempre es más fácil reconocer un argumento cuando se lee, que producirlo espontáneamente, y en este sentido para evaluar el razonameinto moral siempre una entrevista bien manejada será un instrumento más fino y realista que una prueba de lápiz y papel que solo pida reconocer y/o secuenciar jerárquicamente argumentaciones ya dadas.

Por supuesto, la elección de uno u otro instrumento se hace en base a un sinnumero de factores. Si se tiene tiempo, acceso al complejísimo manual (son tres tomos, con un sistema de cortes de 13 puntos -antes eran 19- bien complicado de entender!) y personas REALMENTE entrenadas para usarlo, resulta mucho más rico realizar una entrevista. Si no se tiene tanto tiempo, se desean muestras muy grandes, y/o el evaluador no está tan familiarizado con la teoría y no se mueve cómodamente en ella como para generar hipótesis de trabajo y establecer repreguntas, será mejor privilegiar una prueba objetiva. Lo importante es saber por qué se elige una u otra y qué se gana y se pierde con cada una de ellas. » Leer más

Breve comentario sobre el problema de Bagua y sus raíces

ingenuo

No he querido, ni he podido hasta ahora, escribir nada sobre los últimos acontecimientos ocurridos en la selva, pues he estado demasiado enojada como para decir algo. Comentarios y análisis hay muchos en la prensa y en la blogósfera, y de todo calibre. Basta darse una vueltita para encontrarlos, así que no los repetiré ni los enlazaré aquí.

Lo que quiero comentar ahora, simplemente, es la relación que veo entre lo que pasa en nuestro país y las experiencias que tienen muchos niños y niñas -los adultos del mañana- en los diferentes lugares en los que se educan y socializan, principalmente al interior de sus familias y en la escuela.

La toma de conciencia sobre el otro, el descentramiento (dejar la perspectiva egocéntrica y ver las cosas desde el punto de vista de otra persona) y el respeto mutuo (sincero, genuino) hacia los demás no aparecen de la noche a la mañana. Por el contrario, requieren de un largo proceso de construcción, y de un entorno social que facilite tal proceso. Uno de los problemas centrales del desarrollo social es la coordinación de los valores, la cooperación, a la que Piaget entendía como una co-operación, un modo de operar entre todos, colectivamente, articulando medios y finalidades. ¿Pero cómo llega el niño a coordinar sus valoraciones con las de otro individuo, de modo que pueda cooperar con él dejando de lado su perspectiva egocéntrica y sin agredirlo? Sin una socialización que ofrezca a los niños múltiples oportunidades para articular puntos de vista y “estar” con los otros -en el sentido más amplio del término, lo que implica dimensiones cognitivas y afectivas- esto no resulta posible. Experiencias de constante privilegio en las que no aparece nunca, o lo hace insuficientemente, la necesidad de coordinar las propias perspectivas con las de las demás personas, de ponerse en el lugar del otro y ceder los propios deseos frente a los de alguien más, de argumentar frente a otros haciendo explícitas las ideas propias y tomando en serio las de los demás son nefastas para este proceso de construcción y lo limitan tremendamente.

Ejemplos tengo muchos. He visto a padres de familia decirles abiertamente a sus hijos que tienen el derecho de maltratar a las personas que trabajan para ellos. “A ese cholo tú le pagas“, oí alguna vez que le decía un hombre a su hija, alentándola a no hacerle caso al chofer del bus escolar que la trasladaba si este por alguna razón le pedía que no hiciera ruidos molestos o que bajara los pies del respaldar del asiento de adelante. Conozco maestras que pueden quedarse mirando a dos niños que se golpean sin hacer ni decir nada, asumiendo que se trata de un juego de niños sobre el que es mejor no intervenir, y padres que incitan a sus hijos a devolver los golpes recibidos, (“si te pegan, pégale tú también, patealo más fuerte”, dicen), propiciando violencia e instaurando en sus hijos la idea de que la mejor manera de resolver los conflictos es la agresión.

Muchos adultos no ayudan nunca a los niños a reconocer las consecuencias de sus acciones para las demás personas, y pasan por alto conductas que deberían ser inaceptables sin señalarles cómo esos comportamientos dañan a los otros. De este modo, mantienen en los niños la falsa creencia de que ellos pueden hacer lo que deseen en el mundo, que su conducta es inocua y que no es su responsabilidad el preocuparse de cómo sus comportamientos afectan a los demás.

» Leer más

Crecimiento moral y pensamiento legalista en la adultez

pedacito de Chagall

Hace unos días Silvio Rendón colgó en el GCC este post sobre Malcolm X que inmediatamente llamó mi atención porque es un personaje sobre el que he tenido gran interés en algún momento de mi vida.

Básicamente, creo que la vida de Malcolm X ilustra con claridad la idea de que el desarrollo moral no se detiene nunca sino que dura toda la vida, y que pueden darse transformaciones estructurales en etapas tardías del desarrollo, mucho más allá de la adolescencia, transformaciones que -utilizando un término que tiene connotaciones religiosas- algunos han catalogado como metanoia.

El propio Kohlberg sabía que ciertas experiencias de la vida adulta y las características de ciertos contextos en los que las personas se mueven significativamente durante la adultez (por ejemplo, el contexto laboral y el tipo de atmósfera moral (1) que este tenga) pueden ser poderosos promotores de conflictos cognitivos y afectivos que lleven como consecuencia al crecimiento moral. Creo que este proceso de crecimiento y transformación moral se dió sin duda en Malcolm X y es evidente en la naturaleza de su discurso durante sus útimos años de vida.

Lo contrario también es posible, lamentablemente. Muchos adultos parecen haberse estancado en etapas socio-convencionales, y pareciera que se empeñaran en mostrarnos con nitidez, y a cada momento, que razonan desde estas etapas. Había dicho ya algo sobre el tema en este post sobre el razonamiento moral de los abogados. Pero tengo otro ejemplo que me sacó de quicio esta semana.

» Leer más

Libro de interés. Moral development: A handbook

Libro

Este es un libro que puede resultar relevante para los interesados en el desarrollo moral:

Power, C. F.; Nuzzo, R. J.; Narvaez, D.; Lapsley, D. & Hunt, T. C. (2008). Moral education: A handbook. Westport: Praeger Press

Se trata de una especie de diccionario, de 2 volúmenes, con diferentes entradas sobre temas diversos del campo del desarrollo moral, ya sean conceptos específicos (por ejemplo, sensibilidad moral), programas implementados (por ejemplo, Character counts!), autores, tanto clásicos como contemporáneos (por ejemplo, Aristóteles o Jean Piaget), y muchos temas más vinculados tanto al desarrollo como a la educación moral.

Habría que darle un vistazo. Es un poco caro para nosotros lamentablemente, así que queda solamente pedirlo para la biblioteca. Una lástima que este tipo de literatura tenga precios tan fuera del alcance de los lectores Latinoamericanos promedio.

Por si acaso, en el volumen 38, número 1 de Marzo 2009 del Journal of Moral Education hay una buena reseña sobre el libro. » Leer más

Egocentrismo tardío (y las excepciones a las reglas más elementales…)

Dibujo de Paulo

Un niño quiere las cosas exactamente en el momento en que las pide. Tiene poca paciencia para esperar, y llora cuando no se hace lo que dice. Cuando desea algo lo toma sin reparos, o lo pide argumentando que debemos dárselo ya sea porque “le gusta” o porque “lo quiere”, porque lo justo y lo correcto a esa edad se equipara con las preferencias y deseos personales. Si el niño tiene 3 años, todos estos comportamientos son normales para su edad, pero (sorprendente y lamentablemente), muchos adolescentes e incluso adultos se comportan del mismo modo.

Imaginen por ejemplo un adolescente infractor que ha robado de una tienda un encendedor. Cuando es atrapado y se le pregunta por qué lo robó, responde que quería un encendedor. Cuando se le confronta preguntándole por qué llegó al extremo de robarlo, responde irritado “¿y cómo diablos iba a conseguirlo? ¿Acaso tengo dinero para comprarlo?” Este ejemplo, extraído del libro de John Gibbs, Moral development and reality. Beyond the theories of Kohlberg and Hoffman (2003. California: Sage) ilustra una de las características de muchos infractores: aquello que desean se convierte en un imperativo. Son incapaces de posponer el propio placer o la satisfacción de sus propias necesidades en aras del bien común o de algún principio mayor de regulación de la conducta. Simplemente hacen lo que desean.

» Leer más