Archivo de la categoría: Opinión y coyuntura

Mis opiniones sobre coyuntura

Por fin, multas más reales para los que manejan mal

Trafico

En esta, su última reflexión peruana, Wilfredo Ardito nos cuenta que…

No fue un chofer de combi nervioso, ni un taxista apurado, ni una avezada conductora de movilidad escolar. Sandro Lecca Vargas, el primer infractor del nuevo Reglamento de Tránsito era comandante de la Policía Nacional y por su imprudencia arrolló a dos personas en La Victoria

Aunque no confío en que se aplique siempre ni consistentemente, doy la bienvenida al nuevo reglamento de tránsito y espero que en algo ayude a contrarrestar la manera salvaje en que manejan muchos peruanos y peruanas y a disminuir la alta tasa de accidentes a la que parece que nos hubiéramos acostumbrado.
Personalmente, estoy cansada de ser agredida cada vez que me detengo frente a un semáforo en rojo: los autos de atrás me tocan la bocina, me insultan y gritan para que me lo pase, como si fuera yo la que estuviera en falta y no ellos. Esto es muy frecuente por ejemplo en el cruce de las Avenidas Universitaria con La Mar, cuando al voltear a la izquierda quedo frente a la luz roja y taxistas, choferes de combi y hasta personas en sus propios autos ejercen un concierto de violencia para presionarme a avanzar. Debo decir también que he visto más de una vez a estudiantes de la Universidad manejar como locos en la Av. Riva Agüero (a uno de ellos le llamé duramente la atención cuando lo alcancé en el estacionamiento del campus), y que mi propio auto fué chocado por una estudiante, y hecho casi papilla por atrás, cuando se encontraba simplemente estacionado dentro de la universidad!! (la chica dijo que se le enredó el pasador de la zapatilla en el acelerador y no pudo frenar a tiempo…)

Veremos como funciona el nuevo reglamento y si en algo ayuda a cambiar los malos hábitos de manejo. Obviamente es necesaria una campaña educativa (seguridad vial y conducta en tránsito debería enseñarse en los colegios, pienso) pero somos, lamentablemente, muy heterónomos en esto, y si no tenemos conciencia interna ni somos capaces de regularnos por cuenta propia, pues bienvenidas las multas y los castigos externos, el conductismo es necesario cuando hay un nivel tan grande de desorganización como el nuestro. A ver si al menos por miedo a la sanción las personas empiezan a manejar de modo un poquito más decente.

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Prejuicios de psicólogos en el caso Abencia

Abencia y Alicia

Hace días estoy por hacer un comentario sobre los psicólogos que se han atrevido a hablar del caso Abencia Meza y Alicia Delgado, analizando sus personalidades e interpretando las causas del asesinato de Alicia.

A mi misma me llamaron de un medio de comunicación para pedirme que recomiende a alguien que pudiera “analizar la personalidad de Abencia Meza”, a lo que contesté que ningún psicólogo decente analizaría la personalidad de ninguna persona a quien no hubiera tratado, y que así la hubiera tratado, por confidencialidad nigún psicólogo con un mínimo de ética sacaría a luz detalles íntimos de esa persona. Y no recomendé a nadie por supuesto.

El tema de la filtración de información psicológica privada a los medios de comunicación es un problemna ético terrible, del que he comentado alguito aquí, a raíz de un post muy sugerente de Daniel Salas en el GCC. Ultimamente hemos visto muchos ejemplos de ello, lamentablemente, pues en los periódicos se han reportado los “perfiles” psicológicos del asesino del estilista Marco Antonio, de Abencia Meza etc. etc. sin que nadie de cuenta de cómo se obtuvo dicha información, y sin que nadie se queje hasta ahora (¿dónde está el colegio de psicólogos?).

Dicho esto, quiero simplemente señalar que es obvio que aunque yo no haya recomendado a nadie, sí han habido muchos psicólogos que se han atrevido a declarar sobre el caso Abencia, opinando sobre su personalidad y además, analizando la relación que mantenía con Alicia Delgado. Sobre esto último, quiero destacar que muchos psicólogos han afirmado, muy irresponsablemente desde mi punto de vista, que la violencia y los conflictos son la norma en una relación lésbica.

Creo que los psicólogos deberían ayudar a contrarrestar esos absurdos prejuicios, en lugar de colaborar con mantenerlos, y en ese sentido resulta lamentable que en nombre de la psicología (por que hablan como psicólogos, no a título personal) estas personas digan cosas que no son más que prejuicios insostenibles, y peor aun que las traten de teñir de cierto cientificismo. En este blog dijimos algo sobre el tema de los prejuicios contra la homosexualidad, aquí.

La violencia en general y la de pareja en particular no tiene nada que ver con la opción sexual de las personas. Reto publicamente a cualquier psicólogo que piense lo contrario a que me lo demuestre con investigaciones. » Leer más

El generalizado mal uso de los instrumentos psicológicos

Pruebita psicológica

La verdad es que este es un tema muy preocupante para los psicólogos y más difundido de lo que se cree. Yo ya escribí algo sobre esto aquí.

Ahora solo quiero contar lo que me ha pasado ayer: a eso de las 3 de la tarde mi secretaria me anunció que había un economista en la puerta buscando a alguien que lo ayude con un test. Como se me pararon las antenas, sospechando (correctamente, como veremos) que había un problema de mal uso de instrumentos, lo hice pasar a mi oficina para escucharlo. Pues bien, se trataba de un economista joven, quien con todo desparpajo traía en la mano la prueba de BarOn de inteligencia emocional la cual según dijo, “ya habían aplicado“. Como ni él ni nadie en su oficina tenía idea de que hacer con ese material había venido a que alguien le diera el manual o “esas tablas que dicen que hay” porque le habían dicho que en el Departamento de Psicología teníamos pruebas y quería que se las diéramos.

La verdad es que fué el colmo! que desfachatez la de estas personas. El economista me dijo que trabajaba en una consultora, que la prueba seguramente la habían bajado de internet (no sabía, o se hizo el que no sabía), que la había tomado otra persona quien -reconocíó- tampoco era psicólogo, y que no entendían nada ni sabían para qué servía ni como se calificaba y que queria por eso que alguien le diera el manual. Así de sencillo, así de fácil.

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No puedo dejar de decirlo…

Escuela rural en Juncay

Aunque algunas personas se molesten, no puedo dejar de decir algo sobre las pésimas condiciones de trabajo en el Ministerio de Educación. Esta es la valoración que se le da a la educación en el Perú: sus técnicos están hacinados en un sótano o en cubículos diminutos sin las mínimas condiciones de trabajo, apretados, sin ninguna privacidad para concentrarse, interrumpiéndose unos a otros… Yo y otras personas hemos tenido que reunirnos allí varias veces en los últimos dos meses pero nos hemos visto obligados a ir a la casa de alguien o a un café porque no hay una mesa de trabajo disponible ni un ambiente privado para que se reciba decentemente a los consultores ni para que trabaje el propio equipo de la unidad cuando se hace necesario (la opción disponible es reunirse de pie en el pasillo…). Simplemente, unas condiciones laborales deplorables. Además, me cuentan que en el local del ex Centromín (el que queda al lado de la biblioteca nacional, la pared roja de ladrillos) hay un único baño de hombres en el que existe solamente un urinario funcional que sirve para todos los que trabajan allí más el público que entra de la calle, por lo que la gente tiene que salir a Plaza Vea o al otro local del Ministerio, cruzando un par de calles, para ir al baño (parece que esto lo están arreglando debido a las continuas quejas y están habilitando el segundo urinario que estuvo malogrado durante meses… ojalá sea cierto, si bien es aun insuficiente dos urinarios son siempre mejor que uno solo en un local tan concurrido como ese).

La verdad es que iba a hacer este comentario desde que ví la manera en que se está trabajando luego de la mudanza de local a la espalda del Museo de la Nación, pero preferí esperar a ver si con algo de tiempo esto se arreglaba un poco, asumiendo que las incomodidades eran fruto de la mudanza y la improvisación que esta acarreó. Pero nada, sigue igual y al parecer se ha convertido en el modus operandi… Las personas -lo que es más lamentable- parecen haberse acostumbrado. Así valora y trata el Estado a los trabajadores de la educación.

Además de esto, sé de primera fuente que a los profesores que se encuentran “capacitando” en el nuevo diseño curricular no se les ha pagado nada, no solamente su sueldo (el que saldrá seguramente luego de 4 o 5 meses), sino nada de nada, ni viáticos, ni pasajes, ni nada. Están sobreviviendo con sus ahorros los que los tienen o con préstamos los que no los tienen, muy tensionados, cubriendo ellos mismos los gastos de transporte, comida y alojamiento en los pueblos a los que deben ir para monitorear a los docentes y teniendo muchas veces que dejar de pagar gastos familiares como colegios o el alquiler de sus viviendas. ¿Qué tranquilidad y motivación pueden tener para trabajar en estas condiciones? Muchas veces el alojamiento en los pueblos consiste en la buena voluntad de algún profesor que le hace un sitio al capacitador en la sala de su casa… Por supuesto, tampoco se les ha dado materiales (o los que se han entregado no son suficientes ni adecuados para la tarea) y cada capacitador debe ingeniárselas como puede para conseguir información con la cual complementar lo que dice el diseño curricular. Una profesora amiga me escribió angustiada para pedirme información de los temas que le han asignado para exponer ante los profesores que se están capacitando, pues como ella misma me dijo, no tenía libros para leer y prepararse, ni material para hacer separatas sencillas para los docentes. Haciendo un esfuerzo se vino desde el pueblo donde está a Lima para tratar de conseguir cosas. Por lo menos esta profesora es responsable y quiere informarse (en la zona en la que está ya tienen lo que dieron el año pasado, pero nadie le quiere prestar pues -como ella misma dice- “son muy cerrados”…), pero…. ¿quién garantiza que sean así los demás? Y si todo queda a la libre voluntad y motivación de cada quien, y a lo que cada uno pueda ir consiguiendo para leer e informarse… ¿cómo se homogenizan los criterios y la información que se les da a los profesores? ¿Cómo se garantiza un mínimo de calidad?

Una vez más, las personas son la última rueda del coche para el sector educación, el cual las maltrata y les falta el respeto de esta manera. La verdad es que todo esto me indigna y enferma y aunque se que por denunciar las cosas en el blog no voy a lograr cambios, por lo menos que la gente sepa mi opinión y se conozcan las terribles condiciones de trabajo de los profesores ya me parece importante.
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Breve comentario sobre el problema de Bagua y sus raíces

ingenuo

No he querido, ni he podido hasta ahora, escribir nada sobre los últimos acontecimientos ocurridos en la selva, pues he estado demasiado enojada como para decir algo. Comentarios y análisis hay muchos en la prensa y en la blogósfera, y de todo calibre. Basta darse una vueltita para encontrarlos, así que no los repetiré ni los enlazaré aquí.

Lo que quiero comentar ahora, simplemente, es la relación que veo entre lo que pasa en nuestro país y las experiencias que tienen muchos niños y niñas -los adultos del mañana- en los diferentes lugares en los que se educan y socializan, principalmente al interior de sus familias y en la escuela.

La toma de conciencia sobre el otro, el descentramiento (dejar la perspectiva egocéntrica y ver las cosas desde el punto de vista de otra persona) y el respeto mutuo (sincero, genuino) hacia los demás no aparecen de la noche a la mañana. Por el contrario, requieren de un largo proceso de construcción, y de un entorno social que facilite tal proceso. Uno de los problemas centrales del desarrollo social es la coordinación de los valores, la cooperación, a la que Piaget entendía como una co-operación, un modo de operar entre todos, colectivamente, articulando medios y finalidades. ¿Pero cómo llega el niño a coordinar sus valoraciones con las de otro individuo, de modo que pueda cooperar con él dejando de lado su perspectiva egocéntrica y sin agredirlo? Sin una socialización que ofrezca a los niños múltiples oportunidades para articular puntos de vista y “estar” con los otros -en el sentido más amplio del término, lo que implica dimensiones cognitivas y afectivas- esto no resulta posible. Experiencias de constante privilegio en las que no aparece nunca, o lo hace insuficientemente, la necesidad de coordinar las propias perspectivas con las de las demás personas, de ponerse en el lugar del otro y ceder los propios deseos frente a los de alguien más, de argumentar frente a otros haciendo explícitas las ideas propias y tomando en serio las de los demás son nefastas para este proceso de construcción y lo limitan tremendamente.

Ejemplos tengo muchos. He visto a padres de familia decirles abiertamente a sus hijos que tienen el derecho de maltratar a las personas que trabajan para ellos. “A ese cholo tú le pagas“, oí alguna vez que le decía un hombre a su hija, alentándola a no hacerle caso al chofer del bus escolar que la trasladaba si este por alguna razón le pedía que no hiciera ruidos molestos o que bajara los pies del respaldar del asiento de adelante. Conozco maestras que pueden quedarse mirando a dos niños que se golpean sin hacer ni decir nada, asumiendo que se trata de un juego de niños sobre el que es mejor no intervenir, y padres que incitan a sus hijos a devolver los golpes recibidos, (“si te pegan, pégale tú también, patealo más fuerte”, dicen), propiciando violencia e instaurando en sus hijos la idea de que la mejor manera de resolver los conflictos es la agresión.

Muchos adultos no ayudan nunca a los niños a reconocer las consecuencias de sus acciones para las demás personas, y pasan por alto conductas que deberían ser inaceptables sin señalarles cómo esos comportamientos dañan a los otros. De este modo, mantienen en los niños la falsa creencia de que ellos pueden hacer lo que deseen en el mundo, que su conducta es inocua y que no es su responsabilidad el preocuparse de cómo sus comportamientos afectan a los demás.

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¿Los psicólogos más importantes del Perú? (actualizado)

Campo de flores

Ya que en el post anterior mencioné a la Dra. Norma Reátegui, quiero comentar que hace un par de días (en que la vi luego de varios meses!) me contó con preocupación que, como parte de uno de los cursos que dicta, había hecho una investigación respecto a cuál es la percepción que tienen estudiantes de psicología sobre quiénes son los psicólogos más importantes de Perú.

¿Quieren saber las respuestas? Pues Norma cuenta que los estudiantes mencionaron (no necesariamente en este orden) a:

Fernando Maestre
Saúl Peña
Jorge Bruce
Enrique Galli
Pedro Ortiz
Carmen Gonzalez (la Dra. cachetada)

Que horror!!!! La verdad es que tenemos la identidad psicológica por el suelo y mezclamos papas con camotes, como se dice. Más alla de su reputación como profesionales, la que genera gran controversia en varios de los casos, los tres primeros son psicoanalistas, no psicólogos, el cuarto es psiquiatra, el quinto, neurólogo, y la última… ella sí creo que es psicóloga aunque sería mejor que no lo fuera…. Preocupante que no se haya podido identificar a algun psicólogo competente que integre esta lista. ¿Dónde está la propia Norma Reátegui, su esposo ya fallecido, el Dr. Raul Gonzalez Moreyra, Ernesto Pollit, que integra la academia nacional de ciencias y ha hecho importantes contribuciones en el campo del desarrollo intelectual y la desnutrición infantil, Federico León, extraordinario y poco conocido investigador, o Liliana Mayo, directora/fundadora del Centro Ann Sullivan? (por mencionar solo a los 5 primeros nombres que me vinieron a la mente).

En fin…. para la lista de psicólogos peruanos más relevantes, ¿a quiénes propondrían ustedes?

Actualización

Aquí se descarga un trabajo de Ernesto Pollit

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Nocivas teorías psicológicas silvestres

Mortadelo y Filemón

Nila Vigil me ahorra el tener que buscar el vergonzoso discursito que Alan García pronunció hace unos días, pues ha puesto este post sobre el tema que lo enlaza en video e incluso transcribe el texto.

Creo que sobran las palabras sobre lo absurdo, peligroso, inhumano y lamentable de lo que dijo Alan, ya se ha dicho mucho al respecto (un ejemplo es el mismo post de Nila, y otro, este de Gonzalo Gamio -lean el último párrafo del post-) y pienso (ojalá no esté siendo muy ingenua al decir esto) que cualquier persona con dos dedos de frente y con cierta conciencia ética mínima se dará cuenta de lo insostenible de sus planteamientos. Las ideas de Alan están cercanas tanto a las de Richard J. Herrnstein y Charles Murray (quienes en su cuestionado libro The Bell Curve plantearon que la inteligencia correlaciona con el nivel socioeconómico de manera que las personas con mayor nivel económico tienen también mayor coeficiente intelectual, y los más pobres, inteligencia más baja) como a las de Lombroso, el médico italiano que pensaba que el comportamiento criminal tenía asociación o incluso era resultado de factores genéticos que podían reconocerse a simple vista (por ejemplo, las asimetrías del cráneo, la forma e implantación de las orejas o la forma de la mandíbula). Claro que el clima influye en el ánimo de la gente (de cualquier persona, no tiene nada que ver su origen étnico), pero no del modo en que García lo plantea. Esas teorías están por supuesto totalmente descartadas y son obsoletas desde hace tiempo.

Lo que me cuestiona, como psicóloga que soy, es lo poco que los psicólogos hacemos para contribuir a formar teorías psicológicas implícitas más sólidas en las personas.

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El problema del juicio moral de los abogados

imitación pura

Enlazo este artículo de Fernando Villarán porque me parece que toca un punto álgido al que todos los psicólogos interesados en el campo del desarrollo moral deberían prestarle atención.

Debo decir que una de las primeras cosas que Ann Higgins, mi asesora de tesis doctoral en la Universidad de Fordham, me dijo cuando estudiaba con ella era que “la mayoría de abogados razonan desde el estadio 4” (se refería al modelo de Kohlberg, en el que el estadio 4 representa la visión legal/convencional -la ley y el orden). “Muy difícil encontrar en ellos alguna perspectiva ética”, recuerdo que afirmaba; pues “los abogados tienen una deformación profesional, no logran salir de la perspectiva legalista y tienen enormes dificultades para analizar las cosas desde principios éticos, y mucho más para asumir una perspectiva moral en su comportamiento”. En el modelo de Kohlberg, no llegan a los estadios 5 ni 6.

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Una idea breve sobre ciencia y ética

playa en Lima

Alguien me preguntó acerca de la relación entre ética y ciencia, un poco en el contexto de la educación científica y el por qué esta siempre debe incluir una perspectiva ética que haga reflexionar al niño sobre el sentido de lo que hace.

En breve, estoy convencida de que sin una perspectiva ética que reflexione sobre sus fines, la ciencia puede convertirse en un instrumento más de dominación e injusticia. Si bien la formación en habilidades para la ciencia y el desarrollo de un pensamiento científico resulta fundamental para el desarrollo de las sociedades contemporáneas, estas capacidades no son suficientes para dicho desarrollo. Como lúcidamente afirmaba Teodoro Roosevelt (no se dónde, he perdido la referencia!), educar a una persona en sus habilidades intelectuales pero no en su moral es educar una amenaza para la sociedad (“to educate a man (or a woman) in mind and not in morals is to educate a menace for society”).

Foto: Al sur de Lima, la playa que conocí este fin de semana » Leer más

El razonamiento moral (o los límites de él) en el ‘adulto promedio’

Ultimamente se ha desatado en nuestro país una polémica en torno a la negativa del gobierno de aceptar la donación alemana para la construcción de un “museo de la memoria”. No voy a decir nada sobre el tema porque se ha dicho mucho ya, solamente contar que alguna vez estuve en el museo del Holocausto de Washington D.C. y sé lo tremendamente movilizadora y profundamente educativa que puede ser una institución como esa; me cuesta entender por lo tanto que hayan personas que consideran nocivo un museo de la memoria.

Pongo tres enlaces de interés (que a mi me gustan y que comparto) para los que quieran conocer o retomar el debate:

El Perú no necesita museos – Vargas LLosa

Museo de la memoria – Gonzalo Gamio

Sobre el museo de la memoria – Daniel Salas

Quiero, eso sí, detenerme en el último artículo, el de Daniel Salas, y llamar la atención sobre algo que resalta claramente tanto en su post como en los comentarios.

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