Nocivas teorías psicológicas silvestres

Mortadelo y Filemón

Nila Vigil me ahorra el tener que buscar el vergonzoso discursito que Alan García pronunció hace unos días, pues ha puesto este post sobre el tema que lo enlaza en video e incluso transcribe el texto.

Creo que sobran las palabras sobre lo absurdo, peligroso, inhumano y lamentable de lo que dijo Alan, ya se ha dicho mucho al respecto (un ejemplo es el mismo post de Nila, y otro, este de Gonzalo Gamio -lean el último párrafo del post-) y pienso (ojalá no esté siendo muy ingenua al decir esto) que cualquier persona con dos dedos de frente y con cierta conciencia ética mínima se dará cuenta de lo insostenible de sus planteamientos. Las ideas de Alan están cercanas tanto a las de Richard J. Herrnstein y Charles Murray (quienes en su cuestionado libro The Bell Curve plantearon que la inteligencia correlaciona con el nivel socioeconómico de manera que las personas con mayor nivel económico tienen también mayor coeficiente intelectual, y los más pobres, inteligencia más baja) como a las de Lombroso, el médico italiano que pensaba que el comportamiento criminal tenía asociación o incluso era resultado de factores genéticos que podían reconocerse a simple vista (por ejemplo, las asimetrías del cráneo, la forma e implantación de las orejas o la forma de la mandíbula). Claro que el clima influye en el ánimo de la gente (de cualquier persona, no tiene nada que ver su origen étnico), pero no del modo en que García lo plantea. Esas teorías están por supuesto totalmente descartadas y son obsoletas desde hace tiempo.

Lo que me cuestiona, como psicóloga que soy, es lo poco que los psicólogos hacemos para contribuir a formar teorías psicológicas implícitas más sólidas en las personas.

Una teoría psicológica implícita es aquella que una persona desarrolla en base al sentido común, a su experiencia con unos pocos casos (por inducción), o en base al conocimiento cultural -no necesariamente cierto- que se tiene sobre algo. Por ejemplo, las personas tienen teorías implícitas sobre la personalidad, como aquella que dice que los gorditos son bonachones y felices, sobre la patología (recuerdo que había un chico en la PUCP cuando yo estudiaba que desarrolló una esquizofrenia y la gente estaba convencida que se había vuelto loco por no comer, cuando lo cierto era que no comía -tenía horarios muy irregulares y de verdad no comía ni dormía como una persona normal- porque estaba esquizofrénico, y no al revés), sobre el rendimiento escolar (“le va mal en la escuela proque sus padres se divorciaron”), sobre la inteligencia, que usualmente se asume como una entidad fija e inmodificabe (ver este post mío sobre el tema) y un largo etc.

Estas creencias están usualmente enraizadas en el sentido común, aunque también en mitos o en información equivocada que circula de boca a boca. Aunque suelen ser ambiguas e inconsistentes en sus explicaciones de los fenómeos que describen, tienden a sobresimplificar los complejos procesos psicológicos y confunden muchas veces las causas con los efectos, también suelen ser muy sólidas para las personas que las mantienen, las que las asumen como ciertas y toman decisiones en base a ellas (¿se imaginan a Alan García decidiendo cosas en base a la sarta de sandeces que ha dicho en su discurso…?)

Los psicólogos tenemos una responsabilidad en eso. Nuestro impacto en la opinión pública es prácticamente nulo. Más allá de unos cuantos psicoanalistas (que no son psicólogos muchos de ellos), son pocos los psicólogos que aparecen en los medios y que contribuyen a formar una opinión pública en temas psicológicos más sólida e informada. Hay que hacerlo, pues solo así discursos casi nazis como el de Alan garcía dejaran de pronunciarse con tanto desparpajo.

Puntuación: 3.00 / Votos: 2

Comentarios

  1. julio80 escribió:

    No hay que imaginarse, solo tenemos que leer los diarios para ver los atropellos que comete él y su tropel día a día. García en este sentido es predecible. Por otra parte, su teoría implícita no aplica a la gente de nuestra selva, que también le tiene tirria y protesta, o nosotros de la costa ¿qué inventará? ¿mucha lluvia, mucha humedad?

  2. LuchinG escribió:

    Lo gracioso de The Bell Curve es que se "olvida" de que una correlación no demuestra necesariamente una relación de causa-efecto.

  3. sfrisan Autor escribió:

    Luching: pero de Bell Curve sostenía (o dejaba entreveer e inferir…) que como los pobres eran "genéticamente" menos inteligentes, mejor ya para que invertir en ellos, si no iban a rendir de ningun modo. Entonces mejor poner la plata en políticas públicas para los ricos, no para los pobres, pues su pobreza era consecuencia inevitable de su poca capacidad intelectual. Es decir… el libro planteaba mucho más que una correlación!!! realmente, un libro basura.

  4. LuchinG escribió:

    Exacto: primero "probaba" la correlación, luego te mostraba cantidades industriales en que los genes determinaban el IQ. Es una tontería, es como decir esto: 1) está probado que el promedio de estatura del sector A en mayor que el del sector B, y éste es mayor que el C; 2) Es evidente que los genes influyen mucho en la estatura de los individuos; 3) por lo tanto, la estatura de la gente es determinante para su posición económica y, para colmo, 4) si no tomamos cartas en el asunto, el planeta se nos va a llenar de chatines.

    Hace un montón de años hice este articulo sobre la curva campana:
    http://laprofeciadeglaucon….

  5. Arturo escribió:

    Hola Susana:

    Si es cierto que la gente hace especulaciones sobre la psicología casi sin ninguna base. Los estereotipos se van marcando y la psicología científica, a través de los psicólogos, no termina de erradicar tales creencias superficiales.
    Debe ser tarea de las Facultades alentar a sus estudiantes a leer más y a correlacionar las teorías con nuestra realidad nacional.

    Con respecto a lo de García, pues se sabe que la ignorancia es atrevida, pero no se puede permitir en un mandatario, con tanta influencia mediática, que diga tamañas barbaridades. Y sobre el congresista, bueno pues es lo que nos regala la educación cuando la gente va a votar solo porque es una obligación y vota por el que se hace más publicidad. ¡¿Que congresistas deberíamos esperar?!

    Saludos

  6. Frank Casas escribió:

    Hola Susana, hoy Tanaka nos dice que sería inútil analizar este desliz del lenguaje oral de García. "En realidad, si a cualquier persona se le hiciera hablar todos los días ante auditorios distintos durante semanas y meses, tarde o temprano cometerá un desliz", señala el estudioso. Yo por ejemplo, estoy de acuerdo con él, en que es muy poco pragmático.

    Sin embargo, infuenciado por Habermas, he encontrado patrones de "marginalidad criolla", en muchos acontecimientos que han ocurrido en estos últimos quince días de marzo (Caso Pizarro-Delgado, muerte de Álvaro Ugaz, muerte de Edmundo Camaná y las declaraciones de García). Claro está, hago un análisis comunicológico (no periodístico) de tal situación. Me apoyo en la teoría de sistemas (comunicación e información), la ecología humana,y la Mimética.
    Para quines les interese ver este planteamiento Aquí
    http://habladeveritas.blogs

    Es un enfoque bastante original, teniendo en cuenta que son los sociólogos, filósofos, politólogos y perioditas, los que más se encargan de estas cosas

    Saludos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *