No me cansaré de decirlo. Este texto de La mula va en la línea de mi último post sobre el embanderamiento obligatorio: es nocivo acercar a los niños a las armas, así no se fomenta el patriotismo ni se debería educar a nadie. ¡Qué difícil es que esto se entienda!!!! En el desfile de este 29 también dejaron que niños y niñas se tomaran fotos con los soldados, manipulando sus armas. No entiendo como los padres pudieron permitirlo, o peor aun, alentarlo. Realmente me pareció terrible ver tremendas cosas (no se si eran fusiles o qué…) en los brazos de una niñita, que sonreía junto a un soldado y se ponía, para la foto, en pose de disparar.
Tenemos que tomar mayor conciencia sobre esto, sobre todo los padres y los educadores. Javier Corcuera escribió a LaRepública, donde apareció la foto que se ve arriba, una carta que puede leerse aquí y que reproduzco porque la suscribo completamente:
Señor Director:
Veo sorprendido en La República la foto de un niño vestido de soldado como ejemplo de peruanidad. Es vergonzoso que utilicen a los niños en un desfile militar, cargando un arma y encabezando el batallón de un ejército real. Las organizaciones que defienden la infancia luchan contra la existencia de niños soldados en el mundo, es una tragedia que miles de niños sean reclutados y les enseñen a matar. También es una barbaridad que un periódico resalte a un niño soldado como símbolo de peruanidad. Nada tan lejano de ser peruano (y humano) que un niño que desfila con un arma. Dejen a los niños en paz.
Javier Corcuera
DNI: 09224280
También coincido con Teresa Carpio, directora de “Save the Children”, quien dijo lo siguiente (ver el post de La mula para su declaración completa): “El espíritu del protocolo facultativo contra utilización de niños como soldados, está firmado y ratificado por el Peru, y es muy claro en que los niños no deben ser involucrados en armas ni con grupos armados ni en demostraciones de este tipo. Es inaceptable, el Estado está llamado a no promoverlas“.
Por supuesto: esto no es un juego, y no es inocuo. Es así como los niños construyen sus primeras asociaciones entre sonreir, recibir aplausos y sentirse bien, mientras se tiene un arma en las manos. Y luego uno se sorprende de que haya violencia infantil en la escuela o locos sueltos como el asesino de Noruega. Y si piensan que exagero y no creen que esta permisividad hacia las armas contribuye a la violencia, por lo menos estarán de acuerdo en que no ayuda en absoluto a cuestionarla. Y eso, de por sí, ya bastaría.
Nota:
La fotografía fué publicada en el diario La República el 30 de julio. Le pusieron el título de “Pequeño Gran Patriota”. Leer más