Creo que debe reforzarse la enseñanza de la lógica en las escuelas. No puede ser que escuchemos
todos los días por la TV y/o leamos en los periódicos falacias de todo calibre, y que estas pasen desapercibidas para la mayoría de las personas.
Como sabemos, las falacias son razonamientos inválidos, pero que parecen válidos y pueden engañar a los desprevenidos. Una falacia sumamente común, que he oído muchas veces en estos últimos días y he leído en más de un comentario hecho en los blogs, es la que descalifica la opinión de una persona en función de alguno de sus rasgos o características, como ser de izquierda, haber militado en X partido, ser amigo de fulano, tener un temperamento irascible, o no vivir en el Perú. En esta falacia, que se llama “ad hominem” u “ofensiva”, lo que se hace es atacar a la persona en lugar de refutar la lógica o veracidad de sus afirmaciones.
Un ejemplito reciente: Aquí se puede escuchar a Rafael Rey invalidando las opiniones de Vargas Llosa porque este vive en el extranjero, como si el lugar en el que una persona tiene su casa tuviera algo que ver con la solidez/fragilidad o la veracidad/falsedad de las afirmaciones que esgrime, o como si vivir fuera del Perú hiciera a la persona menos lúcida o menos comprometida con el país (en el mismo video Rey se da el lujo de decir que él cuando fué Ministro de Defensa no sabía nada del tema, que no se necesita saber nada para ser ministro y que por lo tanto Vargas Llosa debería aceptar ser ministro del interior…). Otro ejemplo: alrededor de la renuncia de Vargas Llosa al diario El Comercio hubo mucha gente que argumentó que renunciaba porque es impulsivo, como si la personalidad de Vargas Llosa (asumiendo que fuera cierto el tema de la impulsividad) deslegitimara o invalidara las razones que tiene para renunciar a El Comercio.
Hay que recordar que una parte importantísima de la formación para la ciudadanía consiste en desarrollar en las personas las capacidades de argumentación, y también aquellas que permiten deconstruir los razonamientos inválidos de los otros para evitar ser engatusados por ellos. Este es un aprendizaje fundamental, que no podemos darnos el lujo de pasar por alto. Tal como está, la educación en el Perú hace muy poco para construir estas habilidades en los estudiantes, los que en su mayoría terminan la secundaria sin saber expresar las propias ideas y, lamentablemente, sin la más mínima capacidad para reconocer y refutar los razonamientos inválidos del oponente en una conversación o un debate.
Urge pues que la escuela haga algo al respecto. Conozco profesores muy buenos que hacen un esfuerzo para que sus alumnos sean más conscientes y reflexivos y aprendan, por ejemplo, a leer la prensa críticamente o a reconocer falacias en los discursos de los políticos. Sin embargo, son la minoría, la mayoría se dedica a quien sabe qué en esas horas que tendrían que emplearse en desarrollar el pensamiento crítico y las capacidades analíticas de los estudiantes… Labor más que urgente para los profesores de lógica y filosofía y en general, para cualquier docente que esté en aula con jóvenes. Y no hay que esperar a 5to de secundaria para iniciarla.
Nota: imagen tomada de aquí » Leer más