Nila Vigil me ahorra el tener que buscar el vergonzoso discursito que Alan García pronunció hace unos días, pues ha puesto este post sobre el tema que lo enlaza en video e incluso transcribe el texto.
Creo que sobran las palabras sobre lo absurdo, peligroso, inhumano y lamentable de lo que dijo Alan, ya se ha dicho mucho al respecto (un ejemplo es el mismo post de Nila, y otro, este de Gonzalo Gamio -lean el último párrafo del post-) y pienso (ojalá no esté siendo muy ingenua al decir esto) que cualquier persona con dos dedos de frente y con cierta conciencia ética mínima se dará cuenta de lo insostenible de sus planteamientos. Las ideas de Alan están cercanas tanto a las de Richard J. Herrnstein y Charles Murray (quienes en su cuestionado libro The Bell Curve plantearon que la inteligencia correlaciona con el nivel socioeconómico de manera que las personas con mayor nivel económico tienen también mayor coeficiente intelectual, y los más pobres, inteligencia más baja) como a las de Lombroso, el médico italiano que pensaba que el comportamiento criminal tenía asociación o incluso era resultado de factores genéticos que podían reconocerse a simple vista (por ejemplo, las asimetrías del cráneo, la forma e implantación de las orejas o la forma de la mandíbula). Claro que el clima influye en el ánimo de la gente (de cualquier persona, no tiene nada que ver su origen étnico), pero no del modo en que García lo plantea. Esas teorías están por supuesto totalmente descartadas y son obsoletas desde hace tiempo.
Lo que me cuestiona, como psicóloga que soy, es lo poco que los psicólogos hacemos para contribuir a formar teorías psicológicas implícitas más sólidas en las personas.