Terrible, pero no sorpresivo, que los psicólogos en el país sigan confusos respecto a su quehacer profesional, a los límites de las especialidades, a cuestiones conceptuales de fondo y, quizá lo peor de todo, a asuntos éticos que parecen importarles poco.
En este blog hemos tocado estos temas repetidas veces porque nos parecen fundamentales, y voy a hacerlo de nuevo porque hay demasiadas personas que se han formado en otra especialidad pero luego tienen el desparpajo, o la ignorancia (por qué sí, hay que reconocerlo, la ignorancia es atrevida) de ir a trabajar a una institución educativa sin analizar si cuentan o no con la competencia para ello. Cuestionados sobre esa decisión, muchos se defienden diciendo:
- Es que voy a trabajar temas emocionales, los educacionales ven lo cognitivo
Mi respuesta a esto es que están muy confundidos, no solo profesionalmente sino también conceptualmente. No existe esa separación entre lo “emocional” y lo cognitivo. Hay que estudiar bien el asunto y no dejarse llevar por clichés. Muchos autores tan distintos como Piaget, Lacan y Vygostky han desarrollado profundamente la conexión entre estas dos dimensiones humanas, pero no son los únicos. Un par de citas al respecto aquí, y aquí, un intercambio más largo sobre el tema, aquí, y una opinión de Jerome Bruner, aquí. Si no les es suficiente busquen otras cosas que hay por montones.
- Es que en la escuela hay problemas “emocionales”
Frente a esto les digo que en la escuelas hay también problemas de columna, o de cáncer, o de piel, y eso no significa que haya que contratar a un traumatólogo o a un oncólogo o a un dermatólogo para que trabaje allí. Ese no es argumento alguno. Si existieran esos problemas, se identifican y salen a tratarse fuera, con el especialista respectivo. La institución educativa tiene objetivos, metas y funciones que no son las de atender terapeuticamente a los estudiantes. Consejería, acompañamiento y prevención es parte de lo que hacemos los psicólogos educacionales, así que no se necesita a otro especialista para eso. Además, la experiencia me enseña que los problemas “emocionales” son muchísimo menores de los que los psicólogos clínicos ven, porque ellos por deformación profesional buscan principalmente ese tipo de asuntos y muchas veces interpretan las cosas solo desde esa óptica, descartando otras posibilidades. Una reflexión sobre la especialización psicológica, aquí. Y otra, aquí.
- No tiene nada de malo que hayan clínicos, yo creo que se necesitan los dos
Sí tiene mucho de malo que hayan clínicos en la escuela porque distorsionan el rol, no cumplen la función que deben cumplir, no conocen nada de educación y no están preparados para responder a sus demandas. Eso es, ante todo, una falta ética que priva a las personas de sus derechos, no brinda al docente la asistencia que este requiere y a la larga, es contraproducente para el prestigio de la profesión. Un par de ejemplos de esta incompetencia (de los muchos que hay) pueden verse aquí y aquí.
- Si eso está mal ¿por qué todos lo hacen?
Esta es la peor de todas las defensas y argumentaciones. A quien dice eso hay que decirle que nunca un “deber ser” puede validarse con datos empíricos. Que todos lo hagan no tiene nada que ver con lo incorrecto del asunto, ni lo legitima o lo hace bueno, solo demuestra lo lejos que estamos de entender la ética profesional y de asumirla como parte de nuestro quehacer como psicólogos. Reflexionar desde este ángulo creo que haría mucho bien pues, lamentablemente, es una carencia de muchísimos profesionales que parecieran haberse formado de espaldas a la ética. Hay que recordar siempre: La ética no tiene que ver con lo que la gente hace en la realidad (su comportamiento real, muchas veces limitado y fallido), sino con lo que debería hacer, desde un punto de vista de lo que es bueno y justo. Si no entendemos esto, de verdad estamos fritos.
Hay muchas otras cosas que se podrían seguir diciendo, pero lo dejo aquí para no hacer este artículo demasiado largo. Me preocupa el tema, y mucho. Creo que no se tiene ninguna conciencia de él, de las complejas dimensiones que entraña, especialmente de sus connotaciones éticas. Ojalá pudiéramos discutir estas cosas más abiertamente porque beneficiarían en mucho a la formación de los alumnos. Son nuestras posiciones frente a estos temas complejos y de fondo los que hacen la diferencia entre un buen profesional y otro.
Actualización:
Este post ha sido mal tomo por muchas personas, especialmente estudiantes. Quiero por eso aclarar que para mi las especialidades son anecdóticas. Lo importante es la especialización, y eso es lo que falla la mayoría de las veces. Una cosa es colaborar entre especialistas de distintas áreas, con lo que estoy totalmente de acuerdo (por ejemplo, cuando se necesita de un experto en un tema muy puntual, como consumo de drogas por mencionar alguno), y otra que el rol de psicólogo escolar lo tenga alguien que no tiene la formación necesaria para ello. Este último es el problema que yo cuestiono.
Buenas estimada Susana. Antes la felicito por difundir estas aclaraciones tan importantes para el ejercicio de la llamada “profesión de psicólogo”. Estoy de acuerdo con todo lo expuesto y quisiera agregar otro malentendido muy difundido, respecto a la frase “la psicología clínica es la base de todo”. Una frase que influye en los estudiantes y egresados a formarse en la especialidad de psicología clínica, para después trabajar o seguir formándose en la especialidad que realmente les interesa. Es un garrafal error pensar que la psicología clínica es la base de todas las especialidades, ignorando totalmente las particularidades de los contextos educativos, comunitarios, organizacionales, etc. Además de pensar que si uno adquiere competencias de psicólogo clínico, estará predispuesto o inmediatamente desarrollara las competencias pertinentes para ejercer como psicólogo en otros contextos, es pecar de ignorancia. Y cuando se les cuestiona la frase, suelen aducir que es válida porque “se acerca más a lo psicológico”, igualando lo psicológico con lo emocional, cuando realmente lo psicológico integra todos los llamados “procesos básicos y superiores”.
Gracias por la lectura. Un saludo.
Muy cierto también. Totalmente de acuerdo. Gracias por leer y comentar!!!
Sra. Susana, en sus post anteriores trató este tema que me sirvió para refrendar el hecho que el psicólogo educativo era llamado para atender un tema de malas relaciones del personal administrativo en la escuela. Creo que eso le compete a un psicólogo organizacional.
Obviamente la escuela es una organización, pero una organización distinta a las otras, con muchas particularidades. El psicólogo educacional puede perfectamente abordar el asunto que plantea ya que está formado para tratar temas de clima institucional. El psicólogo organizacional también, pero desde otro enfoque. Ya que este último no tiene formación en cuestiones educativas, creo que su abordaje es más pertinente para otro tipo de organizaciones sociales o para la empresa, más que para una escuela. Todo depende el caso y del objetivo que se quiera tener con la intervención.
Buenas Tardes
Estimada Doctora Frisancho , estoy muy deacuerdo con lo escrito en sus articulos anteriores y leo con mucho interes los temas planteados en su blog desde hace mucho.Soy un psicologo clinico que trabaja en un centro de salud y al leer en sus articulos acerca de la importancia de la especialidad y el error que se comete al contratar psicologos clinicos cuando deberia ser psicologos educativos los que realicen las funciones que usted menciona.Permitame consultarle su opinion si es que existen quehaceres comunes entre ambas especialidades.Por ultimo le puedo decir que por formacion los psicologos clinicos pueden tener esa vision de clasificar a ciertas dificultades ya como “problemas emocioanles ” pero hay otros que pueden tener una visiön mas abierta y con criterio.Muchas Gracias
Claro que sí. Pero igual para mi cada quien debe quedarse en el espacio laboral para el cual ha sido formado.
Dra. Frisancho, buenas tardes:
Es importante analizar que la psicología en principio es una ciencia. La ingeniería y la medicina, por ejemplo, surgieron como profesiones con la finalidad de responder a demandas sociales surgidas históricamente, y como tales se nutrieron de ciencias como la física, la química, las matemáticas, la biología, etc. Es pertinente en ese sentido, definir las competencias de la Psicología como ciencia y reflexionar sobre su pertinencia en el desarrollo de tecnologías aplicables a diferentes áreas y necesidades del quehacer humano.
Saludos cordiales.
El Colegio de Psicólogos ni siquiera tiene un buscador con las especialidades de sus colegiados. Cuando un pide información sobre la especialidad de algún psicólogo o si esta al día en los pagos, es tal el secretismo que hasta en mesa de partes advierten que esa información nunca se da. ¿Que se puede esperar de un psicólogo cuando ve que su colegio no actúa conforme a ley? Por eso es que hay psicólogos que no son especialistas en cualquier campo de la psicología, eso es falta de ética.
El colegio de psicólogos tiene innumerables y muy serios problemas. En parte es porque los mejores y más serios profesionales no se involucran en él como debieran. En parte también es porque adolece de todos los males que tienen las instituciones en el país. El problema es complejo y sin duda loq ue usted cuenta es una muy mala práctica.