Nuestra Universidad Católica
Por Héctor López Martínez -Historiador
Para quienes creemos en la Providencia, esta se hizo presente en el vuelo entre Roma y Lima, en el cual coincidieron en el mismo avión S. E. el cardenal Juan Luis Cipriani y el rector de la Pontificia Universidad Católica, doctor Marcial Rubio Correa. Es evidente que la extensa charla entre ambas personalidades ha sido muy útil y esclarecedora, permitiendo avizorar un resultado positivo que ponga fin al desencuentro entre esa casa de estudios y la Iglesia.
Mucho se ha escrito y dicho en el terreno legal, que era donde debían dilucidarse las cosas, pero desgraciadamente la controversia saltó a los medios de comunicación que enarbolaron banderas ideológicas e incluso parte del alumnado, que había recibido una información sesgada, comenzó a pronunciarse con argumentos demagógicos, falsos y hasta insultantes contra el cardenal.
Para quienes nos hemos formado en la Universidad Católica desde los tiempos del rectorado de monseñor Fidel Tubino y hemos encontrado y desarrollado nuestra vocación en el Instituto Riva Agüero, impregnado por el espíritu inolvidable de don Víctor Andrés Belaunde, ver ese enfrentamiento nos resultaba muy penoso, pues teníamos claro que los argumentos de la Iglesia eran irrebatibles, convicción a la que contribuyó mucho el haber leído los testamentos de don José de la Riva Agüero, que no dejan la menor duda sobre cuál era su deseo al legar su gran fortuna para que nuestro país pudiera contar con una Universidad Católica, digna de ese nombre y, obviamente, unida siempre a la Iglesia, de la cual recibió el honroso título de pontificia.
Se han esgrimido argumentos realmente agraviantes, como el pretender que la Iglesia solo buscaba el control de bienes materiales o decir también que el pluralismo ideológico desaparecería por completo y la Universidad Católica se convertiría en una suerte de universidad donde solo cabrían planteamientos católicos. Es obvio que, por su carácter, los grandes lineamientos tienen que estar dentro del marco de la Iglesia, de su moral y de sus principios, pero no habrá un retorno de la Inquisición, ni el cardenal Cipriani será un nuevo Torquemada.
Hasta donde sabemos, el doctor Marcial Rubio y los representantes de la Iglesia están trabajando con infatigable tesón y ánimo positivo para llegar a un final que todos los católicos deseamos. En diversas circunstancias, personales y académicas, Marcial Rubio ha sido ejemplo de hombre con una fuerza moral muy grande, que se nutre de su fe. Por eso creemos que en esta coyuntura, en su condición de rector de la PUCP, dará una nueva muestra de su fidelidad a la Iglesia y seguirá haciendo todo lo posible para lograr una fórmula mediante la cual la universidad mantenga y acreciente los valores religiosos y éticos que fueron el sustento de su fundación, y lo son de su existencia en el presente y en el futuro.
Pero no podemos ignorar que existen elementos dentro de la universidad, algunos en elevadas posiciones, que no desean ningún arreglo, pues son declarados enemigos de la Iglesia y la presencia de esta en sus claustros les resulta sumamente incómoda para seguir difundiendo ideas protervas que no deben tener cabida en nuestra vieja y querida casa de estudios. Hagamos votos para que la Iglesia ocupe en la Pontificia Universidad Católica el lugar preeminente que le corresponde.
5 Obispos en la Asamblea Universitaria PUCP
Todos los representantes de la Iglesia Católica en la Asamblea Universitaria son miembros del Consejo Permanente del Episcopado:
Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, Arzobispo de Ayacucho -Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Monseñor Pedro Barreto Jimeno SJ, Arzobispo de Huancayo -Primer Vicepresidente Conferencia Episcopal Peruana
Monseñor Norberto Strotmann Hoppe MSC, Obispo de Chosica -Presidente del Área de Doctrina de la Fe y Ecumenismo
Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, Arzobispo de Trujillo
El Rector informa a la comunidad universitaria que, según los acuerdos previos de la Asamblea, a la fecha se está dialogando fluidamente con las autoridades de la Iglesia, en torno a las propuestas de modificación del Estatuto solicitadas por la Santa Sede.
Existe la posibilidad de presentar en breve una propuesta a la Asamblea Universitaria, que responde a la solicitud de la Santa Sede en referencia a la reforma estatutaria y, por otro lado, afronta la actual situación referente a la herencia de don José de la Riva Agüero.
Con el propósito de informar a los miembros de la Asamblea y a la comunidad universitaria y tener el tiempo necesario para analizar dicha propuesta, ha sido preciso dejar sin efecto la convocatoria a la sesión de Asamblea Universitaria del lunes 2 de abril.
A tal efecto, se informa que se está solicitando a la Secretaría de Estado de la Santa Sede la ampliación del plazo que esta última otorgó para la adecuación estatutaria pendiente. En cuanto concluyan las conversaciones entre el Rectorado y las Autoridades Eclesiásticas, se informará a la comunidad universitaria y se convocará a una Asamblea de modificación estatutaria con el plazo establecido.
Las negociaciones se llevan a cabo entre el rector, Marcial Rubio, el vicerrector académico, Efraín Gonzales de Olarte, por la PUCP; y el propio cardenal Cipriani, con un grupo de asesores, por el lado de la Iglesia. Las reuniones se llevarían a cabo en la Nunciatura Apostólica, cuyo representante, James Patrick Green, actúa como observador.
Fuente: Diario La República.
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